CONVERSACIONES ENTRE EL SEÑOR EVA Y EL TIO FRASQUITO.(Octava parte)

De George Owen Wynne Apperley

Por el Tío Frasquito.

El Tío Frasquito y el señor Eva tenían algo en común, y es que ambos habían sido difamados, insultados e injuriados por el Tonto del haba. Y como los dos son personas muy cabales, y de las que no se callan las cosas, cada vez que podían y venía a cuento, le ponían un par de banderillas de fuego a este sujeto con el solo objetivo de ver si conseguían que recapacitase y cambiara de chips, que se mostrara arrepentido de tanta asquerosidad como impartía a diestra y siniestra.

Pero ellos también sabían que eso era más difícil que querer ponerle unos calzoncillos a un pulpo. Ya había dado muestras más que suficientes de que su caletre estaba oxidado, que carecía de la marcha atrás y que desconocía por completo el significado de las palabras nobleza, caballerosidad, sinceridad, honradez, etc. etc.

En esta ocasión ambos se hallaban ingiriendo el consabido cortado, que el Tío Frasquito saboreaba con delectación y, con el cigarrillo recién encendido, dijo:

EL TIO FRASQUITO: Eva, me pue desir si er Tonto der haba rectificó o pidió discurpa cuando injurió a Llanos Doñate ante las cámara de la tele local pues leí en Inisiativa Siudadana que le instábai a que lo hiciera por estimá que lo que dijo fue altamente injurioso y canallesco.

EL EVA: Ni pidió perdón ni rectificó, dio la callada por repuesta. Nosotros en ICA sabíamos de antemano que no lo iba a hacer pero sí queríamos dejar constancia de la salvajada verbal que cometió este sujeto con una mujer honorable y digna.

EL TIO FRASQUITO: Hay que tocarse los guevo con este fulano. Él se cree con derecho a injuriar, a insurtá, a difamar y a mentir pero que a naide se le ocurra desir argo contra él que es capaz hasta de llevarte ar Juzjao, que ya lo ha intentao en varia ocasiones contra nuestro amigo Pepe Reondo, aunque siempre ha tenío que poné la marcha atrás porque se iba a dar con una piedra en los diente, que creo que los tie postisos.

EL EVA: Si, sé de buena tinta que quiso denunciarlo y, tal vez con algún asesoramiento, intentó hacerlo, pero lo que no sabía es que Pepe tenía la sartén por el mango y que lo que trataba de denunciar era lo expuesto en un artículo que una Abogada había corregido de su puño y letra y que Pepe tenía en su poder y guardaba. Cuando leyeron un mensaje que puso Pepe en DME tuvieron que replegar velas y meterse la lengua en el culo.

EL TIO FRASQUITO: No sé si te enteraste que a raiz de la publicasión de un artículo de Pepe Redondo sobre la Proclamasió de la Reina de las Fiestas der 2008, en el que criticaba ar Tonto del haba por haber estao molestando en el esenario, con la cámara en ristre, y que resultó bochornoso pa to er público asistente, una señorita abogada le dijo, por el correo electrónico, que lo iba a denunsiar por haberle dicho a este fulano "feo y rapado". Casi ná, menuos insurto.

EL EVA: Claro que me enteré porque fue el propio Pepe el que me le contó riéndose a mandíbula batiente. Recuerdo que me dijo: A donde le habrán dado el título a esta Letrada que intenta o quiere denunciarme por decirle feo y rapado a un fulano ¿es que no es feo de cojones y está con el pelo rapado? O sea, que este sujeto puede injuriar a una mujer ante las cámaras de la televisión y de la manera más grosera y a él no se le puede decir lo que es y lo que hizo en el Teatro Regio.

Pero hay algo más y fue que en otro mensaje esta señorita abogada le decía a José María que le gustaría entrevistarse con él para cambiar impresiones sobre algunos puntos de vista y Pepe, que es más largo que el pensamiento de un etarra, le dijo que sí, que aceptaba pero que el lugar y los testigos los ponía él.

Ya ni le contestó, se vio cogida en su propio cepo. Pepe sospechaba que querían hacerle una jugarreta y al decirle lo de los testigos se calló como una muerta y ni le respondió.

EL TIO FRASQUITO: No me digas, Eva, eso lo ignoraba yo. Así que trataron de haserle una enserrona a Pepe ¿Qué tratarían de haser?

EL EVA: No sé lo que tenían proyectado hacer, pero lo que si sospechó Pepe es que, viniendo de quienes venían, había que tomar todas las precauciones posibles. Él no se negó a entrevistarse con la Abogada y le hubiera gustado que aceptase porque le hubiese puesto al corriente de la cantidad de infamias que le había hecho su padre, y ante testigos conocedores de los hechos, para que no dudase. Estoy seguro que esta muchacha debe ignorar lo sucedido entre su progenitor y José María.

Según me dijo Pepe, nada le agradaría más que verse un día ante un Juez con el padre y la hija, que entonces iban a saber quien es quien, quien ha difamado, injuriado, insultado -y no solo a él sino a su esposa- de la manera más grosera y por escrito, que conserva todos los mensajes que por el correo le mandó este sujeto y los que puso en DME y en ICA.

EL TIO FRASQUITO: Amigo Eva, tengo que dejarte, que ya sabe que mi nieto espera a su aguelo to los día y si no me ve a lo mejó piensa que estoy tomándome un calentito con er Tonto del haba. No busque er moneero que ya he pagado yo.