Acuden: por el barrio dichoso [relatividad] S. Isidro, César García y Ana Núñez y por el desventurado [hasta cierto punto] barrio de S. Roque, Bautista Carrión y Fina Martínez.
Entre García y Núñez, uno y otra, describen los logros y actividades llevadas a cabo, así como también las deficiencias y mejoras que siempre
Por el lado o barrio oscuro toma la palabra Carrión para contar una historia [drama ciudadano] con sus característicos giros verbales que resultan muy entretenidos, con gestos faciales que acompañan y ajustan expresivamente, nos relata lo que es el meollo de la cuestión de la noche, para ellos y a quienes representan y por lo que le toque el pueblo en general
Viene a contar
- Detrás del telón es penumbra y apenas se distingue que el telón sube descubriendo claroscuros y siluetas que van tomando forma y color a medida de la intensidad de luz de las candilejas y focos cenitales. En su esplendor decora el escenario unos talleres en el barrio, orgullo y disfrute de los vecinos y que ahora están en clamoroso abandono por alguna incompatibilidad de exclusividad en servicios sociales que ocupan una dependencia y hay muchas más que solo las habita el aire.
Mientras hace estas declaraciones, entre bambalinas sobrevuela la “bruja mala de la función”, la concejala Ana Tomás quien siendo el hilo de contacto con la “perfida” Administración, no los recibe, no los quiere ni ver, “no hay nada de que hablar” es su única respuesta. Este abandono despreciativo es lo que desata el nudo del drama y de la trama, y Bautista Carrión no queriendo ser él, el obstáculo (por considerar que se le tiene una animadversión personal) consecuente y bienpensante deja el cargo de presidencia con la dimisión, para ver si con otra persona hay acercamiento y les va mejor.
Se sucede el segundo acto sin solución de continuidad, cargando (antes de la retiraden funciones) con toda la artillería verbal ingeniosa e irónica que tiene, contra toda injusticia que encuentra a su paso, con tal fortaleza que el barro salpica a los acólitos y adláteres de la causa desgraciada. Enseña sus armas en forma de papeles por acá, por allá y por acullá. La obra está en el cuadro más tenso y por supuesto más entretenido para el telespectador [¡oiga! para eso pagamos]. Se para, templa y con un ademán de mano sorbe agua que calme el ardor y disimule el silencio al modo de un conferenciante. ¡Vaya repaso! en vuelo bajo que se llevan quienes han tomado parte y arte en el desaguisado, ¡cuánto le recuerdan otros tiempos caciquiles!. Ha solicitado reunión, no le han contestado, ¡conque, de puertas abierta, eh! “qué sarcasmo”; sus diatribas llegan hasta Hellín. Mientras por encima de la calva bautistal revolotea entrando y saliendo por bambalinas, la bruja “tomasina” como eje clave y núcleo del embrollo.
La obra queda incompleta, no hay tercer acto, el del desenlace, que daría para otra función en la que la malvada bruja aterrice, sea besada y se convierta en brujita buena a la par que la escoba se transforme en varita mágica con la que con un toque haga al barrio y sus gentes felices.
Terminan los representantes del barrio “rico” haciendo un balance que les resulta positivo, muestran su satisfacción y la voluntad de seguir en ello, animando a la gente joven a ir y entrar.
Acaban los presentes del barrio “pobre” dándole un buen repaso a los mandatarios, por las carencias y a la dejadez. Y por el lado interno de ellos, según F. Martínez, que tienen que renovar para que entren nueva gente con ideas actuales, y que la situación es lamentable y triste. B. Carrión al no recibir respuesta e interpretar animadversión de la A. Tomás con él, opta por apartarse y no ser una dificultad para arreglar el problema.
A la conclusión abandona el respetable y el irrespetable la sala, con dudas y busilis a esclarecer, como: ¿por qué no quieren saber nada los poderes locales con la directiva de la Asociación?, ni tampoco mucho con la postura de Bautista a la aguda pregunta de C. García: ¿y si diera marcha atrás A. Tomás?, respondiendo enigmático B. Carrión ¡cuando nos llame hablaremos!
Hubiera sido interesante un bis a bis, y al no haberlo, el desenlace el acto final queda para la siguiente obra, esperando que no se convierta en un “culebrón”.
A ver si en el siguiente capítulo la perversa bruja se transforma en la brujita buena de la suerte, para que nos toque a todos la dicha de ver solucionado tal problema y también nos toque a todos un pellizco gordo de la gran lotería próxima.
Amén.
Salud que haya
Antefaz
Sr. Peruco, muy buena su versión del debate. Sin embargo, me gustaría añadir que el Sr. Bautista no tenía por qué arremeter contra nadie que no estuviera presente para contestarle. Eso es propio de fanfarrones por no decir otra palabra más fuerte y si, como dice la Sra. Concejala, ella ha sido objeto de amenazas, entonces que se marche a su casa y no cree más problemas. O que se presente a unas elecciones para que lo voten por el partido que sea, que todos nos imaginamos cuál es. Lo del Foro no es mal invento, pero pretender que, lo que a ellos les parezca, debe cumplir a rajatabla el Grupo de Gobierno, es pasarse varios pueblos. Creo que debe ser un órgano consultivo y participativo, pero no un órgano decisorio. Si no, ¿para qué elegimos a quien creemos que debe gobernarnos? Llamar "franquista" o algo parecido a una chica que quizás nació con la democracia es conseguir que el insulto le vuelva al Sr. Bautista, que él sí que fue "franquista" como todos los que vivimos en aquella época, al menos "a la fuerza", si es que el Sr. Bautista no tenía ya carnet de algún partido político en la clandestinidad, que lo dudo mucho. Para muchos almanseños -por no decir la mayoría- entre el Sr. Bautista y la Concejala Ana Tomás, no hay la menor duda: creemos más a ésta que a aquél.
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