Curiosidad produce que la palabra Conservatorio se asocie a un lugar para
el aprendizaje musical (su historia tiene con centros de
acogida, hospital…)
Anuncia la presentadora Ana Garrido el repertorio para la función de la
noche, cuyo contenido será, saber qué hay del nuevo Conservatorio; algo
largamente demandado por las deficiencias ante emergencias del edificio
actual. Se quiere conocer las diferentes opciones de las que se habla y de
los pasos que se están dando. La línea actual va por la adaptación de lo que
iba a ser museo en la c/ Rosario…[¿por qué no un museo de Almansa, sea o no en
otro lugar?] pero no parece suficiente…; y pone en antecedentes con una
obertura muy clara para entender los entresijos de la obra. Dirigiendo desde su
“trona” a golpe de voz y batuta, presenta al trío que la interpretará:
María José Tébar, flauta dulce y oboe según que parte de la partitura
María José Almendros, batería y contrabajo según conveniencia
Bautista Carrión, flauta travesera y bombardino, para alternar en el
contrapunto. Solo ante tanta fémina.
¿Alguien se acuerda de aplicar aquello de
la cremallera: m-h-m-h… o h-m-h-m…? ¿de practicar el igualitarismo (igualdad
forzada), que no la igualdad?].
El grupo musical parte del acuerdo, ya levantada la varita, de ser
necesario un nuevo Conservatorio pues el actual no reúne condiciones, como la
falta seguridad, falta espacio, no es el idóneo, y que la Junta tiene que
intervenir.
A Tébar le sale limpio el sonido, nueva en la banda musical se adapta con
soltura, y cuando se le entromete otro instrumento, solo eleva un tono el suyo
para que no lo apaguen entre los otros dos, aunque a veces en oportunas
réplicas sople de oboe para no quedar apagada. Algo neófita en estas lides,
pero naturalmente se la ve cogiendo el tranquillo. Expone limpiamente de flauta
las ideas que se llevan desde el gobierno Municipal, como la adaptación del
museo (ya ha sido valorado por los técnicos como posible) para estancias del
Conservatorio y en solar colindante la necesaria construcción de un aulario;
todo en un principio de acuerdo, pues no hay nada en firme, está todo un poco
el aire pero hay una viabilidad y se han mantenido conversaciones como primeros
pasos.
Almendros le zurra a la batería tenazmente dominadora del arte de las lides
políticas, dejando sentado en solo de percusión la
importancia en la música y la mucha vocación que hay por estos lares. Sin atril
se sabe bien el papel y buscando los registros más arrojadizos llama la
atención en que no teniendo seguridad en la obra se meta una partida en cosas
menos necesarias que no empezar la casa por el tejado, que solo por simple
conversación no se ha de invertir ni un solo céntimo por humo, hasta que se
tenga certeza.
Con el contrabajo en escala ascendente dice que el aulario es lo más
necesario y urge y tenía que ir ya. Que en el lugar de acuerdo si cumple con
los parámetros; pero que a lo mejor con un proyecto nuevo con 1’8 millones €
ellos lo habían hecho, y que puede que cueste más adaptar y hay que comprar el
solar; y suelta variaciones que dejan en el aire alguna indefinición cuando va
y viene de la c/ Rosario al Sup. 3, ensalzando esta zona se tiene solar, que
hay anchura y otras construcciones cercanas [que una cosa está bien pero la
otra está tan bien… parece que lo deja en función del coste; pero con
independencia de esté sería interesante que hubiera resaltado las ventajas de
cada lugar. Indudablemente más céntrico, cómodo y ecológico es aprovechar
construcción hecha, solar de al lado que no devorar otro terreno más al hondo]
Carrión enfila la flauta travesera hacia el año 2003, y deja melodiosamente
en el aire el por qué se olvidaron de lo que ahora pretenden. Corta el aire con
que se alegran, pero que no se hagan cosas. En dúo con el contrabajo, le parece
bien adaptar pero hay que ver lo que va a costar, pues algunas veces
cuesta más que hacerlo nuevo y supone que lo tendrán en cuenta [también hay que
tener en cuenta en la “contabilización” la valoración del lugar mejor para los
usuarios]. Se va a la historia, ahora resonando el bombardino, comparando
manifestaciones, preguntándose por qué no actúan (los que gobiernan) ahora
igual que antes.
Tébar, templada, entra en la historia, que si hechos, que si promesas, que
si la Junta en bancarrota no tenía nada ¿cómo iban a desembolsar?; que ahora
están trabajando por el Conservatorio no porque vengan elecciones.
Almendros paliquea con fruición aprovechando la oportunidad de introducir a
su partido localista ante las trifulcas entre los grandes.
Carrión sigue bombardeando con que en la historia no se puede decir que el
PSOE mintió pues dejó de estar en el gobierno libre ya de responsabilidad.
Mientras hablan echa cuentas de lo malgastado citando: lo de las
bicicletas, el plan de movilidad, lo de la feria, el museo de los errores [un
ataque efectivo piu forte]
¡De pronto lanza un bombardinazo!, ¿cómo preparado para el momento que
pegue un poco?: “se endeudaron, y tú también lo sabes, intentando
proteger a aquellos más desvalidos, y sé cómo se están recuperando los otros,
recortándoles a aquellos más desvalidos”. Se oye por lo bajini al oboe de Tébar
“eso no es verdad “; y él “eso es cierto” [agudísima nota
sostenida la que da dentro de lo grave que resuena, algo que no sabemos por qué
no se ha prodigado más en decir cuando se le echa en cara frecuentísimamente al
grupo Socialista de ser el causante de la situación precaria de los fondos
dinerarios, de la deuda dejada; esa frase es una defensa que también es ataque.
Claro que habría que disgregar, analizar a fondo: siempre se queda mejor
ayudando a los desvalidos, cueste lo que cueste; la cosa está en que hasta
cuando se puede ir engrosando la deuda pública, de haber seguido
atendiendo las necesidades para sostener el mismo nivel de vida
dentro de la crisis, ¿alguna vez se hubiera tocado fondo de haber seguido con
planes E, etc.? ¿habría llegado un momento en que no se pudiera más sostener
sin enmendar o reajustar, y entonces hubiera que haber contenido el gasto y
aguantar las críticas y las manifestaciones indignadas?. Es un tema con tanto
fondo como la vida misma en cuanto a su organización en la súper y
sobrevivencia. Depende del sistema político: un partido liberal y hasta
conservador (al uso) hace lo que está haciendo, recortar, ajustar la
macroeconomía…; un partido comunista, socialista a ultranza, aplicar una
solidaridad oficial para seguir manteniendo igual el estado del bienestar,
hasta el extremo, echando mano de todo, de donde hiciera falta redistribuyendo
la riqueza a tope…].
Suena una melodía encadenada:
Tébar reprocha el uso de lo que considera demagógico. Carrión que debe ser
la Junta la que aporte. Tébar interpreta un solo triunfal de flauta de tener
ahora las puertas abiertas. Almendros y Carrión en dúo, pero no dan. Tébar,
porque no hay. Carrión, pero que los terrenos se tienen que comprar. Tébar, lo
de los terrenos serían en principio una permuta. Tébar, van a ir destinados
seiscientos mil € (por el Ayuntamiento). Almendros, que ya se gastaron
cuatrocientos mil € por lo del museo. Se acompasan los tiempos entre la batería
y el bombardino:
Almendros va y viene, se va desplazando hasta la posibilidad de situar el
Conservatorio por el Sup 3, por donde guarderías, aunque previamente
dice que el lugar de c/Rosario es céntrico, que está muy bien [entonces
despista al personal el que le tire tanto ese otro lugar en un paraje tan poco
céntrico].
Carrión no está tan convencido de que sea un buen sitio por el que ha
optado quienes gobiernan, es más, para él es mejor sitio en el Sup 3 [parece
que le va también tener en frente la circunvalación, el hospital y el AVE], y
solfea que teniendo en cuenta que a los nenes los padres les llevan en
coche…[malísimo argumento tanto coche, pues allí más lejos, aún usarían más el
coche] y además se tiene un solar [aunque no hubiera que comprarlo, también
vale, ¿cuánto? ¿más o menos que el de la permuta?] y hace un derroche
fantástico de ese lugar por si resulta más barato [¿no es más
importante mirar por el uso, algo a tan largo plazo, que sea lo más conveniente
para los que van a hacer uso?] y remata con un bocinazo tal que, si vais a
hacer lo que os dé la gana; y Tébar resurge con que van a contar al menos con
los interesados y no hacer lo que les dé la gana; y Carrión ¿y con la
oposición?, afectándole que no cuenten y se apoya más conque la representación
en votos de la oposición es mayor que los del equipo de Gobierno (y se difumina
en reproches alternativos)
Almendros hace por su cuenta un bis con el contrabajo, sin notársele
trabajo, con que se podía haber adelantado la obra y que hay que estudiar muy
bien lo que se va a hacer. Y muestra otra vez querencia hacia la circunvalación
o alrededores mencionando las posibilidad de ampliación y de ensanchar en
espacio verde.
[El Conservatorio es para toda la ciudadanía, lo mejor por comodidad es lo
más centrado posible reuniendo por supuesto las condiciones, que les alumnes
lleguen fácilmente cargados con sus instrumentos con el agrado de estar en
plena ciudad. Aquí no se puede poner la pega de la circulación de automóviles
(que además no lo era, en el grado que daba a entender, para la estación de
autobuses junto a la de trenes). Además y muy importante, que mientras se
pueda, hay que reciclar el suelo del interior de la ciudad, la concentración
produce animación; y no expandirla sin necesidad].
La varita directora indica a Tébar, para ordenar el concierto, que ataque
en un solo inicial la hoja de ruta que se va a llevar. La concejala reitera lo
ya oído. Y entre todes conforman el estribillo.
Tanto se subliman que aparece lo del Conservatorio Superior, lo que da
origen a que aparezcan arpegios para el lucimiento individual: Carrión que lo
lógico es que se pida la Luna y lo lógico es que no se la den [pues si que, que
no que…]; y Tébar que hay que ser realistas; y Almendros que vamos a
conformarnos con lo que queremos y que sobre esto habrían ellos dado tanto la
lata que a lo mejor ya lo tenían; y Tébar que solos no pueden hacerlo, que si
hubieran tenido un millón y medio de € lo habrían hecho, que hace falta la
cofinanciación de la Junta que se quedó en la ruina y viene arrastrando, que el
problema no es el sitio, es que hace falta ayuda y darle uso a un edificio aprovechando
lo que se tiene; Carrión en su tendencia natural se va hacia el consenso con un
discurso ético de responsabilidades según salga la cosa bien o mal [no siempre
el consenso es posible cuando las posturas son tan diferentes como inamovibles.
Este podría ser un claro ejemplo, para él, el sitio apropiado es el del Sup. 3,
y para los otros el de la c/ Rosarios, cada cual con sus razonamientos, ¿por
dónde hay que tirar? Pues el gobierno que gobierna (si no es posible el
consenso, sobre todo si se va por bloques cerrados) hará realidad lo que desde
su punto de vista cree ser lo mejor].
Qué “perra” con lo de la cafetería, la cuña que le meten a la flauta dulce.
La batería redobla que es algo no urgente y sería para más tarde [¿tanta
importancia tiene que sea al principio de la obra o al final, si se tiene
confianza?]; y la flauta travesera rompe el aire con que la cafetería es
innecesaria [¿no se ha dado cuenta que los institutos tienen cafetería?].
Me he acercado para conocer in situ el edificio y solar en
calle Rosario, y me he quedado impresionado, muy por encima de lo que había
oído a los contertulios en su concierto. Un sitio céntrico, en plena ciudad
(que es lo que hay que hacer, aprovechar los edificios y solares de la propia
ciudad, todo más junto con lo que además se anima más, hay que engrandecer la
ciudad pero donde ya está; aparte de algo muy importante como es que sea cómodo
el llegar y volver, en fin una ubicación privilegiada), en lugar de extenderse
devorando más naturaleza, además el edificio siendo susceptible de darle una
adaptación a su fin, es extraordinario, y el solar magnífico.
Fue un debate sencillo, muy clarificador; ¡muchos bravos y bravas!.
Sin otro particular, que lo disfruten
Perona
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