por Leandro García Lozano.
Dice Juan Torres López (catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga) que:
“Los grandes promotores y constructoras y los bancos han acumulado cientos de miles de viviendas y terrenos que en gran parte han financiado gratis gracias a la burbuja que ellos mismos han contribuido a crear. Se calcula, por ejemplo, que los bancos han adquirido alrededor de la mitad del suelo urbanizable puesto a la venta en España en los últimos quince años.”
Todo esto, que es el resultado de la inseguridad generada por la desconfianza que se tienen entre si las entidades financieras ya que saben que realmente es imposible saber lo más o menos podridas que están realmente las cuentas de unos y de otros, quienes lo sufrimos somos nosotros los ciudadanos que siempre nos equivocamos cuando cada cuatro años votamos ya que es al máximo responsable de la política económica de este país al que le corresponde la función de vigilar la situación del negocio bancario, advertir del riesgo y prevenir sus consecuencias, que medios y poder tienen suficientes para hacerlo si verdaderamente quisieran hacerlo. Han estado mirando para otro lado cuando el funcionamiento de los mercados financieros e hipotecario era como poco anómalo e irracional, por no decir aberrante. ¿Es que no eran capaces de ver el peligro que suponía la acumulación de riesgo y multiplicidad de los fondos de inversión especulativos? Han estado primando una economía especulativa frente a una economía productiva.
Cuanto más tardemos en conocer la verdadera situación de los Bancos y Cajas y estos más tiempo tarden en sacar los activos rentables al mercado, más tiempo tardaremos en salir de la crisis porque más recursos públicos destinará el Gobierno para ayudar a las entidades financieras a tener la liquidez que perdieron y a compensar el letargo de la economía nacional derivado de la falta de financiación e inversiones privadas, con lo que se generará más endeudamiento y a su vez este necesitará ser financiado, eso sí cada vez más caro.
El que los inmuebles no estén en manos de las entidades financieras es porque así no entren en el activo con un valor superior al real. Además en ese caso para recuperar el inmovilizado tendrían que venderlos a los precios de mercado en cada momento (que irían bajando porque habría cada vez más oferta y no tendría la componente especulativa) pudiendo tener incluso perdidas. Pero mientras sigan siendo propiedad de los empresarios del ladrillo y estos a su vez los titulares de los créditos, más tiempo tardarán en venderlos porque está bloqueado el crédito al comprador, no se dispone de capital para la compra y los precios siguen sin estar equilibrados. Una pescadilla que se muerde la cola. Además como no se hacen pisos nuevos se estanca un sector de la economía, mimado por todos los gobiernos de la democracia, que nos ha llevado a la peor de las crisis, responsabilidad exclusivamente nuestra no de los Jeques Árabes, ni de las guerras aquí o allá.
Hay que tener claro que los que tenían dinero para comprar a toca teja (pequeños inversores domésticos) ya los han comprado y los que tenían que blanquear dinero con el ladrillo ya lo han blanqueado. Ahora solo quedan los que necesitan los pisos para vivir y no tienen el efectivo necesario.
Una solución intermedia es la que algunos bancos y cajas están poniendo en práctica. Le buscan el comprador al promotor, un comprador de reconocida solvencia, y así le transfieren el crédito del promotor al comprador; de esta manera van cambiando los 100 millones del promotor (que es un problema para el banco) en paquetes de 100.000 euros del comprador (que ya no es un problema del banco, es tuyo). Algo mejora el tema porque hay una demostración de solvencia del comprador por en medio y, a cambio, te dan todas las facilidades de pago, incluso te financian el 100% valor del piso; lo malo es que método es muy lento. Pero eso sí, los precios son los de un mercado que sigue inflado.
La salida a la crisis no es fácil pero ayudaría el hacer efectivos los créditos a los promotores e inmobiliarias y poner los pisos en circulación a un precio que, al carecer del componente especulativo añadido por el promotor (como se ha comentado antes), se ajustaría al precio real, más bajo que el actual de un mercado dirigido por especuladores; seguro que se venderían más y más deprisa. Además ayudaría también que sea el Gobierno el que directamente ofertara el crédito para la compra mediante la creación de una banca pública como en otros años atrás, que no fue nada mal y era muy entable, o controlar más y mejor las líneas de financiación ofertadas por el ICO o abriera otro tipo de líneas para este fin, ejemplo.
Lo malo que tiene esta solución es que puede darse el caso que en el balance el verdadero valor de venta de los inmuebles esté por debajo del crédito concedido y, por ello, alguna que otra entidad pueda irse al “carajo” por le camino.
Dice Juan Torres López (catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga) que:
“Los grandes promotores y constructoras y los bancos han acumulado cientos de miles de viviendas y terrenos que en gran parte han financiado gratis gracias a la burbuja que ellos mismos han contribuido a crear. Se calcula, por ejemplo, que los bancos han adquirido alrededor de la mitad del suelo urbanizable puesto a la venta en España en los últimos quince años.”
Todo esto, que es el resultado de la inseguridad generada por la desconfianza que se tienen entre si las entidades financieras ya que saben que realmente es imposible saber lo más o menos podridas que están realmente las cuentas de unos y de otros, quienes lo sufrimos somos nosotros los ciudadanos que siempre nos equivocamos cuando cada cuatro años votamos ya que es al máximo responsable de la política económica de este país al que le corresponde la función de vigilar la situación del negocio bancario, advertir del riesgo y prevenir sus consecuencias, que medios y poder tienen suficientes para hacerlo si verdaderamente quisieran hacerlo. Han estado mirando para otro lado cuando el funcionamiento de los mercados financieros e hipotecario era como poco anómalo e irracional, por no decir aberrante. ¿Es que no eran capaces de ver el peligro que suponía la acumulación de riesgo y multiplicidad de los fondos de inversión especulativos? Han estado primando una economía especulativa frente a una economía productiva.
Cuanto más tardemos en conocer la verdadera situación de los Bancos y Cajas y estos más tiempo tarden en sacar los activos rentables al mercado, más tiempo tardaremos en salir de la crisis porque más recursos públicos destinará el Gobierno para ayudar a las entidades financieras a tener la liquidez que perdieron y a compensar el letargo de la economía nacional derivado de la falta de financiación e inversiones privadas, con lo que se generará más endeudamiento y a su vez este necesitará ser financiado, eso sí cada vez más caro.
El que los inmuebles no estén en manos de las entidades financieras es porque así no entren en el activo con un valor superior al real. Además en ese caso para recuperar el inmovilizado tendrían que venderlos a los precios de mercado en cada momento (que irían bajando porque habría cada vez más oferta y no tendría la componente especulativa) pudiendo tener incluso perdidas. Pero mientras sigan siendo propiedad de los empresarios del ladrillo y estos a su vez los titulares de los créditos, más tiempo tardarán en venderlos porque está bloqueado el crédito al comprador, no se dispone de capital para la compra y los precios siguen sin estar equilibrados. Una pescadilla que se muerde la cola. Además como no se hacen pisos nuevos se estanca un sector de la economía, mimado por todos los gobiernos de la democracia, que nos ha llevado a la peor de las crisis, responsabilidad exclusivamente nuestra no de los Jeques Árabes, ni de las guerras aquí o allá.
Hay que tener claro que los que tenían dinero para comprar a toca teja (pequeños inversores domésticos) ya los han comprado y los que tenían que blanquear dinero con el ladrillo ya lo han blanqueado. Ahora solo quedan los que necesitan los pisos para vivir y no tienen el efectivo necesario.
Una solución intermedia es la que algunos bancos y cajas están poniendo en práctica. Le buscan el comprador al promotor, un comprador de reconocida solvencia, y así le transfieren el crédito del promotor al comprador; de esta manera van cambiando los 100 millones del promotor (que es un problema para el banco) en paquetes de 100.000 euros del comprador (que ya no es un problema del banco, es tuyo). Algo mejora el tema porque hay una demostración de solvencia del comprador por en medio y, a cambio, te dan todas las facilidades de pago, incluso te financian el 100% valor del piso; lo malo es que método es muy lento. Pero eso sí, los precios son los de un mercado que sigue inflado.
La salida a la crisis no es fácil pero ayudaría el hacer efectivos los créditos a los promotores e inmobiliarias y poner los pisos en circulación a un precio que, al carecer del componente especulativo añadido por el promotor (como se ha comentado antes), se ajustaría al precio real, más bajo que el actual de un mercado dirigido por especuladores; seguro que se venderían más y más deprisa. Además ayudaría también que sea el Gobierno el que directamente ofertara el crédito para la compra mediante la creación de una banca pública como en otros años atrás, que no fue nada mal y era muy entable, o controlar más y mejor las líneas de financiación ofertadas por el ICO o abriera otro tipo de líneas para este fin, ejemplo.
Lo malo que tiene esta solución es que puede darse el caso que en el balance el verdadero valor de venta de los inmuebles esté por debajo del crédito concedido y, por ello, alguna que otra entidad pueda irse al “carajo” por le camino.
Me parece que eso al Banco de España no le interesa. Me parece que al B.E. le interesa más un saneamiento de las entidades de crédito lento pero seguro, (aun a costa de que la crisis se alargue en el tiempo con sus consecuencias), tener que ir interviniendo entidades crediticias a diestro y siniestro porque se le han visto las vergüenzas, y es que realmente algunas no llevaban ni bragas, véase CCM, no es plato de buen gusto para Miguel Ángel Fernández Ordoñez (MAFO para los amigos). Mucho me temo que al B.E. le interese que los grandes se coman a los chicos y así se tapen las vergüenzas unos a otros.