Foto diario El Pueblo. |
En primer lugar, nos gustaría agradecerle al Sr. Alcalde y a la Sra. Concejala de Educación que hayan tenido la consideración de trasladarnos en este Consejo Escolar Local las respuestas que el Sr. Consejero de Educación, Cultura y Deportes de la Junta de Comunidades, el Sr. Marcial Marín ha dado a las cuestiones que nuestro Sr. Alcalde le entregó, a petición nuestra tras el último Consejo Escolar Local, celebrado a finales del pasado mes de Mayo.
Les habríamos agradecido todavía más que nos hubiesen dado esas respuestas antes del inicio del curso escolar, para saber a lo que nos ateníamos, pues a estas alturas, y transcurridos más de cuatro meses y medio desde aquel Consejo, ya hemos recibido respuesta a la mayoría de ellas a través de Decretos leyes o, simplemente, han aclarado nuestras dudas las situaciones a las que nuestros centros han debido hacer frente al inicio de este curso escolar.
Decimos esto porque, a pesar de las voces que desde el mes de septiembre hablan de normalidad, los datos de los que disponemos, a nivel local, nos dan pie a decir que son muchas las cosas que han cambiado con este curso escolar en nuestra localidad.
Suponemos que pueden opinar, como ha llegado a afirmar la Secretaria de Estado de Educación, que el nuestro es "un discurso lleno de vaguedades y mentiras" y que nuestro deber, como padres, es presentar "propuestas constructivas".
Nuestras "vaguedades y mentiras" pueden parecerles tales a aquellos para quienes el desembolso de una media de 200 € en libros y material escolar, porque ha desaparecido el sistema de gratuidad de libros en el primer ciclo de Primaria y el tipo de IVA de los libros y del material escolar haya subido del 4% al 21%, no haya supuesto una dificultad añadida a la hora de comer o pagar sus hipotecas ese mes; o a aquellos a los que les dé igual que los libros que utilizan sus hijos este curso lleven hasta 6 años en uso; o a aquellos a los que tampoco les importe que sus hijos, por no haber suficientes lotes, utilicen unos libros que se hayan tenido que comprar de una edición diferente a la utilizada por resto de sus compañeros porque esta se encuentre descatalogada.
Se lo puede parecer a aquellos que puedan pagar un servicio de transporte para que sus hijos o hijas puedan asistir a clases de Bachillerato porque viven en un pueblo sin Institutos donde se imparta la enseñanza no obligatoria, y no tengan que privar por ello a sus familias de otras necesidades básicas.
Se lo puede parecer a aquellos que puedan pagar los servicios de una persona que se encargue de recoger a los niños en el colegio y les prepare la comida porque ellos están trabajando; o a aquellos que puedan desembolsar al día por hijo o hija un precio de 4.66 € por menú más el precio del transporte para trasladarse al centro donde está ubicado el comedor; o a aquellos que no necesiten los servicios de un comedor para garantizar que sus hijos puedan hacer por lo menos una comida al día en condiciones, debido a la grave situación económica que reina en su casa.
Se lo puede parecer a aquellos a los que no les suponga un problema realizar desembolsos voluntarios en los colegios concertados para que sus hijos e hijas puedan tener calefacción, unas aulas limpias o incluso luz y agua, por el retraso en el pago de los conciertos o la supresión de la partida de gastos de funcionamiento.
Se lo puede parecer a aquellos cuyos hijos o hijas no formen parte del alumnado con necesidades específicas de apoyo ni con necesidades educativas especiales y puedan ir a una clase con 29 compañeros más en primaria, 34 más en secundaria o 39 más en Bachillerato, sin que esto afecte a la calidad y a la igualdad de la educación que reciben.
Se lo puede parecer a aquellos que puedan pagar a un profesor o profesora privado para evitar que sus hijos pierdan la posibilidad de completar el currículo escolar prestablecido durante el mes que puede estar sin cubrir la baja de sus profesores o profesoras; o a aquel padre que no haya tenido que venir durante una semana al instituto desde un pueblo vecino, en el autobús escolar, a acompañar a su hija que va en silla de ruedas mientras cubrían la baja de la auxiliar terapéutica que tiene asignada por su movilidad reducida.
Se lo puede parecer a aquellos que no necesiten ir a la Escuela de Adultos para terminar sus estudios o ampliar su formación porque ya tienen un empleo y no están en paro, ya que no van a ser ninguno de los 250 alumnos que este año no van a poder acceder a estos cursos por suprimirse 12 grupos por la reducción de personal.
Se lo puede parecer a aquellos que puedan permitirse pagar una academia privada de idiomas o un profesor particular y no tengan que ir a la Escuela Oficial de Idiomas, donde las aulas están masificadas porque hay 170 alumnos más que el año anterior y medio profesor menos de inglés y medio menos de francés.
Se lo puede parecer a aquellos que se puedan pagar una academia privada de música donde elegir o continuar con la especialidad que necesiten porque en el Conservatorio se haya eliminado esta especialidad por reducción de su presupuesto y de su personal.
Se lo puede parecer a aquellos cuyos hijos no deban acudir al instituto por las tardes arecibir clases de apoyo porque se ha eliminado el programa de abandono temprano.
Se lo puede parecer a aquellos a los que no les importe que sus hijos o hijas, en un instituto, no tengan garantizada la calefacción, la luz o el agua porque los presupuestos de los centros se hayan reducido un 40%.
Se lo puede parecer a aquellos a los que no les importe que en el instituto de sus hijos o hijas la clase de tecnología la imparta un profesor de bellas artes, que la de inglés se la pueda dar el profesor de francés o que las matemáticas de CPI las pueda dar la profesora de bellas artes, porque no hay profesores para cubrir las necesidades de cada departamento.
Se lo puede parecer a aquellos cuyos hijos o hijas no hayan sido alguno de los niños que este año hayan empezado infantil y para los que se haya identificado algún tipo de necesidad educativa especial o necesidad específica de apoyo. Por suerte, todavía pueden llegar diagnosticados por el equipo de Atención Temprana de Asprona, porque siguen realizando su trabajo. Ahora bien, sin apoyo en infantil, la adaptación de este alumnado y del resto de sus compañeros parece que dista un poco de ser lo más normalizada posible.
Se lo puede parecer a aquellos cuyos hijos o hijas no necesiten recibir educación combinada con el Colegio de Educación Especial porque todavía está sin cubrir la plaza de orientadora en su centro ordinario, lo que impide que se realice la pertinente reunión de coordinación entre los dos centros para que a esas niñas o niños se les garantice la respuesta educativa más ajustada a su situación y su necesidad.
Tras escuchar lo arriba expuesto, todavía habrá mucha gente a la que nuestro discurso le seguirá pareciendo un conjunto de vaguedades y mentiras, pero sólo es cuestión de tiempo: antes o después, cualquiera de los nuestros hijos e hijas pueden encontrarse en la misma situación que los hijos e hijas de todos los padres a los que desgraciadamente, a día de hoy, no pueden dejar de importarles todas las situaciones que están viviendo o pueden llegar a vivir en la educación de sus hijos.
Respecto a hacer "propuestas constructivas", querríamos saber cómo se nos puede sugerir que hagamos propuestas si todas las medidas adoptadas últimamente en el ámbito de la educación nos han venido impuestas con un decreto ley o similar y sin que se hayan consensuado con la comunidad educativa. Para proponer, primero tendríamos que ser consultados y creemos que ni los padres ni los docentes hemos tenido demasiado poder ni de opinión ni de decisión en las últimas medidas que se han adoptado en educación.
Proponer a estas alturas, cuando las medidas ya están decididas, sólo nos puede permitir aportar soluciones a los problemas surgidos, unos problemas que han sido generados por quienes han legislado y han decidido seguir un camino u otro a la hora de recortar los presupuestos educativos, sin contar con las opiniones de toda la comunidad educativa.
Como padres, nuestro poder de “propuesta” en estos momentos no puede ir más allá de proponer y organizar un sistema de préstamo de libros dentro de cada centro o proponer una posible solución privada al tema de los comedores escolares para ofrecerlos a aquellos padres que sí que podrían desembolsar una cantidad razonable por el servicio para el curso que viene, si nos lo solicitaran.
Nadie tiene que dudar de que tanto padres y madres como docentes vamos a adoptar una “nueva actitud” con la educación de nuestros hijos e hijas y alumnos y alumnas, una actitud impuesta por las circunstancias. Resulta clara la necesidad de apoyo y esfuerzo que cada uno, como padres y madres, profesores y profesoras vamos a tener que realizar, a todos los niveles, para conseguir que nuestros hijos e hijas y alumnos y alumnas puedan labrarse un futuro digno, pese a la incertidumbre generada en nuestro sistema educativo por los cambios que ya nos están afectando, por la propuesta de una enésima nueva Ley de Educación o por la defensa por parte de los responsables educativos de nuevas teorías donde se promulga que hay que mejorar el rendimiento (pero sin inversión) para que se pueda recortar (¿aún más?).
Poco más podemos hacer, como padres y madres, que seguir con nuestro “discurso”, que lo único que pretende es evitar que se desmorone uno de los pilares básicos del futuro de nuestra sociedad como es nuestro sistema educativo. Está en juego un presente educativo que no dé pie a desigualdades que se traduzcan en un futuro injusto para nuestros hijos e hijas.
Por último, agradecemos a todos los presentes que hayan escuchado nuestro “discurso” y rogamos nos disculpen si este ha sido demasiado extenso Nos sentimos en la obligación de aprovechar el marco que nos ofrece este Consejo Escolar Local para exponer nuestras opiniones ante el resto de miembros de la comunidad educativa, así como ante los responsables políticos locales, que si bien no tienen poder de decisión o actuación en la mayoría de los puntos aquí tratados, tienen la obligación de escuchar las inquietudes que tenemos como representantes de los mayores afectados en todo este proceso: nuestros hijos e hijas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
El Cafelito del Viernes no se responsabiliza de las publicaciones y opiniones vertidas por los usuarios contra terceros, se reserva el derecho y se compromete a publicar gratuitamente opiniones de quien se viera aludido. Tanto las colaboraciones como las alusiones, comentarios y aportaciones lieterarias no deberán vulnerar el respeto a la dignidad de la persona, ni serán discriminatorios, xenófobos, racistas, ni atentarán contra la juventud o la infancia, el orden o la seguridad pública o que, a nuestro juicio, no resultaran adecuados para su publicación, informándole de ello y de los motivos que se dieran.
El remitente de una publicación será el único responsable de lo publicado ante terceros, asume la responsabilidad derivada del escrito y se responsabiliza de no provocar daños en los sistemas físicos y lógicos de esta web, de sus proveedores o de terceras personas, introducir o difundir en la red virus informáticos o cualesquiera otros sistemas físicos o lógicos que sean susceptibles de provocar los daños anteriormente mencionados; intentar acceder y, en su caso, utilizar las cuentas de correo electrónico de otros usuarios y modificar o manipular sus mensajes.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.