El Aeropuerto de Ciudad Real tiene deudas por valor de 319 millones de euros
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| Vista exterior del aeropuerto de Ciudad Real (Archivo) |
El Confidencial - Carlos Otto (Ciudad Real).-20/01/2011 (06:00h)
El informe concursal del Aeropuerto de Ciudad Real ha desvelado una serie de astronómicas deudas que no han dejado de aumentar desde el inicio de las operaciones. Y el futuro no pinta nada bien, ya que en el último balance anual (de 2009) el aeródromo arrojaba 35,4 millones de euros en gastos frente al discretísimo millón y medio de euros en ingresos. Además, los administradores han cargado contra la infraestructura, a la que acusan de no haber desarrollado un modelo de negocio ni unas previsiones económicas realistas.
Hasta 106 de los 319 millones de deuda proceden de los litigios judiciales que enfrentan al aeropuerto con los vecinos de los municipios cercanos a la infraestructura, cuyos terrenos fueron expropiados por un justiprecio que actualmente está siendo evaluado por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha. Los otros 213 millones proceden de las numerosísimas deudas que el aeródromo mantiene aún con aerolíneas, entidades bancarias, ayuntamientos, proveedores o despachos de abogados, entre otros. Algunos de los acreedores más destacados son los siguientes:
Caja Castilla-La Mancha: 174 millones de euros
Air Nostrum: 2,6 millones de euros
Air Berlín: 1,8 millones de euros
Cajasol: 37 millones de euros
Cajasur: 22 millones de euros
Montreal Ruteso y Aplicaciones: 17,3 millones de euros
UTE Aeropuerto de Ciudad Real: 20,7 millones de euros
Bufete de abogados Díaz de Mera (propiedad de Antonio Díaz de Mera, hermano de uno de los promotores del Aeropuerto): 500.000 euros
Consejería de Economía de Castilla-La Mancha: 1,2 millones de euros
Telefónica: 1,4 millones de euros
El activo del Aeropuerto se sitúa en 696,9 millones de euros, una cantidad que, si bien es alta, no llega, ni mucho menos, a la ofrecida por la propia infraestructura hace un tiempo. Y es que, mientras el aeropuerto valora sus terrenos industriales en 861 millones de euros, la pericial encargada por los administradores concursales tasa dichos terrenos en apenas 384 millones.
Un modelo de negocio inexistente
La administración concursal también lanza, en su informe, diversos tirones de orejas al aeropuerto al hilo del negocio que se pretendía llevar a cabo. Al analizar el primer estudio, los administradores aseguran que éste “no contempla en ningún caso un plan y análisis financiero de las inversiones ni las fuentes de financiación del proyecto”. Incluso cuando había modelo de negocio, éste no parece en modo alguno realista: “Sobre la base de este plan financiero no existen estudios de mercado, análisis de la demanda, que justifiquen el tráfico estimado”.
De este modo, el aeropuerto se configuró en torno a una situación en la que “ninguna de la previsiones, ni las más pesimistas, han acertado, en ninguna de sus facetas, pero en casi todos los informes se olvida la financiación del aeropuerto, quizá sea debida a la existencia de un socio financiero, pero la realidad es que llegamos al concurso con pasivo de más de 300 millones de euros en gran medida, correspondientes a créditos por inmovilizado, y a corto plazo”.
Una venta... que nunca llegó
Si los primeros estudios no parecían ser realistas a la hora de construir una viabilidad económica para el aeropuerto, la sucesión de acontecimiento tampoco hace pensar que los promotores creyeran realmente en el proyecto. Sultanes árabes, Abu Dhabi, fondos de pensiones, el Ejército de Estados Unidos, el Ministerio de Defensa... los promotores querían venderlo desde mayo de 2007 (un año y medio antes de que se abriera) y no pararon en sus intentos hasta la llegada del concurso de acreedores. Sin embargo, ningún aparente comprador se ha decidido a invertir en un aeropuerto acosado por las deudas y cuyo valor disminuye de forma tan veloz como exponencial.
Como guinda a este serial de cuatro reportajes, El Confidencial hace público el informe concursal y lo pone a disposición de sus lectores, que lo pueden descargar libremente aquí y aquí.
Hasta 106 de los 319 millones de deuda proceden de los litigios judiciales que enfrentan al aeropuerto con los vecinos de los municipios cercanos a la infraestructura, cuyos terrenos fueron expropiados por un justiprecio que actualmente está siendo evaluado por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha. Los otros 213 millones proceden de las numerosísimas deudas que el aeródromo mantiene aún con aerolíneas, entidades bancarias, ayuntamientos, proveedores o despachos de abogados, entre otros. Algunos de los acreedores más destacados son los siguientes:
Caja Castilla-La Mancha: 174 millones de euros
Air Nostrum: 2,6 millones de euros
Air Berlín: 1,8 millones de euros
Cajasol: 37 millones de euros
Cajasur: 22 millones de euros
Montreal Ruteso y Aplicaciones: 17,3 millones de euros
UTE Aeropuerto de Ciudad Real: 20,7 millones de euros
Bufete de abogados Díaz de Mera (propiedad de Antonio Díaz de Mera, hermano de uno de los promotores del Aeropuerto): 500.000 euros
Consejería de Economía de Castilla-La Mancha: 1,2 millones de euros
Telefónica: 1,4 millones de euros
El activo del Aeropuerto se sitúa en 696,9 millones de euros, una cantidad que, si bien es alta, no llega, ni mucho menos, a la ofrecida por la propia infraestructura hace un tiempo. Y es que, mientras el aeropuerto valora sus terrenos industriales en 861 millones de euros, la pericial encargada por los administradores concursales tasa dichos terrenos en apenas 384 millones.
Un modelo de negocio inexistente
La administración concursal también lanza, en su informe, diversos tirones de orejas al aeropuerto al hilo del negocio que se pretendía llevar a cabo. Al analizar el primer estudio, los administradores aseguran que éste “no contempla en ningún caso un plan y análisis financiero de las inversiones ni las fuentes de financiación del proyecto”. Incluso cuando había modelo de negocio, éste no parece en modo alguno realista: “Sobre la base de este plan financiero no existen estudios de mercado, análisis de la demanda, que justifiquen el tráfico estimado”.
De este modo, el aeropuerto se configuró en torno a una situación en la que “ninguna de la previsiones, ni las más pesimistas, han acertado, en ninguna de sus facetas, pero en casi todos los informes se olvida la financiación del aeropuerto, quizá sea debida a la existencia de un socio financiero, pero la realidad es que llegamos al concurso con pasivo de más de 300 millones de euros en gran medida, correspondientes a créditos por inmovilizado, y a corto plazo”.
Una venta... que nunca llegó
Si los primeros estudios no parecían ser realistas a la hora de construir una viabilidad económica para el aeropuerto, la sucesión de acontecimiento tampoco hace pensar que los promotores creyeran realmente en el proyecto. Sultanes árabes, Abu Dhabi, fondos de pensiones, el Ejército de Estados Unidos, el Ministerio de Defensa... los promotores querían venderlo desde mayo de 2007 (un año y medio antes de que se abriera) y no pararon en sus intentos hasta la llegada del concurso de acreedores. Sin embargo, ningún aparente comprador se ha decidido a invertir en un aeropuerto acosado por las deudas y cuyo valor disminuye de forma tan veloz como exponencial.
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