HASTA AQUÍ HEMOS LLEGADO, AMIGOS DEL ALMA. (21)

Por el difunto Marqués de la Bragueta. 

¡San Chato de Capagrana, folló con traje de pana! ¡San Feo del Molinillo, pijo flojo y chiquitillo! ¡San Chiquito Mogonero, pijo gordo y puñetero! ¡San Ciruelo de la Huerta, que desvirgó a una tuerta! ¡San Nene del Parralillo, que folla más que el Tontillo! ¡San Chache de Sorihuela, con polla cual manivela! ¡San Pene de Iznatoraf, que solo da por atrás!

Mis añorados y siempre amados y recordados amigos del alma, hasta aquí hemos llegado. Me rindo, o mejor dicho, me han obligado a rendirme, jamás sabréis lo que se cuece en las Celdas de Castigo del Infierno.

Les hice polvo el ojete al Genaro y al Blasillo para que me enviaran al Infierno y nada más llegar engatillé a treinta y siete demonios con la sola intención de que me recluyeran en una de las Celdas de Castigo y de esta forma conocer de primera mano lo que en ellas sucede, pero mi gozo en un pozo, estaban repletas, no cabía ni un enano.

Y saben ustedes de donde procedían los nuevos inquilinos, pues de políticos babosos y trincones, sindicalistas defraudadores del dinero de los trabajadores, bancarios especuladores y cabrones, propietarios de empresas inmobiliarias, más cabrones todavía, y la tira de hijoputas de tramas gurteles, filesas y de los Eres y no Eres.

Según noticias que me llegaron de fuentes fidedignas, se tuvieron que reunir el Pedro Botero y su Plana Mayor de Demonios Cornudos y Rabudos para habilitar un espacio, de algo más de setenta mil hectáreas, para construir doscientas cincuenta mil nuevas celdas para poder enchiquerar a tanto cabrón como tenían en la reserva, y los que cada día llegan, que el chorro diario no para.        

Y no vayan ustedes a creer que todos los nuevos inquilinos son españoles, pues también los hay catalanes, vascos, gallegos, italianos, franchutes, ingleses, portugueses y de toda la Europa europea. Fíjense ustedes que hasta del Vaticano hay gente, con esto se dice todo, y algunos son de la alta Curia.

¡Madre del Alga Marina! Como la cosa siga así no tengo una Celda de Castigo libre hasta el Año de la Pera, que viene siete siglos más tarde que el Año de la Papaya y quince después que el Año de la Chirimoya.

Aquí también hay crisis, pero de espacios para enchiquerar a tantos malandrines, cabroncetes, mal nacidos, diputados, senadores, alcaldes, concejales, bancarios, ladrilleros, ministros  y ministras analfabetos, y presidentes de gobierno, de comunidad y diputaciones más tontos que Pichote, que se cayó de espaldas y se rompió el pijo.

Hice amistad con una Demonia, que en sus tiempos de hermosa hembra en su país de procedencia (Brasil) folló con más de tres mil seiscientos tíos de todas las partes del Mundo, menos de Gibraltar, que me decía que se ha acostumbrado a los calores del Infierno porque los ochocientos ochenta grados de aquí son más o menos los que ella tenía en el coño en su País.

Me contaba también que cada día se la encaloman unos doscientos Demonios, por delante y por detrás y a todos los deja aviados, o sea, más exprimidos que una uva pasa. Que fue la Demonia Mayor del Infierno por espacio de treinta siglos, hasta que llegó una española, que fue cantante de flamenco y de copla y más ardiente que los palillos de un churrero, que le quitó el puesto.

También me decía que cierto día, estando follando con el Demonio, Secretario de Apuntes y Clientes Venideros, le dijo que estaban esperando a unos veinte mil quinientos españoles, que estaban incluidos en el Listado de Clientes Fijos, y que tenían la Celda de Castigo asegurada por sus muchas fechorías y desmanes; que España era el País que más inquilinos aportaba al Infierno en proporción al número de habitantes.

   Bueno, pensé yo, en algo debemos ser los primeros, no todo va a ser en fútbol, tenis, fórmula 1, motociclismo, baloncesto, balonmano, maricones, putas y lesbianas, sino que en hijoputas, asesinos, ladrones, mafiosos, separatistas, cabrones y jueces estrellas y fiscales estrellados estamos en la punta puntera de la manijera.

Y me dijo más, que tenga paciencia porque entre los que hay esperando y los que van llegando la lista de espera se hará más larga que la de los hospitales españoles para operar un quiste de sobaco, de almorranas culeras o de un juanete en la rodilla.

También es verdad que me metí en un berenjenal por querer enterar a ustedes de lo que sucede en las Celdas de Castigo del Infierno. Me supongo que a ustedes les debe importar un comino lo que allí pase y como la inmensa mayoría irán a la Gloria Bendita y algunos, pocos, al Purgatorio no deben preocuparse en demasía y olvidarse de Pedro Botero.

No sé lo que tardaré en reunirme con mi esposa, la Excelsa Marquesa de la Braga, a la que cada día, semana, mes, año, lustro, centuria y milenio recuerdo con la esperanza de darle un achuchón para recordar los tiempos en que follábamos como descosidos y por ello considerados como la pareja que batió todos los record de polvos, remaches y clavos en todas las posturas inventadas por los antepasados de la Marquesa.

SALUT Y FORÇA EN EL CANUT A LOS HOMES TERRÍCOLAS.