En Almansa al día (6 – 2 – 13) de Tv Almansa. Regateando con el Plan

La presentadora, como siempre animosa sin síntomas de cansancio, después de un buen rato de entrevistas, presenta a Antonia Millán, a Pedro García, a Rosa Martínez y a Francisco Pardo. E informa que hoy va a ir del Plan de desarrollo socioeconómico, que se va a prolongar replanteando los objetivos porque la situación económica y social ha cambiado. Y pregunta cuales deberían ser los objetivos.

Al punto se oye decir a Millán, unificar los agentes, seguir la ruta, consecuciones, objetivos según necesidades; el telespectador oyente se va preguntando ¿pero de qué va esto? ¿qué hace el Plan? ¿quiénes lo dirigen o realizan o cual es su mecánica de trabajo o cómo se toman las decisiones? o incluso ¿dónde se reúnen y con qué frecuencia?, hasta por el origen ¿de dónde o de quien viene la idea de su formación? (en honor a lo dicho, Millán confiesa que es posible que no lo han comunicado bien y que luego lo dirá). Por lo oído debe haber sido tan efectivo que lo van a prorrogar adaptándolo a los nuevos tiempos a la vez que le van cambian el nombre por “Almansa impulsa” [a veces se producen cambios de nombre para seguir igual…se espera que no sea este el caso, ¿no es muy genérico ese “impulsa”? ¿no es muy utópico tener a toda la población pendiente y empujando el Plan, o es más una frase políticamente correcta?]; de todas las formas a ver si con el cambio de nombre hay cambios (con la objeción de que si las cosas iban bien ¿para qué cambiar?... claro que así pueden ir mejor), con una novedad, muy importante la formación de una plataforma web como medio de coordinación… a ver, a ver.

García se suelta por la banda con alardes de velocidad y construcción de juego, más de brillantez (hace lucir la herramienta, el análisis, la clave, etc.) que de contención.

Martínez contemporiza bastante, aunque destaca [juiciosamente una realidad muy frecuente] que siendo el Plan una herramienta, lo que se pone encima de la mesa se queda un poco como papel mojado [hubiera sido conveniente conocer algunos ejemplos]; casi toda la función estuvo con sus apreciaciones usuales al margen de de la dirección de las bolas que pasaban de sus lados izquierdo y derecho por delante de ella.  

Pardo como un centrocampista todo terreno, tapaba huecos y en cuanto le ofrecía una oportunidad el contrario, metía el cuero con determinación apodíctica por las fisuras que encontraba del discurso de la parte contraria, y cuando no las había de inmediato se iba al remate directamente sacando el arsenal que lleva preparado en la reserva. Su moviola nos muestra: menos planes y más realidades, menos documentos en papel y más puestos de trabajo, con el efectivo machaconeo del menos y más, con que dicen palabras vacías [con qué visión de juego advierte lo que muchas personas se estarían preguntando: ¿en qué consiste esto?]; sus regates y protección de la bola, repetidamente como un “tiki – taka” con un “no sé si merece la pena” gastar tanto dinero en una consultora, - en promocionar una web, - en la asistencia técnica, [llega a las gradas] y culmina con un pase preciso al hueco, cuando desvela que todo lo que se saca después de esos gastos, es para saber lo que ya se sabe y que se podría hacer internamente [ácida crítica que va al meollo del área].

Millán en plan representativo de capitana controla desde el centro de la defensa para contrarrestar con ataque; y deteniéndose poco en el desentrañamiento de las facturas,  se desentiende algo de la cobertura y se lanza a ensalzar las venturas de las diferentes mesas del Plan [pero cuando habla y juega ¿por qué mira y se dirige tanto a presentadora y árbitra de este encuentro? (quien por cierto la escucha con gesto de mucha atención)], relatando un montón de logros (con abundante sonrisa de su parte) [entonces ¿son la mesas las que lo consiguen y tienen el mérito de que se realicen esas acciones? ¿son unos órganos consultivos o decisorios? ¿en que parte o proporción entra el Ayuntamiento?]. Se alarga tanto que la árbitra le insta a que no acapare el tiempo de posesión, pero ella con el beneplácito arbitral desea antes de terminar enarbolar la consecución de los fondos FEDER “con la ayuda de esa consultora que al señor Pardo le gusta tanto” [le guardaba esa misiva irónica que Pardo escucha con mirada “cautivadora”] y que están atentos a conseguir de esos fondos con diferentes finalidades. Prefiere más que despejar balones - cuando alcanza uno – recorrer todo el campo dejando una estela de logros con pases y pases de papeles encima dela mesa.

García sigue con sus herramientas, quiere trasladar que el mensaje no sea negativo que se intenten desarrollar cosas nuevas. (Interrumpe la presentadora a cuento de lo que dice el poseedor del balón, para manifestar lo que llevaría ella en la cabeza desde el principio diciendo que con las explicaciones de los objetivos Millán ha aclarado lo del cometido de las mesas del Plan [pero siguen vigentes las interrogaciones complementarias que sobre esto he puesto antes], sigue con las herramientas, pero dice algo que en el litigio político es muy común “es muy fácil decir que para qué sirve[el Plan], si no lo tuviéramos nos dirían que por qué no está, y ahora que está, nos dicen que para qué está” [aquí hace un caño seguido de rabona espectacular]. 

Martínez valora positivamente lo del casco histórico, desde la línea del linier hecha de menos el relanzamiento en el tejido industrial, que el Ayuntamiento no lo crea pero que ponga las condiciones [¿cuantísimas veces hemos oído lo mismo?], que busque para atraer empresas [se queda controlando en la línea del fuera de juego, sin continuar].

Con ocasión de la entrada de Pardo, se entiende de refilón que de los agentes de las mesas salen proposiciones y el Ayuntamiento las toma o considera para llevarlas a efecto, pero sigue con la crítica de como si no se supiera lo que hacía falta y que no hacía falta gastarse 100 mil € en conocer lo que todo el mundo ve cuando pasa por la calle; sigue distribuyendo objeciones como que no se han cumplido los objetivos de los que hace un repaso machacando con uno detrás de otro, penetra hasta la misma área de penalti [es el conocido desencaje entre intenciones y realizaciones, tan común en las propuestas] para poner de manifiesto que esos objetivos son los que tenían que haber conseguido y no hacer ese librito que ha costado 108 mil €, terminando con un recorte que casi se sale de la cancha de juego.

[Ha dejado ahí “terreno que cortar” para el contrataque; oigamos, oigamos]

Millán, que no ha costado ese dinero - como de pasada – y no se detiene; se va por el tejido industrial con que el Alcalde ha intermediado muchas veces ( y Pardo que no se ha notado nada – y la otra que con ellos tampoco con las empresas cerrando – y el otro que se lo puede explicar), que se ha intentado, y sale lo de, “por cierto pendiente de pago de la época socialista, no nos olvidemos de quien dejó en la ruina Castilla La Mancha”  e interrumpe Pardo, “sí, sí, claro, claro, búscate otra escusa” “la de la herencia, fíjate qué herencia os dejamos que todavía  no habéis conseguido liquidar [entendí algo así (al mezclarse las voces)] en tres años, fíjate que herencia os dejamos, no sería tan mala”. Y ella sin desmelenarse arguye que esto no es una barita mágica, que es una herramienta de trabajo [parece que gusta eso de la herramienta] y le reprocha a su interlocutor que equivocan el tiro en el sentido de es conveniente estar todos unidos para tirar del carro [es corriente que el gobierno le diga eso a la oposición] y no tanto criticar, que propongan, y si algo no les gusta que no lloren como un niño [lo dice con resuavidad lentamente regodeándose en sus palabras], y que hay propuestas de los agentes económicos que han salido adelante, y continúa con que “los únicos que estáis fuera porque no queréis trabajar, esa es la pura realidad, sois vosotros” [fuertísimo ataque con maneras delicadas] y Pardo que sindicato ni recuerda la última vez que llamaste para reunirse “qué me estás explicando, qué me estás diciendo”, y ella - tengo las actas, y él - cuelgalas en la página web y así nos enteramos todos; ella conduce la pelota por diferentes campos sin síntomas de fatiga, expresando sus palabras picoteras acompañadas de sonrisas y accionamientos de manos para el lucimiento hacia las gradas.

García de acuerdo con el corifeo anterior, y que todo eso porque se compite con otras ciudades, que hay que seguir buscando inversiones y hacer que se conozca Almansa siendo atractiva; continúa conque tiene que hacerlo también la iniciativa privada, que el crédito vuelva fluir [también le gusta tener la posesión de la pelota y demuestra su facilidad y toque continuado hasta con rotaciones]; a Pardo le refiere que sí, que se saben los objetivos, pero es bueno tenerlos escritos señalando el camino.

Martínez con serenidad que hay que dar a conocer esa herramienta, que están de acuerdo con lo que se ha hecho que se han hecho muchas cosas, pero que también han quedado otras en el camino muy importantes; desde la linea de dentro de juego anima a que la iniciativa privada resurja

Pardo entra con calma con que también comparte los objetivos, pero al pronto zapatazo a la bola, diciendo que el problema es que no se han cumplido y despliega una serie extensa de faltas de realizaciones, y que tiran el dinero en cosas que no valen para nada, y sin despeinarse se va creciendo tanto que suelta un zambombazo con el empeine que trasciende hasta los límites del campo, soltando lo del recorte de servicios, lo del despido de trabajadores municipales, que están apretando las  clavijas a los ciudadanos de Almansa que tienen que pagar más, y que con ese dinero no son capaces de poner en marcha esas iniciativas, le desmarca tanto pase y pase de papeles que lo enmarca diciendo que es la triste realidad que se encubre detrás del papel cuché, de los cuadernitos y de esas iniciativa con esos nombres tan rimbombantes [crítica fuerte].

Millán para empezar  le despeja un “Paco yo creo que cuando lees las cosas no terminas de entenderlas” [¿a qué altura le pone? soltándolo candorosamente], y justifica conque necesitaban de la experiencia de quienes les han hecho ese trabajo, experiencia en la tramitación de ordenanzas; y Pardo interrumpe desafiante “¿quieres que te haga yo la ordenanza, yo mañana te la hago gratis?” [ahí queda eso], y ella “oye, mañana me haces la ordenanza”, y él ríe levemente, y ella añade “mañana quiero la ordenanza encima de la mesa, conforme a los nuevos criterios que se han negociado”, y él “cancela, cancela, si me enseñas el decreto cancelando los dos mil €, el grupo municipal Socialista te lo hacemos, a coste cero” y ella se zafa [había ahí una apuesta interesante] con el vamos a terminar y le invita al grupo Socialista a que asista a reuniones haciendo alguna aportación y sobre todo hay que trabajar en red [en el circo tiene más mérito sin red]; no se para casi en replicar y prefiere desarrollar su juego con posibilidades de ir hacia delante.

García desde su posición de apoyo lanza balones altos con mensaje positivo, apoyándose en muchas vertientes donde actuar [demuestra facundia].

Martínez, cuantas más cosas e hagan mejor.

Pardo, en la última oportunidad, sin preliminares ni calentamientos, se emplea a fondo y descerraja con que en el año 2009 Almansa tenía 3.000 desempleados y en este momento, en  2013, tiene 3.700 desempleados, en lo que se basa para decir que esa es la mejor prueba de que ese Plan no ha funcionado, que si con el nuevo Plan se reduce el paro lo dará por bien hecho y mientras tanto su posición debe de ser crítica (Millán no puede aguantar y se le oye le preguntaremos al señor a Barreda…la diluyen) y que alguna responsabilidad tendrá el equipo de gobierno en ese aumento del paro sin caer en la demagogia de que sea la culpa absoluta suya, pero que con papelitos de esos no se soluciona a nadie la papeleta [qué potencia lleva ese último remate; la defensa “millanesa” se quedaría con las ganas de despejar, pero suena el pitido final; y surge la pregunta ¿quién o quiénes determinan el orden de los turnos para intervenir?].

Se demostró en la charla – coloquio – debate, como de cualquier asunto se puede sacar y hasta discutir (claro que la presencia de Pardo y Millán da mucho juego, el primero distribuye tácticamente y sabe buscar los espacios por donde “meter el balón” y la segunda repele o esquiva según convenga con verbo conciso y ademanes de complacencia; el uno y la otra incluso emplean la estrategia de manera que su juego trascienda fuera del rectángulo temático).

La árbitra llevó el encuentro fácilmente con hilo largo que no se tensó, sin lesiones ni expulsiones.

El balón quedó en el aire para seguir jugándolo.

Se despide cordialmente (como no puede ser de otra manera)

Antefaz