Artículos opinión
viernes, 23 de diciembre de 2011
EL ALFILER DE CORBATA.
Debo comenzar por decir que me agrada el cachondeo, la fina ironía, el desenfado, la guasa, la Blasa y la Tomasa y darle al monigote sin tasa. Y como estas Fiestas navideñas son propicias a la broma, al recochineo y a la inocentada pues unas gotas sabrosonas no vienen nada mal. Pero vamos a lo que vamos, que es lo siguiente.
Los dos hermanos vivían en Parla, pueblo madrileño que por aquel entonces no sobrepasaba los 6.000 habitantes. Actualmente tiene un censo de derecho de unos 125.000.
Pepe y Miguel, los hermanos andaluces, habían salido de su pueblo para poder comer porque allí se quitaban el hambre a puñadas, o como se decía en su pueblo, más que un grillo dentro de una lata. Encontraron trabajo de peones de albañil y, aunque sin hacer dispendios, podían hasta divertirse un poco, no mucho porque trabajan incluso los sábados. Lo de la semana inglesa llegaría años más tarde.
Un día alguien les dijo que en el Teatro Calderón, en Madrid, actuaba la compañía de Rafael Farina y como buenos andaluces eran enamorados del cante flamenco y Farina uno de sus cantaores preferidos.
El domingo siguiente decidieron ir a Madrid, tomarse unas cañas y un bocadillo y asistir al espectáculo en el Calderón.
En los bares de las calles aledañas a la Plaza de Cascorro tomaron varias cañas, con sus raciones de gambas a la plancha y con eso cenaron. Marcharon para la calle de Atocha, esquina a la Plaza de Jacinto Benavente donde se ubicaba el Teatro Calderón, sacaron las entradas para el patio de butacas, se acomodaron y esperaron el comienzo del espectáculo.
En el descanso decidieron dejar sus asientos y salieron al vestíbulo para que Pepe se fumara un cigarro; sacó la cajetilla y buscó el mechero. Al no hallarlo en ninguno de los bolsillos miró a su alrededor y vio a un señor que fumaba pausadamente, se acercó y con educación le pidió fuego.
Aquel hombre sacó su mechero y se lo ofreció a Pepe, éste encendió el cigarro, le devolvió el mechero a su dueño, le dio las gracias y se alejó unos metros hasta donde lo esperaba su hermano.
Pero no había hecho nada más que dar media docena de pasos cuando escuchó que el hombre del mechero decía: -Detengan a ese joven, que me ha robado el pisacorbatas.
Las dos o tres docenas de personas que se encontraban en el vestíbulo volvieron la cabeza y vieron como aquel hombre señalaba a Pepe. Alguien debió llamar a la pareja de la Policía Armada que se hallaba fuera del recinto e hicieron acto de presencia. Atendieron lo que decía aquel hombre, que les dijo que el joven le había pedido fuego para encender el cigarro y que después de devolverle el mechero se dio cuenta que le faltaba el pisacorbatas, deduciendo que se lo había robado aquel muchacho.
Cachearon a los dos hermanos y al no hallarles la joya, ni en su poder ni en el recinto, los detuvieron y, junto al denunciante, fueron trasladados a la cercana Comisaría de Policía en la Puerta del Sol.
El Comisario, hombre avezado en el trato diario con delincuentes de toda índole, interrogó, por separado, al denunciante y a los dos hermanos y debió darse cuenta que los dos muchachos no eran ladronzuelos ni nada por el estilo. Sus maneras y su cara de pueblerinos lo denotaban a la legua. Cuando los interrogó, ya convencido que no habían sido autores del hurto, le dijo a Pepe: -Voy a llamar al denunciante y quiero que usted esté callado pero no deje de mirarme.
-Si le hago un ligero movimiento con la cabeza, de derecha a izquierda, es que no debe aceptar pero si lo hago de arriba abajo es que si.
Hizo pasar al denunciante y le dijo: -Mire, señor, estos muchachos no le han robado a usted el pisacorbatas; han sido cacheados y no se les ha encontrado nada, se ha inspeccionado todo el vestíbulo por si lo hubiesen tirado y no ha aparecido ¿está usted seguro de que llevaba el pisaborbatas? ¿Por qué no llama a su casa y le pregunta a su esposa? Porque puede ser que esté equivocado y no lo llevara puesto.
Le ofreció el teléfono, llamó a su esposa y le dijo: -Teresa haz el favor de mirar en el joyero y me dices si el pisacobartas que me regalaste en nuestro universario de boda, el de oro con el diamante incrustado, está allí.
Un par de minutos más tarde el Comisario pudo observar la cara de este hombre, que denotaba asombro, y le preguntó: -¿Qué le ha dicho su esposa? La respuesta dejó enormemente tranquilos a los dos hermanos porque dijo que, efectivamente, el pisacorbatas estaba en el joyero y pedía disculpas a los muchachos.
Fue en ese momento cuando el Comisario miró a Pepe y le hizo un ligero guiño, acto seguido le dijo al caballero: -Mire, señor, ha culpado a estos muchachos de haber cometido un delito; han perdido la mitad del espectáculo; se han visto molestados por la detención, los cacheos y, si no quiere que ellos lo denuncien a usted, debe indemnizarlos.
Aquel hombre, reconociendo su equivocación y por evitar verse involucrado en una denuncia, sacó la cartera y ofreció a Pepe un billete de 50 pesetas. (Hay que recordar que el suceso ocurría a mitad de los años 50 y un billete de esa cantidad ya tenía su importancia) Pepe miraba al Comisario y éste le hizo un ligero movimiento negativo con la cabeza. Le dijo que era insuficiente, que no lo aceptaba.
De nuevo el sujeto sacó otro billete de a 100 pesetas y nuevamente el Comisario le hizo la misma señal negativa, por lo que Pepe siguió negándose a coger el dinero.
Así continuó el fulano, ofreciendo cada vez una nueva cantidad y Pepe, por indicación del Comisario, siguió negándose a aceptar, hasta que finalmente ofreció 500 pesetas diciendo que no podía dar más por no llevar más dinero encima.
Pepe miró al Comisario y vio que le hacía una señal afirmativa por lo que alargó la mano para coger el dinero y….
Santísima Virgen de los escarabajos peloteros, a que no saben ustedes lo que le pasó a Pepe en ese momento
PUES QUE SE DESPERTÓ.
1 comentario:
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Editoriales
Perlas en la web que llegan a nuestro correo-e
Hubo tiempos en que las condiciones laborales y sociales eran leoninas e inhumanas. La sociedad debería tener la valentía de pedirse perdón por haber permitido que ocurrieran determinados acontecimientos:
- Contrato laboral
- Modos y maneras de conducta
POLITICOS ABUSONES
¡¡¡INDECENTE!!! ¡¡ESTO SI QUE ES INDECENTE!!
Ha dicho la Presidenta de la Comunidad de Madrid que es indecente que mientras la inflación es -1%, los funcionarios además de tener plaza fija, tengan una subida salarial del 5% (gran mentira por cierto).
Me gustaría transmitirle a esta Sra. lo que considero indecente.
Indecente, es que el salario mínimo de un trabajador sea de 624 €/mes y el de un diputado 3.996 pudiendo llegar con dietas y otras prebendas a 6.500 €/mes.
Indecente, es que un catedrático de universidad o un cirujano de la sanidad pública ganen menos que el concejal de festejos de un ayuntamiento de tercera.
Indecente es que los políticos se suban sus retribuciones en el porcentaje que les apetezca, (siempre por unanimidad de todos los partidos, por supuesto y al inicio de la legislatura).
Indecente es comparar la jubilación de un diputado y el de una viuda.
Indecente, es que un ciudadano tenga que cotizar 35 años para percibir una jubilación y a los diputados les baste con siete y los miembros del gobierno para cobrar la pensión máxima solo necesiten jurar el cargo.
Indecente es que los diputados sean los únicos trabajadores (¿?) de este país que están exentos de tributar un tercio de su sueldo del IRPF.
Indecente es colocar en la administración miles de asesores, amigotes con sueldos que ya desearían los técnicos más cualificados.
Indecente es el millonario gasto en mediocres TV creadas al servicio de la pervivencia en el trono de políticos más mediocres.
Indecente es el ingente dinero destinado a sostener los partidos aprobado por los mismos políticos que viven de ellos.
Indecente es que a un político no se le exija superar una mínima prueba de capacidad para ejercer su cargo (y no digamos intelectual o cultural).
Indecente es el coste que representan a los ciudadanos sus comidas, coches oficiales, chóferes, viajes siempre en gran clase y tarjetas de crédito por doquier. (Tenemos más coches oficiales en España que entre Francia , Alemania y EE.UU. juntos ... alucina).
Indecente es que sus señorías falten de su escaño en los plenos una y otra vez y tengan seis meses de vacaciones al año.
Indecente es que sus señorías cuando cesan en el cargo tengan un colchón del 80% del sueldo durante 18 meses. (no vaya a ser que con lo "poquito" que han cobrado en su legislatura no les llegue).
Indecente es que ex ministros, ex secretarios de estado y altos cargos de la política cuando cesan son los únicos ciudadanos de este país que pueden legalmente percibir dos salarios del erario público.
Indecente , es que se pongan a parir en los debates la izquierda y la derecha y luego cenen juntitos en los mejores restaurantes ...y todo a cargo de nuestros bolsillos.
PERO LO MAS INDECENTE , ES QUE NOS TOMEN POR GILIPOLLAS.
Yo no soy funcionario , soy autónomo (aunque también podría ser ama de casa o astronauta ) y lo de los políticos me parece indecente.
¡¡INDECENTE!!
¿QUÉ SE PUEDE HACER ? Quedarnos de brazos cruzados , como siempre o hacer una gran protesta.
Se está proponiendo hacer una gran protesta PACIFICA a nivel nacional , para que nos dejen de tomar por tontos , fecha el 6 de septiembre del 2009, pásalo a todos tus contactos por móvil o por mail , que hay tiempo de organizarlo.
Se está planteando declarar el 6 DE SEPTIEMBRE " DIA NACIONAL DE SUS SEÑORÍAS "
Me ha jodido el señor Armando con ese final tan inesperado.
ResponderEliminarYo, que ya creía que los muchachos iban a ver su economía algo mejor porque 500 pelas de aquellos años eran mucho dinero, resulta que todo fue producto de un sueño.
Y yo que estaba pensando haberle propinado un soplamocos al dueño del pisacorbatas, me quedo más tonto que el del haba.
Mala puñalá le den en todo el colodrillo por haberme engañado de tal manera.