El baño (George Apperley óleo 19459 |
Era viernes y sobre las cinco de la tarde se hallaban sentados alrededor de una mesa en un bar de la calle San Francisco, cinco de los amigos que solían acudir a la tertulia. Por orden alfabético de apellidos e iniciales eran don J.G.L, don J.R.M.F, don E.P.P, don J.M.R.T y don José de S.LL.
Un catalán, un alicantino, dos manchegos y un andaluz. Cada uno de una ideología política distinta y, como es lógico, con sus preferencias y sus ídolos, pero les unía la cultura, la honradez, la sinceridad y la amistad por encima de cualquier otra consideración.
Podían, y lo hacían, disertar de cualquier tema, por escabroso que fuera pero con educación y mesura, sin que se alteraran las buenas maneras, procurando no herir susceptibilidades que pudieran molestar innecesariamente a alguno.
Pero mira por donde aquel día se unió a la tertulia el Tío Frasquito, que fue recibido con júbilo por los cinco y que fue asaetado a preguntas sobre su operación de cataratas y posterior postoperatorio, así como de otros múltiples temas porque deseaban saber su opinión, siempre ecuánime, ponderada y sincera.
El Tío Frasquito les tenía empatía, los conocía sobradamente y sabía que eran hombres cabales -como él decía-, con los que se podía dialogar sin llegar al enfrentamiento aunque fueran distintos en todo, hasta físicamente.
Pero siempre hay preferencias, es lógico que la química influya para que te decantes por uno sobre los otros y sin saber los motivos, pero procurando que no se haga notar.
El que más pinchaba al Tío Frasquito era el señor Eva y lo hacía porque le gustaba ponerlo de mal humor hasta hacerle despotricar, y escucharle sus palabrejas y sus exordios.
EL TIO FRASQUITO: Vamo a ver, amigo Eva ¿Es que quiere que os deje y me vaya, no tiene otra cosa má brillante que sacá en este momento a colasió ar Tonto der haba? Acabo de tomarme er café y pue que me siente como una purga si sigue por ese camino.
EL EVA: No se enfade, amigo Frasquito, que no quería molestarle, solamente quería saber si ha tenido noticias de este sujeto.
EL TIO FRASQUITO: El que debería hablar es Pepe Reondo, aquí presente, que es er que sufre la canallás de este pelanas. Y voy a desirte que lo que le pase a él me pasa a mí, y que si él no quiere hablá lo hago yo y con mucho gusto, porque no me duelen prendas.
J. M. R. T: Tío Frasquito es usted la mejor persona que he conocido en mi vida; jamás podré pagarle la defensa numantina que hace usted de mí cuando se entera que ese sujeto, al que ha bautizado con el apodo de El Tonto del Haba, me injuria, me difama y me insulta asquerosamente y con desvergüenza.
J. De S.: Lo que tenéis que hacer es olvidaros de ese sujeto, no hacerle caso porque no conseguiréis que ceje en sus diatribas; nació así y así morirá. Si no pueden con él ni sus más allegados.
J. R. M. F.: Soy de la misma manera de pensar que tú, amigo Pepe, es más conveniente que olviden a esta persona y no le contesten a sus insultos porque nunca cambiará. Ya veréis como no haciéndole caso se aburre y deja de zaherir.
J. G. L.: Puede que tengáis razón, aunque no las tengo todas conmigo, pero creo que si no se le contesta tal vez se canse y desaparezca.
EL EVA.: Ese sujeto no cejará nunca de zaherir, de incordiar, incluso de insultar e injuriar y todos conocemos su trayectoria desde hace años. Uno de sus primeros enfrentamientos fue con el entonces Primer Teniente de Alcalde de Almansa, señor De Pablo, al que bautizó con el apodo de "El hombre sin nombre". Después con el Alcalde, al que tachó de cobarde cuando dimitió de Concejal tras perder las elecciones municipales. Este hombre -que no es santo de mi devoción- ejerció un derecho constitucional pero este fulano lo insultó porque le dio la gana, cuando antes lo había chaqueteado.
J. M. R. T.: Y no paró ahí, sino que en un programa de la televisión local, ante las cámaras, dijo que la señorita Llanos Doñate, de IU, "había dicho que no pactaría con el PSOE pero si le daban un Concejalía y 3000 euros, seguro". Y acto seguido, ICA no quiso consentir jamás que este tipo de calumnias quedaran impunes, denunciándolas públicamente, pero no se retractó. Algo más tarde se enfrentó a Evaristo por una frase que éste dijo sobre José Antonio, que yo y todos suscribiríamos totalmente porque no tenía nada de difamatoria.
EL TIO FRASQUITO: Aquí, de tos, tú eres, amigo Pepe Reondo, el que má ha sufrío las asquerosidade de este sujeto, las injuria, calumnia, insurtos y difamasione, habiendo sio el que má artículo le dio pa su foro, que lo levantaste y lo llevaste al máximo de audiensia, y te lo pagó apuñalándote por la esparda. Hay que tené mala ostia pa hasé lo que te hiso, si me lo hase a mi le muerdo lo guevos.
J. R. M. F.: Bueno, queridos amigos, creo que va siendo hora de levantarnos y dejarlo para otro día, que este tema en el que ha recaído hoy la conversación no me agrada.
EL TIO FRASQUITO: Juanra, tú ere er único que tie arguna relasión con er Tonto der haba y lo hases por educasió, porque te pide que le publique argún trabajo suyo en tu foro y lo atiendes, pero como en arguna ocasión te veas obligao y desirle que no, verá como se hase tu enemigo sin más. Tie mu mala ralea.
Creo que t´habrá dao cuenta que ya ha salío, na má apareser en tu foro el artículo de José María El Tío Pochico, con un mensaje asqueroso; tie tan mala leche que en cuanto ve argo de Pepe Reondo sale enseguía pa menospreciarlo, pero le vamo a estar poniendo banderilla de fuego hasta que reviente como er lagarto de Jaén.
EVARISTO: En El Cafelito, y con distintos seudónimos, han intentado hacer lo mismo pero como lo tengo calado no se los permito y debe estar que trina. Pues a ver si de verdad le pasa eso que usted dice, Tío Frasquito, me refiero a lo del lagarto.
Con risas, sonrisas y apretones de mano, se despidieron los seis hasta el próximo viernes.