Las fuerzas vivas

11 – 6 -  11. Por pantalla de televisor, TVA  retransmite la constitución del Ayuntamiento y la elección de alcalde.

Expectación. Por el salón de Plenos, domina el traje oscuro de las casacas de los bravos aguerridos y salpica el campo de operaciones los multicolores de las féminas tan corajudas como ellos. Algunos deambulan de allá para acá como reconociendo el terreno, para acabar sentándose en su formación.

Entre los corrillos inquietos, cruzando y descruzando el marco, anda garbosa Isabel Millán “mariscala” de campo organizando, poniendo a punto el escenario para lo que allí se libre.   

Al fondo se conempla la formidable copia del cuadro de la batalla de Almansa, y se va a desarrollar trescientos años cumplidos otra batalla, pero incruenta, más civilizada; una fiesta triunfal (para algunos por lo menos) y democrática para todos. Se sitúan disciplente y disciplinadamente las fuerzas aliadas (PP – AEIA) a la derecha del impresionante citado óleo, y después a la izquierda, en bloque, toma posiciones la fuerza monocolor (PSOE). En el centro preside el alcalde también como mesa de edad con la más joven concejala, y al tanto del protocolo ceremonial el secretario.

Desde la pared lateral derecha les observan los retratos de tres alcaldes que han sido, como testigos impertérritos, conocedores vividores del acontecimiento

Atrás un llenazo, un público motivado, desde las autoridades hasta los familiares, amigos, militantes, simpatizantes, curiosos, hasta masocas; y por cualquier parte desemboscados los reporteros gráficos, ladeados, estirados, agachados, metidos por los lugares más inverosímiles.

Los concejales electos van a jurar o prometer el cargo, que serán justos, honorables, y leales luchadores por la causa, y así estar ya preparados para ejercer. 

Se inicia el desfile, lo que constituye no solo una formalidad, sino un espectacular pase muestrario de presentación ante su pueblo.

Responden a la llamada y se inicia el paseíllo. A Pardo no se le oye por un fallo de la ampliación fonotécnica; y raudamente acude la protectora Isabel Millán y lo arregla en un visto y no visto. Van prometiendo y el alcalde les va imponiendo el cordón de concejal, con saludo manual a los caballeros y con besos a dos manos a las damas; consecutivamente y uniformemente todo el grupo ha ido lanzando munición de una sola clase, la del prometo(ni siquiera Jurado, jura); el bando del Este ha mostrado uniformidad en el decir. Desde el Oeste, el lado aliado va saliendo comenzando los juros, pero entremezclados con varios prometo, seguidos del mismo ceremonial de imposición delcordón, saludo, y besos sin distinciones de trato; en el bando aliado ha habido multiformidad en alianza de formaciones.

Concluye el arrojo. Y en cuanto al compromiso con la verdad, aunque no tenga ningún valor determinativo, ha sido así:

Prometo:  9 (PSOE) + 2 (PP) + 2(AEIA) = 13. Prometer es asegurar la certeza de lo que se dice.

Juro:  6 (PP) + 1 (AEIA) + 1 (DPA) = 8.   Jurar es poner a Dios por testigo.

[Que cada cual saque sus consecuencias].

Investidos de autoridad, los veintiuno, van a determinar quien será el jefe del gobierno municipal, es decir el nuevo alcalde. Nuevo despliegue con el arma de papel vertiendo su poder por la ranura de una urna, donde un conglomerado de papeletas (la guerra de papel, a diferencia…) dará la victoria a un bando con el nombre de su jefe.

Y con sucesivos metisaca de mano, del escrutinio resulta:

11 Francisco Javier Núñez; 9 Francisco Javier Pardo; 1 María José Almendros.

El hombre de la vara, depués de la batalla, le traspasa al nuevo alcalde Núñez esa vara ya gastada para que la conviertan con acuerdos en nuevo bastón de mando; aunque en estos tiempos que corren, mejor es que le hubiera entregado el volante para conducir por rutas triunfales el camión con trailer Consistorial.

El discurso  consecuente del novel alcalde es clásico, en intenciones y deseos; cumplido en honras, alabanzas y agradecimientos familiares y generales; pormenorizado en objetivos y actuaciones. Y todo con emoción contenida, desplegando una madurez temprana por lo mucho que le queda en estos aconteceres. No se si será esto lo que se lleva, se hizo un poco largo, pero se disculpa, es su momento.

Y el mío de dejarlo. Sin querer se me guiña un ojo.

Respetuosamente

Antefaz