Por Evaristo
Pitaluga i Poveda
El próximo lunes, 11 de junio, nosotros, los padres de alumnos hemos
convocado a todos los ciudadanos de Almansa, Bonete, Alpera y Montealegre, así
como a todos los ciudadanos de cualquiera de las poblaciones de la comarca. No
los políticos, ni los partidos ni los sindicatos sino LAS AMPAS DE ALMANSA
Os hemos
convocado para informaros y para que aunamos nuestras fuerzas en defensa de una
educación de calidad y gratuita.
Llevamos mucho tiempo asistiendo impasibles a unos momentos de desidia
y despotismo político. Esta forma de hacer política desde hace muchos años es
un despropósito.
Estimamos que no podemos creer más que en nuestras propias fuerzas. El
egoísmo imperante en estos tiempos ha llegado ya a la política y son ellos, los
políticos, los que nos han dejado a nuestra suerte; nos han puesto a los cascos
de los caballos.
Debemos unirnos en esta lucha porque la educación no es un gasto, es
una inversión; porque estamos hablando del futuro de nuestros hijos; de la mejor
o peor manera con la que los vamos a preparar para poder enfrentarse al futuro
incierto que ya les estamos dejando.
Padres como yo, ciudadanos como yo, indignados, enfadados, oprimidos y
vilipendiados alcemos una única voz, la nuestra; levantémonos para que se nos
vea en un mundo de ciegos por la codicia; gritemos para que se nos escuche en
una sociedad que siempre lleva puestos los auriculares de la indiferencia para no oír
los problemas de los demás.
Acude a las escaleras del castillo para comprobar que es cierto que un
grano no hace granero pero ayuda al compañero.
Asiste a la concentración para demostrar que te unes a quienes tienen
los mismos problemas que tú.
Grita con la fuerza que la naturaleza te da para defender a quienes
son de tu sangre, a tus hijos frente a la vorágine de la competencia, de la
competitividad y de la jungla que es esta sociedad, y será más en el futuro, dándole una
educación de calidad, te la puedas pagar o no.
Movilízate para demostrar que la fuerza no está en las urnas, está en
la calle.
No podemos admitir que disminuyan los recursos para mantener una
educación de calidad ni que se privatice esa calidad en la enseñaza. No podemos
consentir otra involución. No debemos hacer pagar a nuestros hijos nuestra
cobardía a la hora de rebelarnos contra las políticas frías e inhumanas basadas
en los mercados, en los capitales.
La carne de nuestra carne no es materia de transacción, de mercadeo,
su posibilidad de formarse adecuadamente, tampoco.
Por tus hijos, por tus nietos y por su futuro, acude el lunes a las
escaleras del castillo a las ocho de la tarde. Cuantos más seamos más nos
haremos respetar porque más miedo daremos.
Une tu mano a la mía, junta tu hombro con el mío y grita conmigo que:
“...
el futuro de mi hijo no es un valor de la bolsa ni permito que se use como aval
para pagar los despilfarros de los bancos consentidos por los políticos. ...”
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