
El día 20 de junio próximo pasado, sobre las 21,30 horas, tuve que acompañar a mi esposa a urgencias para que le aliviaran de un fuerte dolor de muelas.
Tras los trámites burocráticos pasamos a la Sala de Espera, donde ya había otras personas aguardando. Una media hora más tarde nos recibía el Médico de guardia y al preguntar por los motivos de la consulta y reconocer a mi mujer, ordenó a la ATS que le inyectara Voltarén y le entregaba una ampolla de Nolotil para que la tomara en caso de necesidad.
Me di cuenta, nada más iniciar la conversación con el Médico, que era sudamericano -igual que otros que en distintas fechas nos atendieron- y mientras inyectaban a mi esposa, en una habitación aneja a la consulta, hablé con este hombre .
Aparentaba unos 30 años, o tal vez menos; buena presencia física y su comportamiento en todo momento fue amable, cortés y educado. Tenía interés por conocer su nacionalidad y mientras permanecimos solos le pregunté y me dijo que era colombiano.
Al conocer su nacionalidad algo en mi interior me dijo que aquel hombre iba a ser quien pusiese, con sus palabras, una verdad al descubierto, una verdad que algunas personas mal intencionadas, las de siempre, habían puesto en duda en alguna ocasión.
Le pregunté si conocía el Departamento de Tolima y el pueblecito de Mariquita y me dijo que él era nacido en la localidad de El Líbano, del mismo Departamento, distante una hora y media de Mariquita y que sus padres y abuelos maternos residen en su pueblo; que tiene un hermano en Bogotá y otros familiares en diferentes partes de Colombia.
Durante la conversación me dijo que su mamá es escritora y trabaja sobre reseñas históricas de la colonización en las distintas regiones alrededor de El Líbano, su pueblo natal.
Entonces le pregunté si había conocido dos albergues en Mariquita, uno donde hay acogidos 25 ancianos desamparados y el otro a 25 muchachas violadas y agredidas por la guerrilla y me dijo que sí, que los había visitado y que tanto los ancianos como a las jóvenes estaban atendidos maravillosamente.
Fue entonces cuando le dije que esos dos albergues se habían construido con los beneficios que reportaron la venta de una novela mía, que había regalado a una Editorial solidaria, que actualmente sigue ocupándose de que no falte dinero para la alimentación, educación y atenciones sanitarias de los acogidos.
Estaba sentado tras la mesa y yo frente a él; en ese momento se levantó, rodeó la mesa y se plantó frente a mí, me miró a los ojos y, mientras se arremangaba -de la impoluta bata blanca que vestía- la manga del brazo izquierdo, me dijo: Mire señor, tengo en este momento la piel de gallina; jamás pude sospechar, cuando decidí venir a España a ejercer mi profesión y proseguir mis estudios, que en un pueblo de Castilla-La Mancha me iba a encontrar con el hombre que había escrito la novela con cuyos beneficios se hizo posible la construcción y mantenimiento de los albergues en mi tierra.
Deseo decirle que mi mamá se va a alegrar infinito cuando le diga que he conocido al autor del libro que tanto beneficio ha reportado a esos ancianos y niñas. Y quiero que sepa que le estaré eternamente agradecido y me gustaría que me diera su teléfono, su e-mail y sus señas para no perder el contacto con usted. Él me dio su correo electrónico y su teléfono.
Nos despedimos efusivamente y nada más llegar a mi casa le puse un e-mail como primer contacto; al día siguiente, por la mañana, recibí uno suyo, con este contenido:
“Señor José María: Como se lo he dicho en la consulta médica, es para mí un verdadero HONOR conocerlo. (Las mayúsculas son suyas).
Espero que este sea el primero de muchos encuentros, seguro que tenemos muchísimo de que hablar y compartir.
Un fuerte abrazo y bendiciones.
Ah, claro que esperaré el ejemplar de la novela, eso si con una buena dedicatoria.
Saludos a su Señora esposa esperando que se encuentre mejor de salud”.

Acontecimientos sencillos, como este, te alegran la vida, te dan ánimos para seguir escribiendo para los demás y te alivian de los sinsabores que producen algunos con sus difamaciones, injurias y denuncias.
Me vienen a la memoria las palabras de un sujeto, que en el colmo del rencor llegó a escribir que mi novela era una mierda, aunque unos meses antes la celebrase. Esa “mierda”, señor de Aragón, ha servido para llevar la felicidad a unos hombres, mujeres y niñas desamparados y maltratados. Pregúntele al Doctor Comba, al que Dios me ha puesto delante para que se sepa que no mentí y corroborar que usted difamó y ensució. Si, usted, cristiano confeso, cometió una grave calumnia y debería avergonzarse de sus palabras.
Me precio de tener muchos amigos y desde el día 20 uno más, el Doctor don Jhon Willian Comba Miranda. He mantenido, desde que nos conocimos, correspondencia con él y ahora sé que llegó a España a finales del mes de enero próximo pasado; que estudió la carrera de Medicina en la Universidad de Manizales, en el Departamento de Caldas (Colombia); que reside en Madrid donde se está preparando para el examen del MIR a fin de lograr una plaza en la especialidad de oftalmología.
Me dice que en España lo han tratado muy bien, como en su casa, y que si se presentara la oportunidad de quedarse en nuestro País, con toda seguridad, lo pensaría. Pues yo, mi querido amigo, le deseo que obtenga esa plaza y que se quede entre nosotros, personas como usted son muy necesarias porque sirven de ejemplo a los demás.
LA HONRADEZ Y LA VERDAD SIEMPRE RESPLANDECEN.
Escribir un libro, sin desear que los beneficios reviertan en uno mismo, es una loable tarea. Con DIÁLOGOS ENTRE EL FRASCO Y EL POCHO, el Sr. Redondo recibe sendos premios: el de la satisfacción por la autoría de una preciosa obra que queda como heredad para sus descendientes y admiradores y, el del beneficio otorgado a ciertas personas carentes de cosas que, por desidia, muchos mortales no sabemos valorar. Felicito a don José María Redondo, por su desprendimiento y por el placer de la lectura de un libro que me trasladó a épocas pasadas, y doy mi enhorabuena al doctor Comba por escoger la histórica ciudad de Almansa para realizar su ansiado MIR, pero sobre todo, por haber tenido la suerte de cruzarse con un ser talentoso y humano que, por su generosidad, estoy segura de que, en las alturas, ya tiene reservada una de las mejores plazas. Luna Blanca
ResponderEliminarSEÑOR JOSE MARIA
ResponderEliminarCON ADMIRACION PUEDO APRECIAR ESTA GRAN PUBLICACION QUE NACE DE UN ENCUENTRO LABORAL Y QUE DESARROLLA UNA DE LAS MAS HERMOSAS CUALIDADES DEL SER HUMANO. EL AMOR POR EL PROJIMO.
TAL SITUACION NOS OBLIGA A IR DESDE EL ARTE DE LA MEDICINA Y LA LITERATURA EN LA BUSQUEDA DE ESE SENTIR SUBLIME DE LA FELICIDAD Y QUE CUANDO LO VEMOS REFLEJADO EN ALGUIEN HACE QUE EL FRUTO DE NUESTRO SINCERO Y APASIONANTE TRABAJO TENGA SU VERDADERA RECOMPENSA, UN SENTIR UNICO QUE MOTIVA, DA TRANQUILIDAD, LLENA EL CORAZON DE AMOR Y LO MAS IMPORTANTE NO NECESITA SER RECONOCIDO POR NADIE.
ADEMAS CON LA CERTEZA, QUE HA COLABORADO CON EL BIENESTAR DE MI PUEBLO COLOMBIANO GRATITUD A UN SER MARAVILLOSO COMO USTED SEÑOR JOSE MARIA.
BENDICIONES.
Admirada y querida Luna Blanca: Desde esa Tacita de Plata, en cuya Universidad te admiran por tu talento literario, has escrito un mensaje que no sé si merezco pero que deja entrever lo hermoso de tu corazón y la sincera amistad que me profesas.
ResponderEliminarTú me conoces bien y sabes que mi mayor objetivo es laborar por los necesitados, los que carecen de todo, los parias de la humanidad abandonados a su suerte !A su suerte he dicho! Maldita suerte que solo les propicia hambre, miseria y enfermedades.
A mi lo único que me sobra es solidaridad y amor al prójimo, de todo lo demás tengo lo justo pero me conformo.
Si lo que sale de mi mente vale algo, creo que poco (sin falsa modestia), lo regalo y si se perforan 2 pozos de agua potable en Mali y pueden beber y asearse 150.000 personas ahora mismo !Bendito sea Dios! Si se acogen a niños abandonados en Cochabamba que rebuscaban entre la basura algo que llevarse a la boca !Bendito sea Dios! Si se construyen 2 albergues en Mariquita para acoger a ancianos abandonados y a niñas violadas y maltratadas !Bendito sea Dios!
Y si encima hay quien me insulta, me difama, me calumnia, me injuria y me denuncia por no callarme las injusticias que sobre mi persona han escrito !Bendito sea Dios!
Ten por seguro, amiga mía, que nadie me va a callar, que nadie va a impedir que siga haciendo lo que siempre hice. Yo puedo dormir a pierna suelta, los otros lo ignoro, pero...
Distinguido amigo Jhon: Tu mensaje deja entrever muchas cosas, entre ellas tu inteligencia y altura de miras, tu capacidad de raciocinio y tu generosidad.
ResponderEliminarEres nacido en una hermosa tierra -que me gustaría conocer pero que va a ser casi imposible por mi edad y mi fragil salud-. Una Nación que se puso el nombre del gran Cristóbal Colóm y que hace honor a él.
Una Nación que habla mi misma lengua, que adora a mi mismo Dios y que da personas como tu !Bendita sea!
Nos conocemos bien poco pero nos queremos mucho. Nunca te pregunté si eres creyente o no, pero me da lo mismo, eres de esa clase de personas con las que se puede ir hasta el infierno. Ni las creencias ni las ideas hacen mejores a las personas.
He conocido ateos y comunistas mejores personas que muchos del otro bando. Estoy convencido que la bondad, la generosidad, la solidaridad, la fraternidad, el altruismo y todas las virtudes del alma se llevan en los genes, son propias de los que en mi tierra se llaman "los bien nacidos".
Los otros, los que disfrutan calumniando, injuriando, difamando e insultanto no hay que olvidarlos, no es conveniente callarse, ya lo dijo un afamado filósofo: Si el bueno calla el malo gana.
Ellos se cavarán su propia fosa. Debemos sentir pena por ellos.
Un cordial y afectuoso saludo.
LA HONRADEZ Y LA VERDAD SIEMPRE RESPLANDECEN.
ResponderEliminarSEMOMAR
Es para mi un honor, ser considerado amigo de José Mª Redondo
Tortosa, por el simple hecho de haberlo conocido, por la escritura
entre otros libros, de DIALOGOS ENTRE EL FRASCO Y EL POCHO,
contando anécdotas de mi pueblo, y mas al saber que lo había
hecho de una forma altruista, que el beneficio se entregara a una
O.N.G. eso le honra como ser humano y como persona, al que
animo siga con sus versos y ripios, que me tiene cogido, tanto
es así que de uno de ellos" PERSONAJES DE OTROS TIEMPOS" me
estoy dedicando en cuerpo y alma, en conseguir material fotogra-
fico, para intentar hacer un trabajo que nos llene de satisfacción,
con la lectura y las imágenes,que lo pondremos a su disposición,
para que siga ampliando con su hermosa generosidad, esa ayuda
a otros seres humanos mas desfavorecidos del planeta.
Abrazos Sebastián Moya Martinez.
Mi mas enhorabuena a José María Redondo, por este articulo, en el que se hace referencia a la obra social realizada en Mariquita Tolima Colombia, gracias a la colaboración altruista y desinteresada de su obra titulada Diálogos entre el Frasco y el Pocho, de la que es autor.
ResponderEliminarGracias también al testimonio dado por el Doctor Comba, que con sus palabras despeja toda clase de dudas sobre la citada obra social, y haber si de una vez por todas, los incrédulos dejan de incordiad y menospreciar y dejen de insultar, difamar y calumniar a esta gran persona.
Un saludo