 Cuando vas conociendo a los intervinientes de los debates y tertulias en TVA, las comparecencias se convierten para el espectador, en un juego; ¿qué dará de sí el encuentro de este, con este otro?.
Cuando vas conociendo a los intervinientes de los debates y tertulias en TVA, las comparecencias se convierten para el espectador, en un juego; ¿qué dará de sí el encuentro de este, con este otro?.En Almansa al día (16 – 6 – 10) con Collado y Calero, hablen de lo que hablen, esto promete; asiste también Doñate que siempre aporta su punto de vista que incita al contraste de pareceres.
 Si además “la Garrido” aparece relajando el ambiente con un fresco vestido coloreado de mar, sol y playa, el programa (que pueda resultar más o menos interesante) a buen seguro que será entretenido.
Si además “la Garrido” aparece relajando el ambiente con un fresco vestido coloreado de mar, sol y playa, el programa (que pueda resultar más o menos interesante) a buen seguro que será entretenido.Van a hablar de la repercusión de la nueva normativa de Tráfico en el ámbito local.
Se prevé que va a ser un “peloteo” de entrenamiento, en el que no se van a contar los tantos. Collado juega largo desde el fondo de la pista, y a las primeras de cambio, ¡cómo aprovecha Calero! para romper la táctica, lanzando un revés de ensalzamiento a Rubalcaba; Collado ágil, lo ataja y coloca una dejada diciéndole que eso es otra cosa. Calero llega in extremis dejando otra, porque la ley estatal es la raíz donde se encuadra teniendo trascendencia en lo local y lo que hay que hacer es pedagogía.
 Collado, de flexible enchaquetado claro, repara en la enorme subida de las sanciones, hasta 200 € por aparcar mal y por los excesos de velocidad (máximos de 40 Km/h en vías de dos direcciones, 30 en las de dirección única y 15 en las peatonales) que quitan puntos y son carísimas; que son los dos pilares de la ordenanza que han cambiado.
Collado, de flexible enchaquetado claro, repara en la enorme subida de las sanciones, hasta 200 € por aparcar mal y por los excesos de velocidad (máximos de 40 Km/h en vías de dos direcciones, 30 en las de dirección única y 15 en las peatonales) que quitan puntos y son carísimas; que son los dos pilares de la ordenanza que han cambiado. Doñate vestida de señorona luce multitud de bolitas amarillas adecuadas para la ocasión en la que actúa de recogepelotas y recogiendo una pelota dudosa se la lanza a Collado queriendo saber qué % de la cuantía de las multas queda en el Ayuntamiento. El receptor algo desconcertado, no lo sabe, mientras golpea la bolita con el suelo y se sacude la tierra de las zapatillas.
Doñate vestida de señorona luce multitud de bolitas amarillas adecuadas para la ocasión en la que actúa de recogepelotas y recogiendo una pelota dudosa se la lanza a Collado queriendo saber qué % de la cuantía de las multas queda en el Ayuntamiento. El receptor algo desconcertado, no lo sabe, mientras golpea la bolita con el suelo y se sacude la tierra de las zapatillas.Calero, de camisa negra, no quiere dejar pasar ni una, y se establece un largo intercambio de golpes sobre la razón y
 consecuencias de la subida de las sanciones por el mal aparcamiento. Calero no ve mal la subida, y combinando los golpes de derecha con los globos, quiere dejar sentado a su rival con que lo que hay que hacer es cumplir las normas de circulación, que hay que explicárselo a la gente, que hay que respetar las normas, en definitiva que hay que hacer pedagogía. Collado a la defensiva busca una pelota cruzada para desestabilizar a su rival y la suelta «¡yo no soy pedagogo, y dale con la pedagogía!» «¡200 € es una salvajada!», mientras recupera terreno imprimiendo más presión con que va ha haber muchos problemas, pleitos, impagos... «antes el Ayuntamiento podía poner las multas entre cuantías mínima y máxima», preparando el punto para rematar de volea. Calero emplea su único recurso “simplón” o corto «¡pues que lleven mucho cuidado!», apoyado en lo mismo: «¡¿pero es que está bien que la gente aparque mal?!», [pedagogía incauta o trivial] «¡que la gente respete la normativa!» [y quedándose corto, Collado no es capaz de forzar la volea terminal, argumentando: ¡pues entonces que la cuantía sea de 20.000 € o si quieres de mucho más, porque si la réplica es que respeten la norma y se haga pedagogía!; existe la llamada proporcionalidad de la multa con la infracción].
consecuencias de la subida de las sanciones por el mal aparcamiento. Calero no ve mal la subida, y combinando los golpes de derecha con los globos, quiere dejar sentado a su rival con que lo que hay que hacer es cumplir las normas de circulación, que hay que explicárselo a la gente, que hay que respetar las normas, en definitiva que hay que hacer pedagogía. Collado a la defensiva busca una pelota cruzada para desestabilizar a su rival y la suelta «¡yo no soy pedagogo, y dale con la pedagogía!» «¡200 € es una salvajada!», mientras recupera terreno imprimiendo más presión con que va ha haber muchos problemas, pleitos, impagos... «antes el Ayuntamiento podía poner las multas entre cuantías mínima y máxima», preparando el punto para rematar de volea. Calero emplea su único recurso “simplón” o corto «¡pues que lleven mucho cuidado!», apoyado en lo mismo: «¡¿pero es que está bien que la gente aparque mal?!», [pedagogía incauta o trivial] «¡que la gente respete la normativa!» [y quedándose corto, Collado no es capaz de forzar la volea terminal, argumentando: ¡pues entonces que la cuantía sea de 20.000 € o si quieres de mucho más, porque si la réplica es que respeten la norma y se haga pedagogía!; existe la llamada proporcionalidad de la multa con la infracción].El juego se había ido por el terreno de cada cual y Collado se interesa porque se centre «¡y dale con las del tráfico, ¿y con el pueblo?» [siempre se quiere quedar con que lo que más preocupa es lo local].
La árbitro no tiene dificultades para el control, hasta se ve que disfruta en el intercambio de opiniones sin llegar al “desmadre”. Algo agotados en este set, cambian de estilo para emplearse a fondo con los ruidos de los vehículos, son otros 200 € de sanción.
Doñate adopta la postura de la flexibilidad y Calero se aproxima con lo de aplicar la responsabilidad y la lógica. Estas difuminaciones, concienciaciones y pedagogías hacen saltar a Collado, «¡me estoy poniendo de mala leche, ¿es que sois tontos?!» «¡no sabéis lo que es un coche cuando molesta!». Calero a la expectativa de que el otro estrelle la bola en la red por el juego violento «se le calienta la boca, al final sale el Collado de siempre», y este descentrado por la furia deja la bola enganchada en la red. Calero retuerce machaconamente con que hay que explicar y concienciar. Mientras Collado se enfría mientras desatasca la pelota a la que se dirigía Doñate y les pide disculpas por su vocabulario [posiblemente algo aturdido no deja caer la coletilla a lo de la información y concienciación, con: «¿y con eso ya no hay incumplimientos?, ¿eso qué es, pedagogía o demagogia?, porque queda muy bonito decir: hay que ser comprensivo, mire...»] [tampoco recae para dejar manifiesta la contradicción de Calero, ¿no decías que las normas están para cumplirlas en el set anterior del aparcamiento?].
Rebajada la tensión y arrojada la adrenalina en el esfuerzo; cumplido el programa, los rivales en la cancha se dirigen a la red, se saludan con deportividad, y Calero suelta una frase sentenciadora: ¡Collado es el concejal más listo de todos!. El personal se queda inmóvil y pensativo, ¿cómo se puede interpretar?. Con la duda de las posibles variantes, la primorosa presentadora sonríe hasta la próxima cita.
Cordialmente
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