HOY VOLVEMOS PARA RESEÑAR LOS ACONTEDIMIENTOS POR LA LLEGADA DE PACO DE LUCÍA. (31)

Por los difuntos Marqués de la Bragueta y Marquesa de la Braga.

Queridos y recordados amigos terrícolas. Creíamos que ya no tendríamos que volver a escribir ningún artículo más pero está visto que nunca se puede decir lo que se escucha en la Tierra: De esta agua no beberé, porque surgen acontecimientos que necesariamente nos obligan a relatarlos para alegría vuestra y nuestra.

Nos hallábamos, mi esposa y yo, sentados escuchando el concierto de la Banda y del Coro, tan sublime y excelso como siempre, y cuando llevábamos unas veinte horas escuchando extasiados las maravillosas sinfonías, melodías y cánticos celestiales, vimos aparecer una muchedumbre de hombres y mujeres cantando copla y flamenco.

Nos sorprendió gratamente y se nos saltaron las lágrimas cuando escuchamos a Camarón de la Islas cantando, con su maravillosa voz, Como el agua, siendo acompañado a la guitarra por el genial Paco de Lucía.

Fue en ese momento cuando supimos que el sin par guitarrista acababa de llegar a la Gloria y había sido recibido por una muchedumbre de españoles para darle la bienvenida.

Reconocimos a Lola Flores, Rocío Jurado, Marifé de Triana, la Niña de la Puebla y la de Antequera, Antonio Molina, Juanito Valderrama, Pepe Marchena, Manolo Caracol, Porrinas de Badajoz, Angelillo, el Beni de Cádiz, Pepe Pinto, Manolo el Malagueño, Antonio Chacón, Manuel Vallejo,  Pastora Imperio, Antonio Mairena, Rafael Farina, Concha Piquer, Carlos Cano, el Niño Ricardo, Enrique Montoya, Chano Lobato, el Príncipe Gitano, Lolita Sevilla, el Niño de la Huerta, Estrellita Castro, Carmen Morell, Pepe Blanco, Miguel de Molina, Enrique Morente, Antonio y Carmen Amaya, Imperio Argentina, Pastora Pavón, Niña de los Peines, Canalejas de Puerto Real y muchos más arropando a Paco de Lucía.

Hicieron un alto y rodearon a Paco para escucharle. El genial guitarrista cogió su guitarra y nos deleitó tocando el Concierto de Aranjuez; sus maravillosos dedos acariciaban las cuerdas para sacarles las notas, puras y excelsas, que compusiera Joaquín Rodrigo, que se hallaba a su lado, sonriente y amable.

Al lado de todos ellos se hallaban Federico García Lorca, Manuel de Falla, Joaquín y Serafín Álvarez Quintero, José María Pemán, Antonio y Manuel Machado, Juan Ramón Jiménez, Vicente Aleixandre, Joaquín Turina, Andrés Segovia, Rafael Alberti y Luis Cernuda, andaluces todos ellos y amantes del Arte Flamenco.

Una vez finalizada la interpretación de esta magna obra, comenzó a tocar su más genial composición musical: Entre dos aguas, que nos arrobó los sentidos porque aquí, en este Paraíso, las notas suenan distintas a como se escuchan en la Tierra ya que salen puras, sin mácula que las distorsionen.

Como españoles que fuimos, de lo que nos sentimos orgullosos porque en este lugar no te impiden pensar lo que te apetezca siempre y cuando no atente a la moralidad, a la dignidad ni a la sinceridad, escuchamos a estos genios del arte español y, recordando nuestro vida en la Tierra, nos pusimos a saborear las voces que se iban turnando para deleite de todos.

El flamenco, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, en las voces de hombres y mujeres que fueron únicas por sus prodigiosas gargantas, entonaban sus canciones preferidas, las que les dieron fama y las cantaron como nadie. Cada uno tenía la suya, que nadie cantó como ellos y nadie pudo jamás imitarles.

Escuchando a estas personas nos enorgullecemos de que seamos paisanos y que todos fuéramos españoles. Aquí podemos ver y escuchar a artistas de todo el planeta Tierra, maravillosos, únicos, que cantan, bailan y tocas canciones y melodías de su tierra, bellas y hermosas, pero lo español nos llega más, y es lógico que sea así, no mueren los sentimientos, ni desaparecen los gustos.

En un momento se hizo el silencio y unos minutos más tarde escuchamos la risa de todos porque había pedido la palabra Paco Gandia y nos contó varias anécdotas y chistes que enardecieron a la concurrencia por su inmensa gracia.

Nada más terminar este genial humorista, apareció Jesucristo, que se sentó en el césped y fue rodeado por los artistas españoles. Les habló para decirles que su arte lo habían recibido de Dios y que Dios se sentía enormemente orgulloso de todos ellos porque durante su vida en la Tierra llevaron la alegría y la felicidad a muchos corazones.

Mirando a Paco de Lucia, a Rocío Jurado, a Lola Flores y a Camarón de la Islas, les dijo: Fuisteis en la Tierra los mejores por vuestro arte y al propio tiempo fuisteis humildes y generosos, de no haberos comportado como lo hicisteis no estaríais disfrutando de este Paraíso. Mi Padre y yo estamos orgullosos de todos los que aquí estáis.

Si, queridos amigos terrícolas, nosotros también nos sentimos orgullosos de que todos estos genios, estos maravillosos artitas, fueran españoles, porque ser español es una de las cosas más importantes que se pueden ser en la vida terrícola.