
¿Quién tiene que respetar a quien? ¿La Justicia a los ciudadanos o los ciudadanos a la Justicia?
A los tribunales no nos obliga nadie a respetarlos si ellos mismos no se hacen respetar. Lo que la ley nos obliga es a cumplir las sentencias dictadas por ellos, no confundamos, pero claro está que esas sentencias serán más o menos justas en función de lo más o menos respetable que sea el tribunal que las dicta.
Recordemos, porque ahora está de moda, que en tiempos de la dictadura las sentencias dictadas por muchos tribunales, entre ellos el de Orden Público, no eran justas simplemente porque la ley que amparaba no era democrática y no eran tampoco tribunales respetados, concretamente en temas políticos y laborales eran impuestos para legalizar la represión.
De las pocas veces que veo a Bono “sembrao”, las declaraciones del pasado 26 de abril en las que decía que la fe se tiene en Dios pero no en los jueces, son las mejores por el momento porque pone el dedo en la llaga: "es muy bueno que los tribunales se hagan respetar utilizando el sentido común". Efectivamente la causa contra Garzón está llena de incomprensibilidades, diría yo, o actuaciones sin sentido común, diría quizás Bono.
Pongo por delante que las actuaciones contra el Juez Garzón relacionadas con hechos presuntamente delictivos relacionados con otras causas como las de los cursos en N.Y. o con presuntos tratos de favor al Sr. Botín, no están en mi ánimo, en estos caiga todo el peso de la Justicia si aplica, tan solo las acusaciones de Manos Limpias y antes también de Falange.
Repito que a los tribunales no hay que respetarlos por obligación si no por vocación. Las sentencias es lo único que hay que cumplir obligatoriamente.
Otro caso flagrante y de rabiosa actualidad es la forma de actuar del Tribunal Constitucional, al que yo llamo cariñosamente el Tribunal Aconstitucional, porque un tribunal que ve causas relacionadas con la constitucionalidad y permite que estén vigentes mientras se ven, demuestra que lo que ve no es importante porque las consecuencias siempre podrán subsanarse. Por otro lado, un tribunal que está formado por miembros elegidos por los otros poderes no puede ser Constitucional ya que la Constitución garantiza la independencia de los tres poderes y en este caso no se como. De los 12 miembros 2 los elige el Gobierno directamente (poder ejecutivo), 8 por las Cámaras (poder legislativo) y dos por el Consejo General del Poder Judicial, que a su vez está formado por veinte miembros nombrados por el Rey, mediante Real Decreto refrendado por el Ministro de Justicia (poder ejecutivo), previa propuesta formulada por el Congreso de los Diputados o el Senado (poder legislativo).Y este último órgano es el que dirige la actividad de la vida judicial.
Para empezar habría que ser más CONSTITUCIONAL y abrir la elección del poder judicial al PUEBLO SOBERANO, que a casi todos los políticos se les ha olvidado eso de soberano (son ellos los que cada vez más se consideran salvapatrias); las manifestaciones de estos días deberían hacer pensar a esos políticos de poltrona que el pueblo no quiere dejar en sus manos más que el poder legislativo, y quieren decidir sobre el judicial, también sobre el ejecutivo pero esto ya es mas difícil por no ser España un Estado Presidencialista (como Francia o EE.UU por ejemplo, donde el Presidente de la Republica representa el poder Ejecutivo). Ser una Democracia Parlamentaria no quiere decir que no podamos elegir a los representantes del Poder Judicial, no confundamos.
Queremos elecciones DIRECTAS de los miembros del Poder Judicial, y así los tribunales se harían más de respetar y serían mucho más respetados. Eso no sería politizar la Judicatura, lo que ahora se hace sí. Son correo de transmisión de los resultados de las elecciones a las Cámaras.
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