
Juan Luis Hernández lo introduce embutido en chaqueta en negro profundo como si el tema por su significado lo pidiese. Primero desde la perspectiva local y después a nivel general.
Presenta a:

Francisco Fernández, por CCOO
Juan Milla, por PSOE
Loli Tomás, por UGT
Les incita a dar su opinión sobre el pequeño repunte del empleo en Almansa en Abril; al que ninguno le concede trascendencia, solo coyuntural por estas fechas en las que suele subir.
Sí, se hablaron cosas, pero para lo que se esperaba por lo sonado y las consecuencias, fue un debate insípido y a veces (en momentos por interrupciones sin quejas y por desvíos) angustioso.

Por lo que dice, lo esperable: de aquí (como siempre dicen todos) que el Ayuntamiento no crea empleo, que pone las condiciones para que se implanten las empresas; pero no dejan de decir indirectamente datos del paro local sus contertulios, para que se culpe en parte al gobierno local. Y de las medidas recortadoras, pues lo que se oye fuera, que no se puede desligar Almansa de la situación del Estado, y lo suelta pausadanente y sin herir ni remachar [esto, por otro lado tiene de bueno, que el que viene a sonsacar, se puede desesperar y darse por aplacado al no alterar ni un ápice la serenidad del contrario].
Algunas veces, aún bajico y despacico, argumenta ajustadamente. Es curioso, cuando se ve y oye el debate repetido se aprecia que sube Bueno; pues no es mejor quien más se impone, sino quien sin aspavientos mejor dice, pero los políticos quiere que sus palabras trasciendan y con expresiones que no van dirigidas precisamente al que llaman sabio pueblo, sino a travésde la mass media para impresionar al más populachero.

Deriva después hacia la Seguridad (¿o habría que decir Inseguridad?) Social de Estados Unidos dando cabida a unas disquisiciones que se irían de continuar a mismísima filosofía política; y a todo esto dejando casi incólume al Gobierno Central, hasta que dijo que no ha sabido reaccionar, y “salir de rositas”.
Al final sí dejo caer que espera que el Gobierno se acuerde de gravar a las fortunas y al patrimonio; y que se controle a los bancos con un impuesto especial metiendo la “tijera”. Por lo demás su discurso blandito no llegó a la rotundidad con que se expresan sus mayores en los medios nacionales.

A poco que despuntaban, Milla desmochaba entrometiéndose [ahí faltó ¿quizá? la intervención del moderador o es que es consustancial del debate el que cada cual se autodefienda o pida la intervención arbitral] ¡Ah, es que luego te vas a cambiar a nivel nacional! dice Milla, [¿no será que deja ver que lo teme? ¿por qué lo teme?
Incluso teniéndolas en contra, salía ileso y hasta triunfador (sobre todo para los que influye mucho el desparpajo y el tono retintineante). Se pone hasta las gafas, y cuando deja remachado algo, para dejarlo bien sentado, se pega un traguito de agua para que pase.
La veteranía de Milla campeaba a lo largo y ancho del debate con una autosuficiencia dominadora, manifiesta en su contento
Se pone pesado en que se hable de aquí. Critica el incumplimiento del gran número de empleos que decía el PP que se crearían, y sabe dirigir los reproches donde más calan, como el engaño del cerro del Águila; y saca lo de la base logística [¡cómo no!], que hagan algo, y Bueno le dice que como él conoce que vayamos de la mano en algo en que estamos de acuerdo, y Milla con su gracieta «pero no estirando». Hace una labor de oposición normal y npo deja pasar marchas triunfales «lo que dicen que está creao ya lo habían creao antes».
Aún siendo como es, eso sí, estuvo crítico mordaz, pero dentro de los límites del respeto.
Luego más calmado, posiblemente porque no le hacía saltar a Bueno o por que el tema no le favorecía, se mantuvo y terminó algo atrincherado; incluso se le pasó alguna réplica “cantada”.
Curiosamente al final además del dicho conocido “los beneficios para los que invierten y las perdidas para todos” [cosa que tendría mucho de análisis], avisando, tira piedras al tejado de su partido cuando dice que les llega dinero al conglomerado financiero para que se calme.

Critica un poco en lo nacional con lo de los funcionarios, que se ha dado una vuelta de 180 grados. Que con todo no se pierda el dialogo Sindicatos – Patronal – Gobierno.
Algunas contemplaciones:
Los sindicatos, muy templaditos, no metieron la caña que era de esperar, ni mucho menos mostraron el “cabreo” de muchos de sus trabajadores representados.
Emplearon mucho tiempo en lo de la seguridad social y en lo del trabajo sumergido; y porque Hernández recondujo. En cambio, no le dieron mucha respuesta o comentarios a su pensamiento de que dados los recortes de la Administración no va ha haber dinero para plan de empleo.
Si por el lado del PP hubiera asistido alguien incisivo y mordedor, el debate hubiera tenido mucho más fragor.
Fue algo defraudador en cuanto a que se esperaba mucho más de un tema candente y propicio para un duro debate como lo están siendo en el mundo mediático de la comunicación.
No obstante dio una visión sobre todo de lo local, y con lo cual sabemos que no hay más de lo que se dijo.
Cordial
Antefaz