La charla sobre los problemas económicos de los ayuntamientos en TVA, El Candil (9 – 12 – 10), está siendo relajante. Tanto, que apertrechado en el sofá y medio tumbado con los pies a la “americana” el sopor se apodera a impulsos, solo roto por la fuerte voz de Francisco Núñez dando una enérgica lección sencilla de economía “doméstica” o Pascual Blanco añadiendo salidas disparadas como “además del pariente pobre, somos el tonto del pueblo”; otro descansillo sigue con la suavidad dialéctica de Juan Manuel Jurado con que esto ocurre y ha ocurrido con todos los partidos gobernante y que ninguno se ha decidido en reformar la financiación de las haciendas locales (que en lugar del 13 % fuera el 25 %) , y la presencia imponente de Llanos Doñate vertiendo una de cal y otra de arena, facturas incluidas.
Todos de acuerdo: los ayuntamientos deberían de recibir más dinero de las administraciones mayores. Las haciendas locales van mermadas, las recaudaciones municipales han bajado (sobre todo lo proveniente de la construcción).
[Haciendo de rebelde con causa, se podría decir que: lo que hay en el saco estatal es lo que hay. Si se lleva más lo local, queda menos para lo regional y nacional; entonces nada habría que objetar a que se restringiesen o eliminasen servicios de sus competencias respectivas. Pero claro es difícil soslayar lo cercano y ponerse en la contemplación objetiva de lo global].
Los que actualmente llevan el gobierno municipal remarcan que con menos recursos tienen que dar los mismos servicios y que es un problema que con fondos de otras administraciones se pongan en funcionamiento determinados servicios y que si luego no viene dinero suficiente, la administración local no va a dejar que funcionen y tiene que hacerse con los costes. Blanco hace una crítica dura de la existencia de tantas administraciones con solapes burocráticos con aumentos del gasto; tira mucho contra las diputaciones, hasta el punto de que está convencido de que no deberían existir. Jurado no comparte aunque sí es partidario de hacer una relectura de los cometidos de las diputaciones y de que se empleasen en las atenciones de los municipios que por su pequeñez económica no puedan atender los servicios por sí mismas.
Se aviva el debate, como siempre que sale la comparativa de la gestión municipal con agujero negro, tan oscuro para el telespectador que se queda siempre en la creencia.
Los que actualmente llevan el gobierno municipal remarcan que con menos recursos tienen que dar los mismos servicios y que es un problema que con fondos de otras administraciones se pongan en funcionamiento determinados servicios y que si luego no viene dinero suficiente, la administración local no va a dejar que funcionen y tiene que hacerse con los costes. Blanco hace una crítica dura de la existencia de tantas administraciones con solapes burocráticos con aumentos del gasto; tira mucho contra las diputaciones, hasta el punto de que está convencido de que no deberían existir. Jurado no comparte aunque sí es partidario de hacer una relectura de los cometidos de las diputaciones y de que se empleasen en las atenciones de los municipios que por su pequeñez económica no puedan atender los servicios por sí mismas.
Se aviva el debate, como siempre que sale la comparativa de la gestión municipal con agujero negro, tan oscuro para el telespectador que se queda siempre en la creencia.
Todos de acuerdo en la austeridad recortando, pero no lo están tanto ni en el cómo ni en y en el qué. Como siempre naturalmente.
Lo más claro que tengo, es que me esperan las blancas sábanas.
Buenas noches
Antefaz
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