Me quedé inmóvil, perplejo, como si hubiera sueños que fuesen más reales que la realidad.
Uno se resiste a perder la inocencia a pesar de la edad, pero el golpe fue tan seco, tan repentino, tan sin fundamento convincente; tan brusco el viraje, que centrifugó lo que podía quedar de virginidad inocente para arrojarla a la desconfianza y a la incredulidad.
¿Cómo es posible que quienes reiteradamente sostenían una defensa de la estación actual y de la construcción de una estación de autobuses para fortalecerse intermodalmente las dos mutuamente; ahora, de un tajo retorcido, de un hachazo inmisericorde, de una maquiavélica maniobra arrastrando deslealtad con sus votantes y con el pueblo al que se le presentaba como adalid defensor de las causas justas, de pronto, le de la espalda a sabiendas de que tal colectivo afecto se sentirá traicionado. ¿Es tan fácil la ligereza de renegar de los principios o promesas?¿es tan obsesiva la pretensión de deteriorar al partido contrincante, tanto, que obnubile las mentes para cambiar de sentido y desligarse de la defensa de lo que sostenían como lo más conveniente para Almansa?
Parece como si hubieran descubierto el Protocolo, cuando apenas a él se referían (el que precisamente no firmaron y presentaron como lesivo, ¿cómo se puede entender que lo consideren lesivo y después exijan su cumplimiento? ¿tiene explicación lógica a no ser que se sea masoquista u otra cosa peor?); además existe un Estudio Informativo por medio y después la aquiescencia final de las tres firmas, que si no se llevan a efecto pronto, ¿no se ha pensado quien gobernará para suscribir ese convenio posterior al que se refiere en el ACUERDO CUARTO del llamado Protocolo?.
Sería una simpleza el argumento de que como la plataforma del AVE es un hecho… ¿y qué? la otra es OTRA COSA DIFERENTE, se puede luchar por su permanencia (además de ser muy beneficioso para la ciudadanía se ahorraría una enorme inversión a las arcas del Estado, para encima perder lo que tenemos y pegar un gran bajón ferroviario la ciudad, hasta tal punto que por la poca demanda que habría (por supuesto mucha menor que la actual que ya es poca) ¿cuantos trenes iban a parar si ahora dicen que paran pocos?. Es una simpleza también porque pueden coexistir las dos: la plataforma del AVE y trenes rápidos que no vayan a parar, y la actual convencional para todo tipo de trenes que parasen y los que tengan que circular por vías convencionales (¿no hay medios para eso? ¿no es lógico eso en Villena, donde posiblemente tengamos que ir a tomar ciertos trenes cuando se tenga mucha necesidad?.
Del PP quedará la huella indeleble de la defraudación. Ahora se explica en parte, que nunca hizo una defensa ¡enérgica!, decidida, constante (solo alguna que otra vez en declaraciones que les pedían y no motu propio, se puede, no entender, pero sospechar que irse para el otro lado no costaba má s que un oportunísimo motivo para ponerse del lado del PSOE , entregándose a su planteamiento ferroviario, aunque sea para dañarle exigiéndole. El PP se autoinmola y se hace corresponsable de la perdida (o cuasi) del tren en Almansa. ¡Ójala no fuera así!, pero ¿porqué lo que antes era bueno para Almansa ahora es malo , y lo que era malo ahora es bueno?
A todos los partidos que se presentan a su pueblo, se les llena la boca e hinchan el pecho por declarar que su prioridad, por encima de todo y toda conveniencia es su Almansa querida… del dicho al hecho… En lo poco que he podido comentar esto en los corrillos, el asentimiento al que convergían, es que demostraba a las claras que están por delante los motivos políticos a los intereses generales de la ciudad; ha primado dañar al Gobierno, dado que la crisis está causando paralizaciones, no poder emprender grandes obras, en general un retraimiento de los gastos; acuciando a que hagan esa gran inversión, a recriminarle si no cumple sus promesas viendo lo crítico de la situación, a desgastar con un simple roce para tambalearlo… y eso ¿antes de mirar por Almansa?, ¿eso a costa del perjuicio que aquí ocasione?. ¡Qué pobre honestidad! ¿Es que todo vale incluso aunque se viera “el plumero”?
¡Increíble!, pero sí es cierto (mientras no se diga lo contrario). Se plantearán ¿cómo hacer para que los ciudadanos que creían en sus promesas, no se sientan traicionados?; quizá es que no se creen eso de que el pueblo es sabio, sino todo lo contrario para que no lo tengan en cuenta cuando hayan de depositar su confianza en las urnas. ¿Adonde va la confianza?, ¿qué es de la credibilidad para algunos partidos? ¿es que son todos así?
¿Quien queda? ¿los Independientes que ostentan la independencia como la clave para conseguir lo mejor para su ciudad? ¿han dicho algo, o reniegan también de su cualidad esencial, de su lema básico?.
En los Verdes ya se desplomó la fe cuando, siendo de donde menos se podía imaginar, cual zarpazo imprevisto, pasaron rendidamente y paradógicamente a ser favorables o al pasotismo de que se cometa otra invasión, otra alteración brutal del medio ambiente.
¿Quién queda?: Sí, ¿por ahora? Izquierda Unida defensora siempre de sus postulados concordantes por lo que supone el plan ferroviario de Almansa en lo social; y los ciudadanos razonables en su creencia sincera y todavía esperanzados, pero sufridores de las connivencias y conveniencias fluctuantes de sus representantes políticos.
Se dice que el partido Socialista perdió el gobierno local por el tema del tren. ¡Curioso! que el partido Popular (abrazando las tesis del partido Socialista) también lo pierda por lo mismo.
En fin, la historia pasará factura; pero eso, si el pueblo es tan sabio como lo pintan.
Existe la posibilidad de que quien esto escribe esté equivocado (no haya escuchado con suficiente atención, no lo haya oído con nitidez o no haya interpretado en su justo sentido las palabras de Teruel). Si así fuere me retracto de lo dicho, salvo de lo que son evidencias y objetividades.
Desde la libertad, cordialmente
Antefaz
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