Mi rincón (V)

De izquierda a derecha, los presidentes del

BBVA,Francisco González;

'la Caixa', Isidre Fainé,

y Santander, Emilio Botín.

Por Evaristo Pitaluga i Poveda

En los últimos días Rato, presidente de BANKIA, ha recibido del próximo Presidente del Gobierno la confirmación de la creación de un “banco malo” estatal para que se haga cargo de los activos inmobiliarios que lastran los balances del sector financiero, activos tóxicos les llaman.

Rajoy no solamente pretende tomar esta medida para sanear el sector financiero definitivamente y recuperar así la confianza de los inversores internacionales, y con ello reducir la prima de riesgo, sino que lo pretende hacer de forma prioritaria. Aseguró a Rato que será una de las primeras medidas que tomará su Gobierno en cuanto se forme.

Pero por contra esta medida será una de las primeras contradicciones del PP frente a lo manifestado en su campaña. De las pocas cosas que se supo del programa electoral, esta fue una de las medidas que el mismo Rajoy y su portavoz económico, Cristóbal Montoro, desmintieron durante la campaña electoral; negaron que el Estado fuera a asumir las pérdidas de los Bancos.

Las pérdidas del “ladrillo” serán asumidas por este 'Banco malo' financiado a través del socorrido Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), el cual este gobierno en funciones ya está utilizando como cajero automático para obtener los fondos necesarios y dotar de recursos al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria o FROB (el fondo de rescate público) para sanear y rescatar a las entidades financieras.

Un Banco malo es un vehículo que creara el Estado para adquirir los activos inmobiliarios problemáticos de las entidades pero no de cualquier entidad. No estará obligado a atender cualquier situación, básicamente atenderá las peticiones de las tres mayores entidades de España -Santander, BBVA y La Caixa. Estas, las tres mayores entidades financieras españolas, han hecho saber al equipo de Mariano Rajoy que se oponen a tratar por igual a todas las entidades.

Este Banco malo se dotara de los recursos económicos necesarios con emisiones de deuda, y si no es posible por las circunstancias actuales de mercado, con ayuda del Fondo de Rescate Europeo (EFSF). Según cálculos del Banco de España los activos problemáticos de la banca, crédito moroso, subestándar y activos adjudicados, ascienden a más de 176.000 millones. Pero ¿Quien gestionará ese Banco malo y este enorme esfuerzo económico que deberá hacerse? ¿Serán funcionarios o profesionales del sector inmobiliario? ¿Cual será el valor de esos activos? ¿El valor de adquisición o el verdadero valor actual de mercado?

Hay que tener en cuenta que si se ponen todos los activos en el mercado al mismo tiempo se hundirán los precios y no se recuperarán los fondos aportados. De lo contrario, hacer efectivos los activos procedentes del ladrillo a su precio de tasación puede llevar demasiado tiempo y habrá que seguir pagando los altos tipos de interés del mercado.

Esta será otra cesión a los mercados pero una nueva vuelta de tuerca para los ciudadanos. No hay recursos para financiar los servicios públicos pero sí para comprar los errores y mala gestión de los gestores de entidades financieras. Socialización de las pérdidas y privatización de los beneficios.