Cuando pase esta generación ¿cuántos van a quedar que asistan, por ejemplo, a misa?.
Claro que de seguir así; se dirá que lo mismo que puede ir en un sentido puede ir al contrario?, pero ¿por qué casuística van a volver a las catacumbas?. ¿No está pidiendo en la Iglesia una renovación profunda y por ende superficial en las manifestaciones externas? ¿Hay que interpretar los libros Sagrados, al pie de la letra unas veces o en ciertos lugares y metafóricamente o ampliamente en otros pasajes?.
Al fin y al cabo la iglesia, aún teniendo origen de mandato divino “sobre ti edificaré mi Iglesia”, es obra humana y por tanto susceptible de caer en debilidades: emporios, despegos, constricciones y obligaciones indicativas para la salvación y resolutivas en sus propios Mandamientos (¿son estos inmutables en el tiempo?).
Les albaceteñes se casan en mayor número ya, por lo civil que por la Iglesia. A misa van“cuatro” viejes, no se ve gente jóven apenas. La decadencia en los cultos, la descreencia en ella es acelerada en esta generación ¿hasta donde bajará el número de practicantes?. ¿Qué puede hacer la Iglesia para ganar acólitos y fervientes seguidores, que no sean les que van quedando henchidos de beateria y cantos místicos? Una feligresía fuerte evangélica, y no caer en la sensiblería de templo para dentro, de rutinas confesables en persona directamente.
Por cierto de la confesión, MANTENGO LA TESIS de que tal como está concebida ALEJA a los fieles de la Iglesia, quedando solo los más enfervorizados, pues ¿no aparta a muchísima gente del culto? cuando sus pecados son por llamarlos “normales” o “corrientes” o “comunes“ frecuentes” ¡y tenga que hablarlo con un cura por obligación! (sí, que lo pudiera hacer de esa manera cuando esa persona lo desee o lo necesite para descargarse con un ministro de la Iglesia, pero que tenga que ser así hasta para unas tentaciones no reprimidas de las más“naturales” (por otro lado antinaturales) no permitidas; los mismos pecados semana tras semana contarlos a un confesor persona a persona ; eso RETRAE a muchísima gente (es una opinión), y aún más a casi toda la juventud de acercarse a la Iglesia y por tanto al templo para cumplir con la Eucaristía, y a raíz de esta con los demás cultos y las indicaciones de vida cristiana. ¿No hay otra manera de arrepentimiento como en un acto singular, específico, dentro del culto con la presencia del sacerdote, para perdonar los pecados?, tras un íntimo arrepentimiento y propósito de enmienda. Lo de cumplir la penitencia impuesta (esto no aparta a nadie de participar) ¿de donde viene?... ¿una interpretación eclesial?.
“Perdonareis los pecados”. ¿La confesión persona a persona?. Para esto ¿es que hace falta que los conozca al detalle el sacerdote?; Dios omnipresente y omnipotente perdona todos los pecados, sean los que sean, y el cura sin necesidad de saber cuales son, pues ya han sido directamente dirigidos en un acto directo con Dios, lo que hace es perdonarlos en nombre del Señor poniéndolo de manifiesto visiblemente.
Perdonareis los pecados. ¿La interpretación de los Evangelios por mediación de la Iglesia... es abierta hasta cierto punto o es literal?. ¿Por qué no la confesión en comunicación directa con Dios en su infinita misericordia, para que en un momento determinado de la misa (o en una liturgia específica iluminada por la doctrina católica), el sacerdote perdone los pecados de los fieles que previamente han hecho un acto de conciencia con contrición, arrepentimiento y propósito de enmienda?. En el fondo, ¿por qué no sería equivalente?, y que la Iglesia lo dogmatizase para tranquilidad de sus fieles. Me da con mucha convencimiento que el acercamiento a la Eucaristía SERÍA ENORMEMENTE MAYOR.
Y de ahí arrancaría la participación verdadera en los cultos, festividades con sentido religioso, y demás actos eclesiales. Tendría que haber una publicidad tal que llegase con una declaración solemne del Papa urbi et orbi (a la ciudad y al mundo) que llegase a toda la cristiandad para despertar a las almas dormidas.
Por otra parte, ¡como calaría!, en esta juventud pasota, pasiva, crítica con el status religioso, si comtemplara por la calle, fuera de sus oficinas a una pléyade de curas con sotana (o sin ella) atendiendo palpablemete al prójimo en sus desgracias, necesidades perentorias, etc. dándose en cuerpo y alma a esos cuerpos y almas que malviven faltos de medios imprecindibles para vivir y faltas de amor y entrega. ¡Cómo cundiría el ejemplo en imágenes, fuera del distanciamiento de los despachos y, al lado real de los necesitados!, sin considerar sus creencias de todo tipo, solo por ser prójimo (y si llega el caso en que aflore la creencia cristiana y si se llegue a requerir, les perdonen sus pecados).
Me he centrado en el punto en el Mandamiento 3º de la Iglesia, siendo
LOS CINCO MANDAMIENTOS DE LA IGLESIA:
1. Oír misa entera todos los domingos y fiestas de guardar.
2. Confesar los pecados mortales al menos una vez al año, y en peligro de muerte, y si se ha de comulgar.
3. Comulgar al menos por Pascua de Resurrección.
4. Ayunar y abstenerse de comer carne cuando lo manda la Santa Madre Iglesia.
5. Ayudar a la Iglesia en sus necesidades.
1. Oír misa entera todos los domingos y fiestas de guardar.
2. Confesar los pecados mortales al menos una vez al año, y en peligro de muerte, y si se ha de comulgar.
3. Comulgar al menos por Pascua de Resurrección.
4. Ayunar y abstenerse de comer carne cuando lo manda la Santa Madre Iglesia.
5. Ayudar a la Iglesia en sus necesidades.
¿Por qué los Mandamientos de la Iglesia son, en algunos aspectos, tan concretos, y dentro de concritud con tan poca precisión?
¿Qué conocimiento, influencia y calado tienen en el deambular y recalar de las gentes por ejemplo por la calle Corredera?. Sabido es (con un silencio latente pero evidente) que las fiestas religiosas, de espíritu religioso tienen poquísimo (“cuatro viejes” y algunas personas ya casi consideradas como raras, beates, que acuden a ritos, procesiones, etc.), solo por tradición cada vez más menguante; festejos que se mantienen por animar el cuerpo y servir de pretexto para el comercio y engrosar la caja con toda la parafernalia superficial aparejada a los ritos y por el negocio turístico. ¿Cuántas personas se acuerdan de que las fiestas son EN HONOR de la Virgen del lugar? En los programas de Actos se busca el disfrute vanal sin más, sin honrar…cerrando los ojos, y a verlas venir.
Le falta “gancho” a la Iglesia y sobrevive con rémora del pasado y de la inercia tradicional.
Siempre se ha argumentado ante su decadencia, que la Iglesia ha sobrevivido más de 2000 años. Claro, es que buscando en lo más hondo o intrínseco, lo que sostiene o mantiene viva a la Iglesia, es precisamente la muerte connatural con la exoistencia del Hombre y el misterio de encontrarse en este planeta con la incertidumbre del para qué y la certidumbre de desembocar en ella; por lo que la Iglesia siempre tendrá la seguridad de representar una seguridad, una tabla de salvación para los desconcertados vagantes humanos que busquen un refugio, una acogida, un paliativo, una esperanza… según las conciencias; es decir que la Iglesia existirá o sobrevivirá mientras exista una humanidad perdida en un laberinto con entrada pero sabiendo que no puede encontrar otra salida que la que predica la Iglesia.
¿Yqué pasa con su economía?. Si la clientela está bajando ¿no se resiente?. Acabadas las bulas, los diezmos y primicias como pago, queda en el quinto Mandamiento refundido y generalizado en necesidades. ¿Le basta con sus medios materiales rentables, o con sus trabajos?. El arte sacro como visión en pago es un medio de sustentación… pero la pérdida de poder, en definitiva del económico. Con todo ¿hasta donde alcanzan lo que se llama necesidades? ¿no le hará pasar de la ostentación como institución (ni mucho menos en muchos casos de las religiosas y religiosos que dejan su cuerpo y alma por el bien del prójimo) y pase la austeridad, la dación como ofrenda u obra de misericordia que alcance hasta sus más altas jerarquías.
Es rarísimo oir hablar de religión (¿es mejor no meneallo?), no hay tertulias (¿son temas para doctores de la Iglesia?), y menos en la calle (se soslaya, ¿no importa?, se pasa ¿hay lo que hay?). Sigo opinando que EL TRAGO DE LA CONFESIÓN DIRECTA aparta, aleja o retrae.
¡Cuidado!, a ver si después de todo he “metido la pata”,pues ¿en qué consiste el acto de la Celebración comunitaria de la penitencia?.
Hágase la paz, y la paz se deshizo.
Haya paz y hermandad.
Cordial Antefaz
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Aunque coincido en algunos de sus planteamientos, puesto que se pueden hacer interrogantes parecidos con cualquier institución, discrepo de Vd. en lo siguiente. A saber: si veo a mucha gente en las iglesias, ¿la conclusión es que se trata de una verdad irrefutable? O sea, ¿es la verdad cuestión de números? Su presunta afición y gusto por los números, le ha obnubilado de tal punto que ha sacado conclusiones metafísicas erróneas? ¿Es la verdad el resultado de la mayoría? Supongo que no admitirá esta consecuencia, que es la que Vd. deduce de la gente que ve practicando el culto. Por otra parte, tildar de beatería y cánticos místicos a los católicos que cel4ebran así sus cultos, coincidirá conmigo en que no sólo es una expresión poco afortunada sino que es un insulto impropio de cualquier observador neutral. ¿O es que no le gustan los cánticos maravillosos que se oyen en las iglesias. ¿Le parece una banalidad el Himno de nuestra patrona la Virgen de Belén? Respecto a la libre interpretación de los pasajes bíblicos, Vd. puede hacer lo que le venga en gana. Los católicos tenemos un Papa, unos dogmas, unos teólogos, unos obispos y pastores que precisan el significado y alcance de la Biblia, aunque en ocasiones haya habido errores de gran calado. La Iglesia no se compone de ángeles. Respecto a la confesión, lo importante es que el hombre se reconozca pecador y vaya al encuentro de un Dios que siempre perdona y es total misericordia. La Iglesia nos dice que el sacerdote es el intermediario entre el hombre y Dios y que la confesión individual es necesaria, independientemente de celebraciones de la penitencia comunitarias. Coincidirá conmigo en que la corriente cultural e ideológica que nos envuelve es la superficialidad, el hedonismo, la ley del mínimo esfuerzo, el no pensar porque lo que tenemos es lo único que hay y la verdad es la que lo medios nos transmiten. No sé si pregunta Vd. como "vieje" asombrado por el comportamiento de los jóvenes actuales, pero su responsabilidad puede que tenga como padre, como educador y como miembro de una sociedad cristiana. No espere que la iglesia oficial, jerárquica o del Vaticano haga los deberes que quizás sean de su exclusiva competencia. Esas preguntas que tienen plena vigencia, hágalas llegar a cualquier sacerdote de Almansa. Es probable que alguna respuesta le satisfaga. Pero, repito, las respuestas también son de cada cristiano, sobre todo en lo que es fundamental en la vida y convivencia: amar a todos y perdonar. No le comento nada de las conversaciones religiosas a los jóvenes de la Corredera o a un grupo de amigos en el bar. A lo mejor se llevaba una sorpresa, Lo religioso está ahí, quizás escondido y oculto pero todos tenemos algo que decir sobre el tema. Pero quizás lo que sobra son las palabras.
ResponderEliminarSr. Antefaz, un saludo cordial. Admiro sus múltiples observaciones, en repetidas ocasiones, tan llenas de sentido común, pero en esta ocasión creo, y, es sólo mi opinión, algunas preguntas y afirmaciones rozan el disparate. Además que puede buscar a quien se las conteste con más autoridad que un servidor.
1ª Parte
ResponderEliminarDe entrada agradecerle su comentario, con independencia de sus opiniones, que en unos casos son atinadas y en otros desviadas de lo que se trata. En todo caso dignas de atención y respeto.
Estrictamente me limitaré a recorrer su texto para “apisonar” cuando algo sobresale o perfilar cuando se desparrame:
No quiero decir que la verdad sea una cuestión del número de creyentes que asisten o no asisten a sus cultos y reciben los sacramentos sacramentos (p. e. a misa, menos bautizos, menos confirmaciones,menos matrimonios católicos), se ve en el entorno sin necesidad de echar cuentas; como no hace falta ser experto en números para saber que con mayoría o sin ella, no se puede demostrar la existencia de Dios si en el Congreso de los Diputados se somete a votación si existe o no. Lo que es indudable es que va habiendo en decrecimiento del número de personas que, aún sintiendose cristianos en lo recóndito, están elejadas de lo que manda la Iglesia; incluso como dato objetivo de los que renuncian al sacramento del matrimonio religioso y van por lo civil (no hace falta saber mucho de números para interpretar ese dato).
Si así lo considera, llevararía razón en echarme esa reprimenda si se apoya en todo lo que supone que yo pienso con las preguntas inclusive con que me interroga respecto a tratar peyorativamente a les viejes y la beatería. Y le digo: que viejes (es forma que uso para referirme a viejos y viejas) no lo pongo en modo alguno como despectivo al ser una condición natural; y en cuanto a la beateria (corrijo a beatería) tomando el estricto sentido de la palabra como en la primera acepción del Diccionario de la RAE: “acción de afectada virtud”, ¿de todo hay?; y quiero aclarar que les tengo el máximo respeto y consideración a los beates en el buen sentido de la palabra beato, ta, por su gran implicación, no solo por la forma sino fundamentalmente por el fondo y por las obras que implican ese convencimiento. A sus preguntas: me gustan los cantos místicos y no me parece banal el himno a la Virgen de Belén, y más cuando se traducen en hechos reales con el prójimo.
2ª Parte
ResponderEliminarDe la interpretación de las Escrituras, ya hay doctores en la Iglesia; pero sería conveniente que aquellos que velan por nosotros dieran unas explicaciones convincentes a los fieles, aun partiendo de que es cuestión de creencias, de tener fe. En la interpretación de la Confesión, solo se oye argumentar con lo de “perdonareis los pecados”; pero no se hace extensivo al cómo…aunque sea como fuere y nos mande la Santa Madre Iglesia, lo que constituía el nucleo de mi escrito era y lo pienso: que la confesión de modo directo y personal, hace que haya un retraimiento en un gran número, que siendo fieles, se declaren católicos no practicantes. Es un presentimiento simplemente y no un ataque.
Un ejemplo: el marqués de la Bragueta asombraría o asombra a su confesor por sus hazañas pénicas (de pene, claro) por su intensidad, calibre y repetición; pero que si no se lo cuenta al confesor o si lo hace sin dolor de corazón , sin arrepentimiento y sin voluntad de nunca más darle al fornicio del que se siente orgulloso, irá de bragueta al infierno (así no sea volviendo al camino por el que señala la Iglesia).
Aun saliendo por otro derrotero, de acuerdo en gran parte de cómo camina la sociedad en masa, hacia lo material, etc.; aunque siempre existen las particuliaridades, pero si la comunidad católica la formamos todos, clérigos y seglares, a todos en su parcela y lugar corresponde llenarla de humanismo y orientación, y si de una de las partes queda sin asistencia, por desconocimiento o dejadez, la otra debe complementarla con el máximo de sus posibilidades. Sí que lleva razón en lo de hacer llegar las dudas al sacerdote. Sin comentarios.
También estoy de acuerdo que entre la juventud correderiza, se dé mayormente ese diálogo en la intimidad, cuando cada cual se hable consigo mismo, se plantee la trascendencia en el paso fugaz por este valle de lágrimas; lo que no quita un ápice a la ocurrencia instintiva que mantengo sobre la práctica de la Confesión que frena, desanima a acercarse a la iglesia y especialmente a la Eucaristía. ¿Cómo es posible que esto suceda, si según apercibe la Santa Madre Iglesia, los que no lo hagan serán condenados eternamente? ¿o lo van dejando para más tarde? ¿y el riesgo que se corre en cada momento?.
Sospechaba que mi artículo se colocaba en el disparadero de la crítica. Mas quiero reiterarle por su parte constructiva la suya, expresada respetablemente, e incluso hay aseveraciones en las que estoy de acuerdo y además en otras agradezco sus consejos.
Nota: Lo de vieje lo uso como genérico (economía del lenguaje), pero sigo usando vieja y viejo, cuando me refiero persona o grupo de determinado sexo.
Un afectuoso saludo
Antefaz
Señor Antefaz, hoy, ya fallecido, me encuentro en la Gloria Celestial tras purgar mis pecados en el Purgatorio y después de una temporadita purgando mis penas, todas calificadas de leves.
ResponderEliminarLe hago saber que los "asuntos" de la braga y de la bragueta son de escaso calibre en el Purgatorio, donde hay pocos hijoputas y cabroncetes. Pero donde si los hay, y a punta pala, es en el Infierno; quisiera que hubiese conocido a la gentuza que hay esperando ir a una Celda de Castigo. Si ya los que está fuera son de los que apestan por sus muchas fechorías en la Tierra: asesinos de mujeres, ancianos y niños, ladrones de toda laya, maltratadores, trincones, falsos, mentirosos, no le digo de los que ya están quemándose dentro de la celda.
Echar un polvo, o miles, no le debe inquietar, lo malo es no poder haberlo echado. De mi vida en nuestro hermoso Planeta, como conspicuo follador, tuve, por imperativo legal, que arrepentirme para poder ir a la Gloria, pero le juro por mis dengues que si volviera a la Tierra iba a follar más que un zapato viejo en un bache.
Señor Antefaz, ignoro si usted ha follado mucho o poco, pero le aconsejo que si todavía puede echar un remache, que lo haga que polvo que no se echa se pierde para siempre.
Yo tuve la inmensa suerte de contar con una mujer que, aparte de hermosa hembra, era más calientes que los palos de un churrero y se juntaron el hambre con las ganas de comer, estábamos a todas horas dale que te pego.
Hágame caso, querido amigo, folle y disfrute. Diga lo que decía mi abuelo: DE ESTA VIDA TE LLEVARÁS LO QUE COMAS, BEBAS Y TRACATRÁS. Lo de tracatrás no es necesario decirle su significado.
Me paese a mi que el seño Antefaz no sabe lo que es un polvo bajo pata y que critica a mi compare el Marque por envidia.
ResponderEliminarMire oste, Antefaz, follar follan hasta los curas y las monjas, no toas claro, pero hubo tiempos en que follaba hasta er Papa de Roma, y si er Papa follaba no te digo los Cardenale, Obispo y cura pelaos, que le daban al canuto a toas horas.
Ya san pasao los tiempo en que te decian que si te la cascabas te queabas ciego.
Los genetales están pa argo, señor Antefaz, y si hay que echa un porvo cada dia mejor que cada semana.
Yo le tengo envidia ar Marque porque es un tio macho onde los haya, y la dao ar canuto a toa pastilla. Y eso es lo que, a mi entende, le duele a oste, señor Antefaz.
Le voy a pedi ar Marqués que le haga un poema a oste y como es mu amigo se que matendera.
Envidia, envidia…, que quiere que le diga…¡pues sí!.
ResponderEliminarGracias por indicarme el camino de la gloria
Antefaz
POS SI VOSTÉ QUIERE FOLLAR EN LA GLORIA NO PODRÁ HASERLO, SE TIE QUE IR TO TIESO AR INFIERNO, QUE ALLÍ SI LE PUE DAR AR CANUTO A TOA PASTILLA.
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