¡POR FIN EL PURGATORIO! (23)

Por el difunto Marqués de la Bragueta. 

¡San Chumino bien follado, chupado y lengüeteado hasta ponerse morado! ¡Santa Chorra del Marica, de todas es la más chica en Almansa y en Malpica! ¡San Coño entrecomillado, siempre folla de costado aunque esté algo resfriado! ¡Santa Pitusa serrana, que se asoma a la ventana para ver si la gitana se lava en la palangana el chocho cada mañana!

Queridos y amados admiradores, no hay nada nuevo bajo la penumbra del Infierno, siguen las cosas igual que hace siete siglos, que son los que llevo esperando una Celda de Castigo. Si se desalojan mil quinientas son cubiertas por los miles de españoles (también algún que otro extranjero de fuera, sobre todo de Cataluña, Valencia, Andalucía y Vasconia) que hay en la reserva.

Ahora es cuando me entero de la cantidad de cabrones, hijoputas, malversadores, trincones y metedores de la mano en la saca que hay en nuestro País, cada día llegan por centenares y me parece a mí que el chorreo no acabará nunca.

A veces me pregunto: ¿Cómo es posible que en España haya tanto cabrón y no se les haya aplicado la Justicia terrena, la hayan burlado hasta el punto que algunos de ellos han llegado al Infierno sin haber sido juzgados? Escuché una conversación entre una media docena de estos sinvergüenzas, y uno, al parecer inmensamente rico en España, se jactaba de haber comprado los favores de Jueces, Fiscales, Abogados y hasta a los del Tribunal que lo debería haber enchiquerado de por vida.

Ahora que aquí si que lo van a pagar, no saben bien lo que les espera porque en este horroroso lugar no valen influencias, ni dinero ni pollas en vinagre. En cuanto los trinque el Pedro Botero y les clave el tridente, van a galope a una Celda y se le van a quemar hasta los huevos, que se los tenían que haber arrancado a pellizcos en la Tierra.

He hecho algunas amistades entre gentes que están en la Lista de Espera como yo. Hay varios que están aquí por una simple tontería, de la que no se arrepiente pues dice que si volviera a la Tierra lo volvería a hacer. Uno de ellos dice que se folló a tres generaciones de una misma familia: a la abuela, a la hija y a la nieta, y que a la que más se tiró fue a la abuela, que era la más caliente y que al ser sorprendido por la hija se la tuvo que engatillar para que no dijera nada.

A la nieta la desvirgó un día que la chiquilla se bañaba y lo llamó para que le diera una toalla. Entró, la vio desnuda y se encalabrinó, se desnudó, se metió en la bañera y comenzó a toquetearle los bajos, la nena le agarró el boniato, se puso encima y ella misma se rompió la membrana. El agua de la bañera se tiñó de rojo por la sangre que derramó la zagala.

Y resulta que el novio de la nieta era mariquita, llevaban novios varios años y ni le había dado un beso, y mucho menos había intentado hacerle un curriquiqui, por lo que la nena estaba hasta el moño de tamaño maricón. Este fulano, cuando relataba sus polvos con la abuela, la hija y la nieta, se relamía los labios y cerraba los ojos para saborear los recuerdos. Yo no es que ponga en duda lo que dice, pero mi experiencia sobre los asuntos de la braga y de la bragueta me hace dudar de estas cosas.

Pero un día vimos aparecer a un Demonio que era diferente a todos los que habíamos conocido. Éste tenía 5 cuernos, tapándole toda la frente por lo cual era más horroroso. Se dio a conocer como el Cuernero Mayor del Infierno, cargo que se instituyó especialmente para él.

Nos hizo algunas preguntas y señalándonos con un dedo nos dijo: Ojo con vuestro comportamiento, en el más mínimo tropiezo me presento y os meto mi nabo en el ojete y os apaño para varios siglos.

Nos entraron escalofríos nada más pensar que tan horroroso personaje nos engatillara por el ano. Hice averiguaciones para saber quién había sido este sujeto en la Tierra y me quedé de piedra. Este Demonio fue en vida el mayor asesino etarra; se jactaba de haber matado a más de 30 hombres, mujeres, niños y ancianos y jamás se arrepintió de tamaña salvajada.

Intenté solicitar audiencia a Pedro Botero para pedirle que semejante asesino fuera internado de por vida en una Celda de Castigo y me aconsejaron que no lo intentara, que esta clase de sujetos son los más apreciados en el Infierno y prueba de ello es que nada más llegar instituyeron el cargo que ostentaba como premio a su canallesca vida terrícola.

Entonces me pregunté: Si para este asesino se instaura un cargo de tal envergadura ¿qué cargo habría que darles a tanto hijoputa, cabrón, chupadores de sangre a los obreros, corruptos, malversadores de los dineros públicos, políticos de mierda y enmierdados hasta las cejas, jueces y fiscales prevaricadores, sindicalistas enriquecidos con los dineros de los trabajadores, Alcaldes, Presidentes de Diputaciones y de Comunidades Autónomas.

Alguien me dijo: No te quemes la sangre que desde aquí poco podemos hacer; sigue un comportamiento normal hasta que consigas el traslado al Purgatorio y una vez allí procura seguir dignamente hasta que te veas elevado a la cumbre de la Gloria Celestial. Allí es donde únicamente podrías conseguir que el Todopoderoso mande una lluvia de dignidad y honradez que haga fructificar la vida digna para todos los habitantes de ese hermoso planeta.

Y me llegó. Cuando iba a cumplir una docena de siglos esperando una Celda de Castigo fui avisado para que me presentara en la Oficina de Traslados y Apechusques donde me dieron un volante para mi evacuación al Purgatorio. Llegué, me ficharon y me quitaron de nuevo el pijo y los huevos. Otra vez sin instrumentos, ya no podré tocarme los cojones, como hacía en la Tierra.

¡ADIOS MI PIJO DEL ALMA. ADIOS MIS HUEVOS QUERIDOS, NI LLORO NI ME MOSQUEO, NI ME IRRITO NI ME LAMENTO PORQUE AL LUGAR DONDE VOY NO NECESITO INSTRUMENTO!