PROHIBIDO PROHIBIR.

Por Armando Gresca y Lío.

En un artículo anterior, que apareció en este foro, me explayé con el tema de ETA. Y es que hablar de esta banda de criminales te puede llevar a rellenar cientos de folios y casi no acabas.

Debo reseñar que varios centenares de compañeros míos cayeron abatidos por las balas y las bombas de esta gentuza; he tenido que asistir a varios sepelios de compañeros y lo he dicho y lo mantengo: jamás los perdonaré, aunque soy creyente. No les concedo lo que no se merecen y que mi Dios me perdone. El día que esos centenares de madres de asesinos pidan perdón por los hechos sanguinarios y canalladas-salvajadas cometidos por sus hijos tal vez recapacite y lo haga.


Cuando voy a mi pueblo, la primera visita es para una anciana, de más de 80 años, con el rostro arrugado, el pelo blanquísimo y ciega. ETA asesinó a su único hijo en Eibar en agosto de 1979, cuando contaba 25 años de edad y su esposa estaba embarazada de 7 meses. Cuando mataron a su hijo tenía el pelo negro y la vista normal, pero han sido tantas las lágrimas que ha derramado y tantas las noches sin dormir que en pocos meses encaneció y perdió la visión. No, no los perdono. Las ideas se pueden debatir en los Parlamentos, por muy descabelladas que puedan ser, pero querer imponer una ideología a tiros y a bombazos, jamás.

Creo que en estos momentos ETA está en su recta final; sus máximos responsables -entre ellos el siniestro Josu Ternera- saben que no tienen otra salida que entregar las armas sin ninguna contrapartida pero, y aquí viene lo peliagudo del asunto ¿Quién ha de ser el que apague la luz y diga ya vasta? ¿Quién ha de ser el que reconozca que han asesinado a casi mil personas y no ha servido para nada porque no han conseguido sus objetivos?

Espero que por una sola vez alguien tenga la suficiente claridad de ideas y sepa reconocer una equivocación que ya dura casi 50 años. Pero aunque esto llegue, no echemos las campanas al vuelo porque, y de ello no quisiera estar seguro, quedará algún descerebrado que quiera seguir y pueda amargarnos algún día con nuevos asesinatos.

Pero tengo que cambiar de tercio, y empleo este símil taurino porque voy a hablar de alguien que nos está toreando desde que llegó al poder. No hace falta decirles que me estoy refiriendo al Zapa. Al castellano-leonés que se propuso y casi lo está consiguiendo, jodernos a todos con sus mentiras.

Este mal gobernante va a pasar a la Historia como el político más mentiroso que jamás haya existido. Ayer decía una cosa y hoy la contraria; ayer decía que no mantenía contactos ni conversaciones con ETA y hoy sabemos que llevaba años haciéndolo. Ayer decía que nunca restringiría las libertades de los ciudadanos y hoy quita los Crucifijos de las escuelas, cierra al culto el Valle de los Caídos y las Capillas de algunas Universidades, y permite, eso sí, que las menores puedan abortar sin decir ni pío a nadie.

Ayer decía que nunca rebajaría, y menos quitaría, derechos sociales de ningún tipo a los trabajadores y hoy rebaja el sueldo de los funcionarios, congela el de los pensionistas y quiere aumentar la edad de jubilación. Ayer decía que la Banca española era la más solvente de Europa y más tarde les inyecta 150.000.000 millones de euros. Ayer decía que iba a crear dos millones y medio de puestos de trabajo y hoy tenemos a casi cinco millones en las listas, el porcentaje más alto de la Europa comunitaria.

Para contentar a unos perjudica a otros. Prohíbe fumar en aquellos lugares públicos (bares, cafeterías, restaurantes, pub, tabernas, etc.) que no reúnan ciertos requisitos si no se adaptan a las nuevas normas. Muchos de ellos gastan un dineral en acomodar su establecimiento para que los que sean fumadores puedan hacerlo sin perjudicar a los no fumadores, y poco después entierra esa norma y prohíbe totalmente que se pueda fumar en cualquier establecimiento público.

Pues mire usted, señora Ministra, eso solo lo hacen las dictaduras: prohibir lo que les da la gana sin tener en cuenta a quienes perjudica o a quienes favorece. Somos más los fumadores que los no fumadores, son más los establecimientos que permiten fumar que los que no, son más los que han gastado una millonada en adaptar su negocio para que puedan visitarlo unos y otros y ahora se van a tener que agarrar las pelotas para no mentarle a su familia.

Ustedes, que dicen ser el paradigma de la tolerancia, no prohíben el cultivo del tabaco, su elaboración, distribución y venta, porque son unos ingresos muy sustanciosos, y quieren que no fumemos para que no perjudiquemos a los que no fuman.

Señora suya, soy fumador y ni usted ni nadie me va a impedir que lo siga siendo; no quiero perjudicar a nadie y es por eso que si los que no fuman tienen su derecho a no ser fumadores pasivos, yo también tengo los míos para matarme como me salga de las varices. Si los que no fuman tienen derecho a poder entrar en un establecimiento donde no haya humo de tabaco, yo también tengo el mismo derecho a poder ir a uno donde pueda fumarme un caliqueño sin molestar a nadie.

No sería más lógico y sensato que haya establecimientos donde se pueda fumar y otros donde no; y que sean los propietarios de esos establecimientos los que elijan para que sea el público el que haga de su capa un sayo.

No han pensado en la posibilidad, casi cierta, de que muchos establecimientos van a tener que poner el candado porque se van a quedar sin clientela y van a ir al paro miles de trabajadores, que van a engrosar la ya larga lista de desocupados.

En las cajetillas de tabaco se pueden leer algunas frases con la sana intención de que el fumador recapacite y lo deje. Una de ellas dice: FUMAR ES MALO Y PERJUDICA GRAVEMENTE SU SALUD.

Yo pondría también esta: FUMAR ES MALO, PERO ZAPATERO ES PEOR.