Los 153 poemas (algo más de 19.000 versos) que van a poder leer ustedes, uno por semana, no se van a publicar completos por razones obvias; de hacerlo podría darse el caso de que alguien pudiera copiarlos e ir haciéndose un libro y, aunque están protegidos por el (c), no sería suficiente.
Así que hemos decidido insertar un 75 u 80% del poema para evitar tentaciones. Si alguien está interesado en tenerlos completos puede ponerse en contacto con los autores, que amablemente se los enviarían.
El precio por tomo es de 10 euros y, en el caso de residentes fuera de Almansa, habría que añadirle los gastos de envío.
Son 3 manuscritos, cada uno de ellos con 51 poemas -unos 120 folios- y algo más de 6.300 versos.
| Ahora tocamos a una que es paticorta y tetona, con bigote y entrecejo, culibaja y barrigona. Pobre nación española sin hombres como mi menda; tendrá que cerrar las puertas el Ministerio de Hacienda. Pues con tanta feminista echándonos reprimenda y con tanto mariquita con el culo en la trastienda ni un tío macho va a quedar si esto pronto no se enmienda. Pido al Gobierno de turno que desgrave la jodienda. Piénsalo bien Pintorrilla, pásate pronto a mi bando pues para desgracia vuestra pocos machos van quedando. Y el día que desaparezcan vais a terminar llorando porque ya nunca veréis a u n garañón fornicando. Llorando a moco tendido, como aquella joven viuda que al morírsele el marido y estar todavía cojonuda, se buscó a un mozo aguerrido que la tenía macanuda, y cuando estaba en la cama, en cueros y espatarrá, se acordaba del difunto y se ponía a comparar: Éste si me pone a punto, el otro bien muerto está. Y en aquel mismo momento apareció este refrán: El muerto dentro del hoyo y el vivo comiendo el bollo. El bollo al que me refiero, para que no quepa duda, no lo hacía el panadero era el de aquella viuda, que cuando estaba follando no se acordaba del otro y terminaba exclamando: Ahora si que tengo un potro, que cuando me la coloca, tan larga y tan regordeta, me pongo como una loca mientras me chupa una teta. |