Por el difunto Marqués de la Bragueta.
Queridos,
añorados y nunca olvidados amigos y admiradores. No puedo, por
razones razonadas y razonables, comenzar este artículo con Vírgenes,
Santos ni Santas. En el lugar donde felizmente me encuentro no
existen Leyes ni Reglamentos pero si unas normas no escritas -porque
en este lugar no son necesarias- que te obligan a ser noble,
generoso, simpático, amable, sincero, honrado, solidario, honorable
y todas y cada una de las virtudes del alma, que en la Tierra están
desapareciendo.
Hace
poco llegó un hombre -español de Atapuerca- que se hizo muy amigo
mío y me decía que en nuestra querida y amada España las cosas
están cada día peor: más sinvergüenzas, más ladrones, más
separatistas, más maltratadores, más chupadores de la sangre del
menesteroso, del obrero, del que carece de todo menos de hambre y
miseria.
Me
contaba, muy apenado, que dentro de nada no existirá España tal y
como nosotros la conocimos, que un enjambre de políticos enanos
están empeñados en separarse para luego, una vez conseguida la
independencia, hacer lo que les salga de (no puedo decir la palabra
porque aquí no se estila) y lo pueden conseguir porque los políticos
que mal gobiernan la Nación son unos analfabetos, pusilánimes,
atontados, gilipollas y simplones, que encima están embadurnados de
mierda por los enjuagues con el dinero, unos del público y otros del
privado.
Dice
que la clase política actual es de tan ínfima categoría
intelectual y moral que causa grima verlos cada día, en el Congreso,
tirarse mierda unos a otros, todo menos ponerse de acuerdo para crear
puestos de trabajo, meter en la cárcel a los trincones y limpiar la
vida pública, y la privada, de tanto sinvergüenza como han
florecido en las últimas décadas.
Pero
voy a lo mío. Estuve en el Purgatorio casi un milenio y desde el
primer día que regresé del Infierno me prometí a mí mismo que no
iba a hacer nada que me perjudicara para alcanzar la Gloria
Celestial. Tuve numerosas ocasiones en que me resultó extremadamente
difícil ser fiel a las Leyes, Reglamentos y Normas de Convivencia
Purgatoriles.
La
primera fue el día en que me presenté en la Oficina de Registros
Bajeros para firmar el “entregué” de mis partes pudendas. Era de
obligado cumplimiento porque medían la largura y grosor del pene y
el peso de los testículos, para que en caso de tener que volver a
implantártelos por haber delinquido y trasladarte al Infierno,
supieran cuales eran los tuyos.
Estas
precauciones las tuvieron que implantar cuando a un enano de Sotillos
del Albroñigal le pusieron, equivocadamente, los genitales de un
fulano de Madrigal de la Cebolleta, que medía casi dos metros, su
pijo unos treinta y cinco centímetros y casi medio kilo los huevos.
Y menos mal que se dieron cuenta al ver al enano andar espatarrado y
muy despacio por el tamaño y el peso que tenía que soportar. Antes
de ser evacuado el enano al Infierno fue obligado a devolver los
atributos que se le habían implantado y ponerle los suyos
verdaderos.
El
enano armó la de San Quintín y decía aquello de “Santa Rita,
Rita, Rita lo que se da no se quita”. Hubo que anestesiarlo y
colgarlo por las orejas para poder quitarle los atributos que no eran
suyos.
Como
he dejado dicho, fui a la Oficina de Registros Bajeros y detrás del
mostrador había media docena de muchachas que me dejaron atontado.
No había visto en mi larga vida sexual en la Tierra mujeres como
estas seis.
La
vista se quedó fija en las tetas, lo único que se les podía ver
porque, ya lo dije, no tienen ni chocho ni pelambrera. Bueno, las
tetas y los labios, y qué labios. Me vino a la mente la boca de Sara
Montiel en sus mejores años. Me tuvieron que decir:
Oiga, señor, qué es lo que desea, que se ha quedado paralizado.
Como
son tan puras no son capaces de entender que alguien se ponga como un
percherón viendo a mujeres de esta categoría. Tuve que decirles que
me había dado un pequeño vahído y me creyeron porque de lo
contrario me veía de nuevo con Pedro Botero.
Aunque
entre las ingles no tengas nada, la mente te traiciona alguna vez y
más a un hombre como yo, que estuvo follando en la Tierra 85 años y
a diario. Eso te crea una adicción que es muy difícil que
desaparezca del todo. He tenido que recurrir en miles de ocasiones al
Purgonero para que me gire la cabeza y me sople en las pestañas, que
es la única solución para mis desvaríos.
Debo
decir también que llevo varios siglos buscando a la que fue mi
ardorosa y caliente mujer en la Tierra y no la he podido hallar.
Estar aquí si que está pero vaya usted a saber en que lugar. Esto
es inmenso y aunque cada segundo pasan por tu lado miles de almas,
las miró, las remiro y nanay del Paraguay.
Pero
lo cierto y verdad, amados míos, es que aquí se está como no
podéis sospechar. Por algo se dice en la Tierra: “Estoy
en la Gloria Bendita”,
que ignoro quien pudo decir tal cosa si de aquí no ha salido, ni
saldrá, nadie para pregonar la felicidad que tenemos a nuestro
alcance.
Podéis
estar seguros que todos lo cabrones, trincones, ladrones,
politiquillos, sindicalistas, Patrones de la Patronal, Separatistas,
asesinos, maltratadores, fariseos, mentirosos y malandrines en
el jamás de los jamases entrarán en este maravilloso lugar. Aquí
únicamente se respira bondad, generosidad, nobleza, solidaridad,
honorabilidad, vergüenza, honestidad, sinceridad, amistad y amor por
todos lados.
A
QUIEN DIOS SE LA DE SAN PEDRO SE LA BENDIGA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
El Cafelito del Viernes no se responsabiliza de las publicaciones y opiniones vertidas por los usuarios contra terceros, se reserva el derecho y se compromete a publicar gratuitamente opiniones de quien se viera aludido. Tanto las colaboraciones como las alusiones, comentarios y aportaciones lieterarias no deberán vulnerar el respeto a la dignidad de la persona, ni serán discriminatorios, xenófobos, racistas, ni atentarán contra la juventud o la infancia, el orden o la seguridad pública o que, a nuestro juicio, no resultaran adecuados para su publicación, informándole de ello y de los motivos que se dieran.
El remitente de una publicación será el único responsable de lo publicado ante terceros, asume la responsabilidad derivada del escrito y se responsabiliza de no provocar daños en los sistemas físicos y lógicos de esta web, de sus proveedores o de terceras personas, introducir o difundir en la red virus informáticos o cualesquiera otros sistemas físicos o lógicos que sean susceptibles de provocar los daños anteriormente mencionados; intentar acceder y, en su caso, utilizar las cuentas de correo electrónico de otros usuarios y modificar o manipular sus mensajes.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.