Me gustan calentitos,
como es fácil encontrarlos los días de animación callejera, los de venta
ambulante. Pero hoy están fríos – no es día de mercado en la rúa – como el
tiempo. Con alguna frecuencia desayuno en la churrería del Mercado. Hoy
insólitamente causa extrañeza su apertura (es Miércoles, no hay puestos
ambulantes) y tal día de la semana antes no abría.
A consecuencia del hecho,
entablo conversación con la señora churrera, sobre este acontecer y la
situación que se le presenta al negocio. Todo el intercambio de pareceres, de
manera comprensiva y simpáticamente; sin prisas pues la cola la
formo solo yo mismo (es un decir).
Comprendo que cuando
no hay casi movimiento los churros se van quedando tiesos, y más en esta época
del año.
Curiosamente los llamados
churros aquí en otros lugares se llaman porras, y las porras de aquí son los
trozos terminales de las espirales de las que cortan los churros. Es lo de
menos, todo se come y de la misma masa
sale.
Churrería sí, para les
ciudadanes, pues allí se acercan demandando, pero, no se sabe como resultará,
si será suficiente para que sea rentable tener abierto el local (en principio
según la señora churrera ¡eso de tener que abrir por normativa!) (claro que si
da para ello el negocio pues no habría ni reticencias). Pero ¿y si
no compensa siquiera abrir tanto como todos los
días?. da a la calle vive en parte de la
venta ambulante (de los mismos comerciantes y de la gente que es atraída hacia
ahí esos días de mercado ambulante)
El libre comercio
dentro de un orden pero no que perjudique al vendedor
Es un puesto especial
que da a la calle y que se asocia más en su negocio con la venta ambulante en
la calle que atrae a más gente, y unos churritos por aquí y otros por allá dan
pequeñas satisfacciones al público y colman el merecido negocio.
Pero si no le compensa
echar tiempo en tener abierto el local ¿por qué se le obliga a la apertura para
ver pasar el tiempo casi todo el tiempo?. ¿Churros fríos?, ¿se le va a obligar
a que los sirva calientes?
El dueño de un
negocio, que ha pagado un alquiler por el local, ¿no debería explotarlo a
su entender guiado por el óptimo de producción teniendo en cuenta todos los
factores productivos?. Las alternativas, en este caso, se ajustan por si mismo,
si hay caja otros días pues ya abrirá las puertas y si no ¡que esté obligado a
perder! No parece razonable, a no ser que su patrón fuera el Ayuntamiento y le
pagase por hacer ese servicio de que haya churros calentitos todos los días en
todo momento.
Sí que el Consistorio
Municipal está para que la ciudad sea “amable” (otro término modal) sea más
confortable para la ciudadanía… pero ¿se van a quejar les ciudadanes al
Ayuntamiento de que la chulería del Mercado solo abre los días de mercado
ambulante y los Domingos? (por cierto, si lo que se pretende es uniformidad,
¿por qué si se le permite abrir los Domingos, los demás puestos de dentro del
edificio Mercado no abren también, en base a esa uniformidad?
Ser tan estricto en
este caso ¿conduce a buen fin?. Oí a la concejala Millán que hay unas normas de
horarios, ¿pero es mejor adaptarse a las normas en todo caso o en casos
especiales adaptar las normas a lo más conveniente a lo más razonable?
A lo peor, y mejor
para les churreres, les conviene poner un camión-churreril entre los puestos de
la calle para vender churros cuando merezca el negocio como un puesto más de
venta ambulante.
Si porque se haya
remodelado el edificio del mercado central y poco más, pasada la curiosidad, el
número de visitantes compradores va a seguir siendo prácticamente el mismo, no
parece que esa remodelación vaya a influir en una mayor afluencia a la
churrería.
Porque – yéndose por
otros territorios - lo que impera hoy día, y más cuanto más jóvenes son les
compradores (por los compradores y las compradoras), es el tipo de comercio de
los supermercados, donde se encuentra gran diversidad de productos, todos
agrupados al alcance de la mano para ir echando en los carritos, moviéndose de
acá para allá, en un ambiente moderno, animado hasta musicalmente; y si es
posible con asequible aparcamiento. Aunque claro, no por esto el mercado
central debe de dejar de competir con sus mejores características propias de él
y que en otras en ningún aspecto desmerezca de los supermercados. ¿Pero por qué
tomar medidas coercitivas, por ejemplo lo de los tiempos de apertura de una
churrería o el que haya uniformidad? (¡ay!, la uniformidad, por ejemplo en algo
tan vanal como los toldos de los puestos ambulantes, ¡qué más dará!, lo
importante no es eso, ni contribuye a que se compre o se venda más, aunque
opiniones son opiniones. El propio mercado con minúsculas ya se encargará de
organizar sus sistemas y sus tiempos de venta según el poder económico que
empuja a obtener el mayor rendimiento o rentabilidad; claro está dentro de un
orden lógico, que no distorsione, pero no exento de la máxima flexibilidad
mientras no perjudique a otros.
Porque – yendose por otros territorios - lo que impera hoy día, y más cuanto más jovenes son les compradores (por los compradores y las compradoras), es el tipo de comercio de los supermercados, donde se encuentra gran diversidad de productos, todos agrupados al alcance de la mano para ir echando en los carritos, moviéndose de acá para allá, en un ambiente moderno, animado hasta musicalmente; y si es posible con asequible aparcamiento. Aunque claro, no por esto el mercado central debe de dejar de competir con sus mejores características propias de él y que en otras en ningún aspecto desmerezca de los supermercados. ¿Pero por qué tomar medidas coercitivas, por ejemplo lo de los tiempos de apertura de una churrería o el que haya uniformidad? (¡ay!, la uniformidad, por ejemplo en algo tan vanal como los toldos de los puestos ambulantes, ¡qué más dará!, lo importante no es eso, ni contribuye a que se compre o se venda más, aunque opiniones son opiniones.El propio mercado con minúsculas ya se encargará de organizar sus sistemas y sus tiempos de venta según el poder económico que empuja a obtener el mayor rendimiento o rentabilidad; claro está dentro de un orden lógico, que no distorsione, pero no exento de la máxima flexibilidad mientras no perjudique a otros.
Les vaya bien a todes
Lopiu de la Estepa
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