Ana Garrido desde su “trono” indica
directamente el propósito del encuentro: Hablar sobre el estado de la Sanidad
en Almansa en las dos vertientes: si hay colapso, retrasos en citas de atención
primaria y sobre los tiempos de espera en urgencias.
Como exordio: Cuando aparece el problema de la
Sanidad, que es el tema más
serio que puede darse en el ser humano que transita en este por este valle, se
revuelve ipso facto para hablarlo y resolverlo. Hay que
partir de que es incuestionable que se empleen los medios de todo tipo como
algo prioritario a todo. La salud (¡qué somos sin ella!) es lo más importante,
y toda discusión sobre ella es vana. Solo queda para discernir, los modos de
gestión para la mayor atención con el mejor funcionamiento. Pero si se entrecruza
por ahí el negocio con la titularidad ; si solo se mide el gasto, si solo se
mira por el bienestar de un sector que no sea el de les enfermes (por enfermos
y enfermas), se desnaturaliza la cuestión y surgen las discusiones.
Por todo esto, en esta charla en la que con
frecuencia, se da el contraste de pareceres que deriva en, confrontación de
datos, en tratar mayoritariamente de convencer a la ciudadanía desprendiendo
credibilidad; solo me pueden impresionar algunas frases y el entretenimiento
que proporciona el que cada cual pretenda ganar la partida sobre la mesa que
les reúne. En unos casos saltando en cuanto la ocasión se presta sin ambages,
en otros cuando brotan de su mismo discurso y en otras bocas, o momentos
expresando nada más que su opinión sin acometer a nadie (simplemente aportando
datos y circunstancias). [que cada telespectador deduzca cuando se da una cosa
y cuando la otra]. Sentada esa basa y su fuste, solo voy escribiendo sobre lo
que me llama la atención en el arquitrabe y fachada.
¡Pero si ya de entrada se pone en cuestión si
existe una sanidad con problemas, por un lado, o no existen tales problemas,
por el otro!. La discusión está servida, y el campo de batalla dispuesto cerca
y acerca de la salud y lo hospitalario.
El cuadro de contendientes: José Gil (bien!),
Pilar Callado (bien!), Antonio López (bien!), y Valero González (también!)
La árbitra: Ana Garrido
La jueza de línea para algunos (aunque
físicamente allí ausente, estaba presente de referencia): Asunción Cuenca
En resumen:
Gil, más que pegar fuertes raquetazos,
colocaba, con su habla pausada y gesto adusto, las bolitas en difíciles
posiciones, efectuando así un defensivo ataque.
Callado, entremedias de los dos, no se
achantaba, todo lo contrario, aguantaba los arreones por un lado y por el otro.
Y no callaba ni en los momentos mas comprometidos por envites que la pudieran
desconcertar, revolviendo con sus resguardados datos preparados para
impulsarlos.
López, ataba los cabos que podían haber
quedado sueltos con el empaque que le caracteriza, y dando a saber que no está
ahí para litigar sino para aportar sus opiniones basadas en fuentes de
información .
González, estaba en una posición más centrada,
y aunque exponía sus
observaciones no se mostraba radical.
Latente en toda la velada, nos ofrecían a los
atentos telespectadores las dos posturas ya habituales en este os debates:
Por una banda, con el silogismo de que si
llega menos dinero la sanidad es indefectiblemente peor [adivinen]
Por la otra, que no tiene que ser así, que una
buena y eficaz gestión puede mantener los servicios que tenía, aún contando con
menos dinero
Todo consecuencia de la crisis, dando lugar
por una parte a los maléficos
recortes que hacen perder calidad sanitaria; y por otra a los ajustes pero con
una gestión capaz de que no se pierdan servicios
Con más detalle:
Para Callado, que es cierto lo que decían y se
alegra de que le den la razón, que no era alarma social, han denunciado que hay
retrasos, los sigue habiendo hasta de 15 días; se alegra de que les den la
razón. Envuelve el panorama conque da la sensación de que se hubiese
retrocedido 20 años[fuerte patadón de entrada]
Gil se esperaba, como dice, que le aticen, y
recibe y devuelve conque la información que él tiene es todo lo contrario de la
de Callado; y se recrea en explicar el funcionamiento de las urgencias.
Las listas de espera: por lado 1712; por otro
637. ¡Ahí es nada! La diferencia. Con eso ya tienen para discutir, si quieren,
toda la noche]. Para cada ponente es cuestión de credibilidad [¿les cudadanes
sabrán a qué atenerse?.
López da por sentado que él no ha venido a
discutir, sino a aportar informaciones que tiene. Inteligentemente dice que aun
suponiendo los 1712, lo que importa es que se cumplan los plazos, y que los
plazos se cumplen, y se basa en la ley de Garantías (máximo de 30 días para
pruebas, 60 para visitas de especializado y 180 para operaciones), y se ha
cumplido, que no hay problemas con las listas de espera; que para él, Asunción
Cuenca es una gran directora, de la que se fía y que no ha escondido nada.
González, aparte de su enfermedad, que no
cambia el hospital de Almansa por el de Albacete, no ha tenido problemas aquí;
lo que no le cuadra el que se quejen los profesionales en el Pleno, que algo
falla y que no llegamos a saber. Particularmente no tiene queja. Despeja una
sabia máxima: “los pacientes son impacientes”.
Callado, que las bajas no cubren hasta los
quince días lo que produce acumulación, mete que hace unos años la
situación de la sanidad era
mejor; que tiene de listas de espera unos datos, totalmente distintos a los de
Antonio, sacados además del ministerio de Sanidad; listas de espera han aumentado
de una manera exagerada, listas que han estado escondidas un año y no se las
dieron; que el plan de choque de la señora de Cospedal no ha tenido ningún
resultado, todo lo contrario los datos de espera son espeluznantes.
Gil, que se vuelve a decir que la gerente del
hospital miente, que ese problema será vuestro, que trae datos; y Callado dice
que tiene datos del ministerio de Sanidad y son 1712 en espera; Gil se fía más
de los datos que trae él y los desglosa dando su explicación, que las listas no
han estado escondidas, que hay que ir al sitio donde se las van a dar.
López, que la Sanidad está transferida a C-LM,
que él ha visto que hay 637 en el ordenador de la directora del hospital de
quien se fía en Sanidad más que nadie; no cree, dice, que Asun haya escondido
lista de espera ni nada por el estilo.
Callado, que las listas no se han sacado para
que no viera la gente el número [de esperas]
López, matiza que se suponga que Pilar lleva
razón, pero que a él no le importa que sean 1700 o 3000, si se cumplen los
plazos y de lo que habla es que los plazos [de la ley de Garantías] se cumplen,
le da lo mismo 1700 que 7000 siempre y cuando se cumplan los plazos [se van a
casos sueltos… con la conclusión de que el hospital funciona muy bien , para
uno; y que es un desastre total para ella,…; así que…]
González, que lo que esta claro es que la
gente se queja, que el sistema sanitario siempre ha sido deficitario, lo que no
puede ser hacer es esos recortes tan brutales sin mirar… se echó a un montón de
profesionales. Ataca muy de frente cuando dice que se decía que el hospital se
cierra o se privatiza, y resulta que ni
se ha cerrado ni privatizado. Dice que le diría al responsable político que
cree usted trabajo y creando trabajo más gente cotiza a la Seguridad Social y
se van manteniendo los servicios lo mejor que se puedan [curioso argumento el
de colocar ala gente para que se cotice, de esa manera se podría arreglar todo
el paro y tener una gran sanidad, etc.], y continúa con que e l gobierno de
aquí, debería escuchar un poquitín más a los ciudadanos a los que se están
quejando, a los que tienen problemas; que insistan a sus superiores sobre las
necesidades que se tienen y que se subsanen los problemas, mientras aquí se
hacen unas guerra de yo soy tal tu has hecho tal…, cree que con estas personas
que van al hospital, se está jugando un poquitín.
Ponen declaraciones de Cuenca, que dan
sensación de claridad.
López, avanza que la sanidad no es mejor
porque sea pública o sea público- privada, sino porque este bien o mal
gestionada [a lo que no se entra, y hubiera sido interesante desmenuzar]
Gil, que mejor 2013 que 2012 con una tasa de
reclamaciones un 50% menos. Que con las cifras hay que ser muy cuidadoso porque
luego te pillan; luego Callado se la devuelve conque antes hubo muchísimas
menos reclamaciones. Y se yergue Gil, con que va magníficamente, no se quitó nada,
solo la unidad de dolor, con el apoyo de López, que no se quitó, está en Albacete, y porque venía un
medico cada trimestre dos
horas, lo de neonatos que se decía que se quitaba, cuando no ha estado nunca;
los recortes no han sido tales ahora solo cincuenta mil el personal que hay
para atender. Afirma que no tiene que ser la sanidad un negocio, por
supuesto, ni va a ser
nunca, pero hay que optimizar un poco (ejemplo
de calefacción ventanas abiertas…) [un discurso que le favorece ante los dichos
populares (no se su partido precisamente) tan frecuentes).
Valero se pone en el punto medio, y señala que
esa mujer (Cuenca) es de alabanza al tener que vérselas con los recortes que
viene de arriba, [se arma un pequeño revoltijo, fundamentado en que lo que para
unos es recortar para otros es administrar] y critica que se ha quitado
tantísimo personal, aunque eso no quiera decir que alguno… [se sitúa en el
fiel].
Callado, harta de tanta complacencia, suelta lastre diciendo
que parece como si todo fuera fenomenal, un mundo de yupi; y lo que ocurre es que
hay muchísima gente que lo pasa mal por los recortes, que antes nadie esperaba horas en
urgencias, que están saturada las urgencias y plantas; que si han echado gente
a la calle no pueden atender todas las camas y hay gente en urgencia que ha
tenido que esperar horas y horas [para unes en yupilandia y para otres en
desasteelandia]. Se alegra de que las reclamaciones hayan bajado, pero claro
endosa que lo que tiene que
saber el público, que mirando atrás en 2009 había solo 64 reclamaciones, en
2010, 42, en 2011, hasta el tercer trimestre 32, y en el 2012, 368, arrojado que
hay tenéis los datos [contundente el que antes de que entrar eran muchísimas
menos las reclamaciones] y que hay colapso en urgencias y camas.
Continua en (II)
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