Nadie (pienso), le podrá negar a Collado la pasión que pone por el amejoramiento del tráfico. Le imagino subido, “cual Torrente”, en el coche-radar controlando, dando vueltas de día y de noche sin que quede rincón de la ciudad por explorar. Si algo es mejorable de la circulación y la seguridad (sobre todo) le quitan horas de sueño o le producen pesadillas ¿habrá soñado que, con la presencia de la municipal banda inauguraba una nueva banda reductora de la velocidad y acto seguido después de cortar la cinta, otra y otra banda con la banda sonando y rodeado de un público entregado, tanto a las aclamaciones como a las protestas?
Él, no se anda con cautelas de modestia, quiere que se lo reconozcan su dedicación y sus logros, no que se anden con pegas y peguitas que se traducen las más de las veces en las bandas y las bandas.
Para jugar con José Collado (JC) la partida nocturna a dos bandas y media, se presentan por una Marian Tomás (MT), por otra Manuel Payero (MP) y media el propio presentador Juan Luis Hernández (JLH).
La partida va en clave de mus del tráfico ciudadano, incluyendo radar y otras cuestiones.
Con semejantes personajes (en el buen sentido de los términos; por supuesto) el entretenimiento está servido. Tres maneras diferentes de envidar, y media JLH para pinchar con alto grado irónico a quien no se revuelve contra él.
Collado va para la ocasión de un negro enchaquetado cual “tahur del Mississipi”. Juega a la grande con tanta decisión que no se sabe si va de farol aunque enseñe algo sus naipes: lleva jugada a lo grande con el coche-radar, que le permite pasar a chica y ganarse sin réplica los pares y el juego, llevándose un par de amarracos
MP hace un juego que despista, no se sabe a qué jugada quedarse, cuando parece envidar a grande, pasa y lo hace a chica y más tarde canta que lleva juego
JC viendo como viene el desarrollo de la partida se dirige al árbitro, para indicar como cuestión de orden, que no solo se ha venido a hablar de las bandas, que hay más variedad. A lo que JLH medio guardando su posición, dice que los participantes pueden juguetear como les venga en gana y medio afectado le suelta que odia circular por Almansa
MT de un rojo subido “de chica del far west” es apostante atrevida, hábil para confundir, se mantiene a la espera para hacer presa, cuando habla con su boquita parece que se regusta en sus palabras para dejarlas salir donde más duele incluso reservándose los naipes para cargar prácticamente en un solo lance del juego
Se barajan las cartas y sigue el espectáculo.
JC saca de la recámara
- ¡afán recaudatorio cero, ninguno; ni siquiera se ha puesto sanción!
MT entreabriendo los labios, como para que no se note que no ha ligado cartas
- ¿entonces para qué? [inocente jugada, ¿es que no sabe la respuesta que le puede dar?]
JC [¡aquí te he pillado, te vas a enterar!] se recrea desprendiendo de su mano una a una sus cartulinas para darle más solemnidad al comprobar que tiene treinta y una
- se trata de hacer un muestreo para buscar soluciones según diferentes calles. No hay día que no me pidan que ponga bandas reductoras. Todas las necesarias, pues lo primero es la seguridad. No ha habido ni una sola reclamación por daños en los coches. Sí tengo quejas de las dos rotondas [la del cementerio y la del hospital], los pasos elevados ¡son criminales!, las de la puerta de Valencia redondas están bien, otros hicieron la otra porquería. ¡Vamos a hablar con propiedad! ¡por lo menos saber lo que decimos![vaya pedrea y eso que ha venido ha hablar del radar].
[Caliente la timba se empiezan a prodigarse los órdagos] continuando
- Tampoco me gustan las bandas, a ver si quitamos algunas, rebajamos otras y las ponemos
más blandas y sin esquinas ¡pero si no paro!¡más que he hecho yo por el tráfico, no se ha
hecho nunca. Siempre me sacan ese tema, si yo he venido a hablar, entre otras cosas, del
radar, pero vamos si queréis hablamos …
MP camisero con barba de cowboy intelectual hace un juego muy peculiar picoteando donde pueda hacer daño; los que sufrimos las bandas, las ambulancias.
- ¿con qué criterio pones las bandas? – interviene MT con posible regodeo; llevo pares
- con el mismo criterio que Paco Pardo, cuando las ponía él – replica vertiginosamente JC; paso
- te he preguntado por el tuyo – y se gana una piedra
- me valgo de los informes técnicos, atendemos todas la peticiones – y se va por lo de la solidaridad, las campañas, volviendo al auxilio de la sinceridad
- si hablarais con el corazón, hemos tenido más implicación junto con la policía que en 30 años
- te parapetas – aguijonea MP
MT sentida
- no puedo hablar con el corazón ni con la cabeza para decir que no se ha hecho antes nada; soy valiente para decirte con el corazón y la cabeza que no habéis hecho nada y no me vengas con que una vida vale más que un amortiguador – [con la efectividad de un discurso mitinero]; retira un amarraco
MT y MP se aúnan, le tiran “dardos” envenenados que parecen van a derrumbar a JC, pero cuando este no parece tener salida, se los sacude cual gorila de su recia piel, golpea en su pecho un tam-tam “el tráfico soy yo”, acomete y les hace irse a otro territorio fuera del suyo
En fin siguen tirándose unos y otros objeciones y faroles. Y se van, con algo de regodeo incluido JLH, hasta “el cuartico”, al que le gusta llamar jefatura centro a JC y defiende como digno; y más tarde se van por la c/ Mendizábal donde se detienen tanto que parecía tema del día y el desacuerdo es total; y después a la c/corredera con lo de dirección única, semáforos, con no tanto desacuerdo posiblemente por quedar lejana la realización, para verano 2010
En las últimas rondas se juegan los restos
MT algo irritada le reprocha a JC la falta de consideración porque había dicho que le encantaría que viniera la consejera para salir en la foto; y él pide disculpas por lo dicho. Al tanto MP cabalga por la esquina de Alfonsico y JC se asombra de la sencillez de las cosas cuando se ven, como le ocurre al descubrir la solución al problema del tráfico de vuelta de la c/ corredera, poníendo el semáforo de la c/ Méndez Núñez más arriba, hacia la c/ Hernán Cortés. Ante tanto picoteo JC tira por la borda
- estáis torpes, no estáis aportando nada, solo buscáis cosicas – y dedicadoa MT
- de Fermín decíais que salía mucho en las fotos y no le habéis pedido disculpas – en un gesto característico de que “donde las dan las toman”; retira como el que no quiere la cosa un par de piedras
Y acaba MP, que con su especial sentido del humor teledirigido, le dice a JC
- si con el coche-radar se va a conseguir que los conductores aminoren la marcha y quites algunas bandas, pues que te den dos coches; y se gana un amarraco.
Terminada la agotadora, por larga, partida; convinieron, en esto sí, arrojar el mazo de cartas por si estaban marcadas - a falta de barco de vapor en turbulentas aguas del Mississipi - al pantano, para verlas sumergirse, si hubiera agua.
¡Que descanso!
Felicidad
Antefaz
Aunque su comentario es neutral y reparte cartas por igual a todos los interlocutores, probablemente muchos ciudadanos percibieron otra cosa: que ni la Sra. Tomás ni el Sr. Payero fueron "sparrings" suficientes para José Collado, incluso contando con el presentador que se sumaba a las jugadas de acoso y derribo. Los vapuleó, los dejó sin argumentos e incluso el Sr. Payero estaba cabizbajo, triste y más serio de lo que nos tiene acostumbrados. Es posible que el Sr. Collado parezca triunfalista y demagógico o se muestre como tal, pero al apostar por la seguridad del peatón, reducir costes en las bandas reductoras, poner más bandas, traer un coche con radar, etc. son aspectos que la ciudadanía comparte porque proteger al peatón es preferible a defender al conductor. Si a esto añadimos que el Sr. Collado habla con guasa, incluso se disculpa si se equivoca, se estrellan contra él los interlocutores que van de pedantes, serios y ajenos a los problemas de la mayoría. Ni siquiera el Sr. Hernández es capaz de sacar de sus casillas al Sr. Collado. Todos se estampan contra un muro que tiene respuesta para todo y a veces hasta destapa las desvergüenzas de quien le pregunta. Puede que me equivoque, pero pregunten a gente sencilla lo que les pareció el debate, si es que tuvieron ganas de llegar al final. A lo mejor se llevan una sorpresa.
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