Ana Garrido con su habitual distinción
presenta desde la altura de su sillón poniendo como preámbulo que se va a
hablar del mercado Central, a les invitades, arrimados a la original mesa, a:
Antonia Millán, María José Almendros y Bautista Carrión, todes(todas y él)
elles (él y ellas) tan conocides como para no extenderse en la representación
que llevan.
Resultó inesperado que la presentadora
no diera alguna explicación acerca de porqué no hubo programa la semana pasada.
Primero va un video-encuesta, en la que
se muestra la disparidad de opiniones según todos los gustos en la calle, y por
dentro del edificio más inclinadas a resaltar lo positivo con el semitono a
veces de pequeñas críticas de algunos detalles; no faltó el entusiasmo de algún
comerciante y el requerimiento de que la gente acuda al mercado.
[Lo que opina la calle, en general, no
se deduce de las entrevistas que se ponen; el acudir puede ser que sea más o
menos, depende de qué se vende y cómo se vende, al principio la novedad hace
que aumente el personal y al poco si solo el cambio ha sido por las reforma de
las instalaciones, se normalizará a como antes (la gente compra lo que necesita
y donde mejor le resulta)].
Millán entra suave en que era una obra
necesaria, que da más luz, más modernidad, más alegría (muchos más) y que
lógicamente habrá que ir subsanando. Advierte de la rapidez de la obra. Pero
que también hay que considerar la importancia del cambio comercial [hubiera
sido interesante conocer extensamente esos cambios]
Almendros comienza delicadamente en que
no se trata de hacer una crítica feroz, pero no deja de decir enseguida lo de
la improvisación, inauguración sin acabar tal que sin bar y sin adjudicaciones
de los puestos de arriba; que en términos generales no está mal ,estaría bueno
que… Y no deja de sacar lo del aparcamiento
como un lastre y que dicen por la zona que han bajado las
ventas.
Carrión observa: disparidad, que hay
bastante descontento, se improvisa mucho y cita otros casos y en que no se sepa
donde van a poner los puestos y sobre todo los de frutas y verduras, mal lo de
los aparcamientos pues se tenía que haber previsto al quitar los de la c/
Corredera de azul para terrazas. Se inauguró sin tener todo a la vez.
Millán para repeler la crítica de la
improvisación se declina porque habría que hablar de falta de interés
(refiriéndose a la oposición política) de informarse y que jamás hicieron
alguna aportación [¿pero esto quita al que gobierna de ser previsor?].
Retoma lo de la venta ambulante conque
solo se ha cambiado lo de la colocación de puestos de ropa en la plaza; está
alerta [es algo que espera quien sigue el debate] que le pregunte a Carrión,
que dónde los llevaría él [a ver, a
ver], y este dice, que ya lo dijo [hubiera sido bueno oírlo por los
televidentes que no se hubieran enteradolo]; y Millán reparte para Almendros
respecto a la ejecución de las obras y ordenación, conque parece mentira con
los años que lleva, van a ser 15, no sepa lo de los pliegos hasta que la
ordenanza esté aprobada … y
se lían en justificaciones, sin dejar claro quien falló y quien no falló.
En relación a los aparcamientos, su
salida es que muchos peatones piden espacios y que meter dinero en un parking
subterráneo…
Hace saber que los puestos ubicados en
franciscanos están bien y piden los comerciantes que les dejen ahí [parece raro
que ahí vendan más…].
Almendros
opina que todos los vendedores se retroalimentan; dice que ella también ha
preguntado y hay versiones en sentido contrario. Que hay que tener la visión
más amplia, global y
defender los intereses de todos los ciudadanos; hay que tener en cuenta que por
donde algunos se sitúan hay una guardería, que pondrán mesas veladores cuando
buen tiempo y hay niños por los columpios. ( sigue en II)
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