La de la muy probable instalación de la
empresa Giba Cars, para la fabricación de un tipo de coches. Es lo que viene a
anunciar como tema de la noche la presentadora Ana Garrido.
Y para hablar de eso, están:
Javier Sánchez
Pascual Blanco
María Ángeles Herrero
Francisco Pardo
Desde el primer arreón de la diligencia
conducida por Sánchez sentado en el pescante, se encaminan por rutas populares,
subidos todos en el mismo carro al tener a la vista la meta.
Un afán común les impulsa cuando se divisa la
antigua base Intermarché, y volviendo la vista atrás, sueñan la ciudad
acastillada a la que se deben y pretenden en común sintonía con el traqueteo
del carruaje.
Un camino de miel sobre hojuelas, sobre campos
de otras batallas. La cortesía impera, la modestia de los logros también sin
omitir los esfuerzos pertinentes. Desde el asiento confortable de los
invitados, Herrero no escatima alabanzas, buenos deseos y optimismo. Encaramado
en un lateral, Pardo, sostenido en un pie apoyado en el estribo y el otro
colgando al aire, rompe el molde de tener que hacer la política de la contra
por sistema (tan frecuente en ese ámbito por todos ls partidos) hacia quienes
gobiernan, y se une a la romería gozosa por el hondo hacia el dorado Giga
Holding, pero sin dejar de advertir, requerir, vigilar, como grupo opositor
controlador de la labor del grupo ejecutivo.
Mientras discurren por el llano, el viento
transporta sus discursos para dejarlos atrás como testimonio de deseos
cumplidos o incumplidos cuando otros aires pasen.
Sánchez sostiene las bridas sin sobresaltos
hace un recorrido hablado sobre el terreno delas vicisitudes que han de pasar,
de las buenas disposiciones, de las estupendas cualidades del territorio que
por su utilidad pública pasando por la vigilancia de los técnicos de urbanismo
y el Pleno, se llegue a buen fuerte, y en la cuarta fase del polígono
industrial haya un rancho para el parque de proveedores.
Blanco copilotando rasguea motivos suficientes
para que se apoye y que aún con todo se sigua siendo prudente, mientras otea
las montañas a los lados por si acechan peligros.
No puede faltar en la película la chica
atractiva y simpática, Herrero canta las virtudes de la población autóctona,
entona la canción del optimismo creciente, con el estribillo de que se facilite
la marcha y no se pongan piedras delante.
Pardo (a lo John Wayne) controla el movimiento
de los personajes y da un trasfondo de seguridad en la diligencia, flotando
dentro de limitados vaivenes placenteros ante tan extremada magnífica noticia
como para estar codo con codo y sin ambages con la misión, sin dejar de ser
prudentes y cautelosos; y que se piense en futuros posibles cambios
estratégicos en la ciudad.
Hasta ahora, solo silba el viento en líneas
armónicas, escrachadas únicamente con algunas disonancias: “hayan habido” y “de
que”.
Tampoco falta en esta cinta el reportero, en
este caso reportera Garrido, quien disecciona el paisaje liso y despejado, sin
dificultades ni amenazas.
Si hacer paradas, como si pudiera más el ansia
por llegar. Sánchez lanza
flores por doquier, prioriza el empleo de lugareños para repoblar el
territorio. Blanco sentado caras al aire vigilante con el fúsil apoyado entre
las piernas, hace volar su imaginación acumulándola en el azul sin olvidar la
preocupación. Herrero deja grabado “la prudencia puede estar unida al
optimismo”, aunque creía que el asunto estaba más avanzado y lo vea aún verde,
y ella misma se anima con que esto va a ir adelante.
A Pardo mientras se ajusta
la canana le sale la vena de la distinción política sobre el desacuerdo en el
seno del equipo de Gobierno, extrañado, pues creía que iba a haber una postura más
uniforme (por las dudas de Pascual),y pide que despejen los interrogantes pues
hay muchas expectativas; lo que queda en risas por contestación de Blanco de
haber si eso va a ser síntoma de desunión [ya, con la experiencia, se van deshaciendo
frases ligeras hechas por los políticos]; y “John Brown” tira de recámara
afectiva con que de no resultar no
se haría leña del árbol caído, pero que si se frustra va a haber una sensación
muy negativa; que a la
empresa se le exija seriedad mutua recíproca y que las señales que lance se
plasmen.
Con el horizonte despejado, solo algunas nubes
que no inquietan, siguen contándose sus cuitas para hacer el viaje más entretenido.
Sánchez lee actuaciones de la empresa que dan
confianza, que la investigó y que tiene solvencia reconocida en el extranjero;
pero cuanto él manifiesta que hasta que no se firme; y a contrapelo de se
escuda en que cuando se hace todo esto, no se le puede acusar a nadie si no
sale. Y saca a relucir el cuento de la lechera, y que si podrán ser con el
tiempo 2.300 puestos de trabajo, también pueden ser desde 800.
Blanco pertrechado por la experiencia hace
observar que otras esperanzas se han venido al traste y no tenemos el cien por cien [es
darle vueltas].
Herrero se siente bien y prevé la llegada de
la nave que va.
Pardo, se ajusta el sombrero, y baja el ala,
para dejar salir que se pronuncie el Gobierno explícitamente de C-LM.Y
previendo la colocación de medallas y placas, antes de que acabe el viaje, deja
en el ambiente que antes se han puesto las bases, se han hecho instalaciones,
así como infraestructuras como la autovía, la del ferrocarril, el hospital [la
influencia de la cercanía], con lo que todo influye para que se instale,
aprovechando el momento mete que no se han equivocado en la configuración de
Almansa, con una distribución urbana delimitada [¿podría haber estado aún más
concentrada?], tres zonas industriales con el parque de proveedores, y sigue
sin cambiar de postura, ladeando aún más su sombrero con que haciendo un poco
de política ficción para adelante, Almansa no puede renunciar a tener una nueva
estación de ferrocarril, no tanto por los trenes de alta velocidad sino por el
tráfico de mercancías [ahí llegó], algo muy importante para la
empresa y
que se evidenciará demostrando que era una buena apuesta idónea el trazado del
ferrocarril por donde está [no entraron los demás viajeros, aún teniendo mucha
molla que masticar, como que la línea convencional actual pasa bien cercana a
polígonos industriales, con posibilidad de tener un muelle de carga y descarga
y para Giba Holding, tendría cerca el parque de proveedores, y aún para la base
la distancia es corta para el trasporte (puestos a transportar y cargado el
material) llegando por el polígono industrial mejor comunicado con el muelle],
y añade para completar que ahora se está con la ubicación de la estación de
autobuses, dejando caer que a lo mejor hay que repensar esa ubicación, que a lo
mejor habría que mirar hacia esa zona, que se haría una nueva zona industrial [¿otra zona industrial por
el hondo o al lado? ¿hacia el rodeo de la ciudad de zonas industriales?¿la
estación de autobuses en el hondo, alejándola de la ciudad? ¿para qué, si se
piensa poner al lado de la estación actual donde paran los trenes?, el muelle
para las vías convencionales actuales, salvo la base, pilla más cercana de los
actuales polígonos industriales ¿no?]. Remata Pardo sentenciando con la
creencia de que la nobleza de la política es que unos siembren para que otros
recojan la cosecha, que el trabajo anterior y el de ahora ha sido positivo.
Sánchez no deja el cabo suelto de la
declaración de C-LM diciendo que ahora es precipitado y puestos a dar la
réplica en frases cinematográficas espeta que todo en su justa medida y en su
justo momento, ni antes ni después, cuando toca. Y como colofón tomándose la
ultima acción aprovecha para alzar el estandarte del alcalde al viento aireando
su alta posición.
¡No me pareció oír ni una palabra directamente
sobre el medio ambiente!. Se supone que no faltarán voces…hay gente “pa too”,
al implantar la fábrica en tal lugar tan impactante.
El lugar determinado será por aprovechar las
naves ya construidas, pero por sacar alguna astilla o pero, no es el sitio más
idóneo en cuanto a la contaminación química y paisajística. En tal industria
con posible extensión en un hondo tan impoluto, este tipo de actividad ¿no
alterará el medio natural sensiblemente?. Algunos dirán que lo uno por lo otro,
y cada cual con sus razones por delante; aunque claro está que el proporcionar
trabajo es lo prioritario.
En un ideal, esa fábrica, hubiera estado mejor
situada en terrenos de ladera suave, con amplitud suficiente, por el lado
donde circulan los trenes y precisamente los de mercancías, como así están los
de los polígonos industriales (de no ubicarse en parcelas de polígono algunas
auxiliares de la fábrica, si se sigue el recorrido de las vías de cercanías hay
grandes trechos apropiados a tal fin)
El asunto no tenía esta noche muchas variantes
o interpretaciones. Lo poco o mucho que se sabía de cómo ”respiraba la
empresa”, daba para hacer conjeturas y reinterpretarse desde la meticulosa
prevención de Blanco a la prudencia de las declaraciones de Sánchez, pasando
por el optimismo de Herrero y la confianza sostenida de Pardo. Y así avanzaban
con el regusto que da cortar el viento cargado de aromas anunciadores de una
Primavera en ciernes.
Allí donde el camino casi desaparece y se hace
polvo, cada cual imagina y se ensambla sus fotogramas secuenciales, como si de
una película de indios se tratase y la diligencia trotase por el ansia de
llegar. La polvareda se desvanece y sin dar más de sí con lo conocido; la
imaginación de cada cual se monta su película con argumentos distintos
posibles: la realidad, un espejismo, o ninguna de las dos cosas.
Realidad, es lo que más parece, una vez
llegadas sus afirmaciones a los oídos, con una neta inclinación a que así será
con las debidas prudencias.
Espejismo sería como suele aplicarse ese
fenómeno en tierras cálidas de los desiertos a los oasis que nos pintan cercanos y luego
cuando te acercas desaparecen pero el caso es que existe el oasis más lejos (lo
que ocurre es que por la refracción de la luz al atravesar capas de aire de
distinta densidad nos produce el efecto óptico de verlo más cercano), pero
existe; y si no es ahora la instalación, es más tarde.
Y el último argumento, que ninguna de las dos cosas,
quedando hundido en el pozo de los recuerdos desagradables.
Que al final acabe la película con un final
feliz, análogamente con “La diligencia”; y no como un “Bienvenido Mister
Marchall”.
Les vaya bien
Esta vez, por
Lopiu de la Estepa
No hay comentarios:
Publicar un comentario
El Cafelito del Viernes no se responsabiliza de las publicaciones y opiniones vertidas por los usuarios contra terceros, se reserva el derecho y se compromete a publicar gratuitamente opiniones de quien se viera aludido. Tanto las colaboraciones como las alusiones, comentarios y aportaciones lieterarias no deberán vulnerar el respeto a la dignidad de la persona, ni serán discriminatorios, xenófobos, racistas, ni atentarán contra la juventud o la infancia, el orden o la seguridad pública o que, a nuestro juicio, no resultaran adecuados para su publicación, informándole de ello y de los motivos que se dieran.
El remitente de una publicación será el único responsable de lo publicado ante terceros, asume la responsabilidad derivada del escrito y se responsabiliza de no provocar daños en los sistemas físicos y lógicos de esta web, de sus proveedores o de terceras personas, introducir o difundir en la red virus informáticos o cualesquiera otros sistemas físicos o lógicos que sean susceptibles de provocar los daños anteriormente mencionados; intentar acceder y, en su caso, utilizar las cuentas de correo electrónico de otros usuarios y modificar o manipular sus mensajes.
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.