CHOCHOS, PIJOS Y PESPUNTES. (24)

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SEÑORAS Y SEÑORES, MIS MUY AMADOS LECTORES Y ADMIRADORES DE MIS POEMAS ERÓTICOS, IRÓNICOS Y CACHONDOS; YA NO ENCUENTRO PALABRAS PARA AGRADECEROS TANTA ALABANZA Y FELICITACIONES COMO CADA DÍA RECIBO. GRACIAS A TODOS. PERO DEBO AÑADIR QUE ME ESTÁN PASANDO COSAS QUE SON DIFÍCILES DE ENTENDER. NADA MÁS METERME EN LA CAMA APARECE LA IMAGEN DE MI SANTA ESPOSA, EN CUEROS Y DEBAJO DE MÍ, Y SE ME PONE EL ZURRIAGO COMO ES FACIL DE ENTENDER. PERO COMO LO TENGO ESCAYOLADO POR LO SUCEDIDO EN CHOCHOLANDIA, NO VEAN LO MAL QUE LO PASO HASTA QUE CONSIGO QUE SE DESINFLE. EL OTRO DÍA, RECOGIENDO LA CRUZ DE LA ORDEN DEL CALANDRAJO, EN LA VILLA DE MADRIGAL DE LAS MADRIGUERAS, ME ROCE CON LA ALCALDESA Y SE ME DESPERTÓ EL GORRIÓN. LO PASÉ MUY MAL PORQUE LA EDIL SE DIO CUENTA QUE ALGO DURO LE HABÍA ROZADO EN LOS BAJOS Y SE ENCALABRINÓ. COMO TENÍA QUE IR A SANTA CRUZ DE LOS TIRABUZONES PARA RECIBIR EL TÍTULO DE TORILERO ENTORILADO, DECIDÍ SUJETARLO CON ESPARADRAPO Y ASÍ EVITAR UN NUEVO TROPIEZO.

CHOCHOS, PIJOS Y PESPUNTES. (24)

Por el Marqués de la Bragueta.

Queridos y amados míos llevo un año en Chocholán sin parar de fornicar con calores y con fríos. Ya dije en otro poema que me tomo la pastilla para poner mi chorrilla como el pico de Ipanema. ¡Qué gran invento, señores! Te tomas una gragea y si la nena lo otea te pide que la desflores. Pero alguien preguntará: ¿No se folla a la Alcaldesa cuando no lleva compresa por delante y por detrás? ¿No folla a las camareras cuatro días de cada mes y se lo mete a las tres dejándolas con ojeras? Pues sí, queridos amigos, con las cuatro me apareo y les doy cada sobeo que quedo empachado de higos. Con la Edil veintiséis días, con las camareras cuatro, lamiéndolas como un gato propiciándole alegrías. De las veinticuatro horas estoy la mitad follando y también, de vez en cuando, me como un plato de moras. Porque la mora lo empina y te evitas la pastilla, le chupas la pepitilla y chilla como una china. Después de echar un casquete me lavo el pijo y me voy para jugar al rentoy y escuchar a Chiquetete. Y más tarde al comedor, a comerme una paella que me sirve una doncella tan bella como una flor. Comer, dormir y follar, estos son mis tres deberes, los tres más grandes placeres que uno puede disfrutar. El comer te da energía, durmiendo repones fuerzas y follando te relajas, el colesterol rebajas y la salud la refuerzas. Cuando estas tres las cultivas puede que cien años vivas.

Ya he dicho que llevo un año fornicando en Chocholán porque la Alcaldesa está tan hermosa como antaño. Me sorprende cada día con un menú muy distinto y buen vino, blanco o tinto, y fruta de la Axarquía. Si de follar no se cansa, comiendo no tiene hartura y hasta pierde la cordura bebiendo como una gansa. Y ya se lo tengo dicho: Después de comer no follo pues puedes mandarme al hoyo en la tierra o en un nicho. Haciendo la digestión empieza a tirarse pedos que hasta a la Sierra de Gredos puede que llegue el olor. Y a ver quien tiene cojones para encamarse con ella tras hincharse de paella y atracarse de orejones. Bufa como una camella en la cama recostada, con la digestión pesada por la ingesta de paella. Tres horas dura su siesta y se despierta pidiendo que el Marqués vaya corriendo para empezar con la fiesta. Se meten en la bañera y recubiertos de espuma ella se pone gatuna y le acaricia la pera. Cuando el Marqués tiene el tocho como el mango de un martillo le practica el paseíllo y se lo mete en el chocho. La Alcaldesa grita y llora porque se escapa el vergajo moviendo el culo a destajo y sale a ciento por hora. Ya te lo dije Alcaldesa, fornicando en la bañera tendrás que estar a la espera de que se me ponga tiesa. Y encima está tu gatera escurridiza y babosa y mi picha primorosa se escapa y no entra entera. Sal pronto de la bañera y te secas el chumino, después coges el camino hasta el catre, que te espera un pijo como un hocino.