Navidad

Ha llegado la Navidad sobrevenida

y cada vez menos esperada,

somos piezas de un mundial belén, ley de vida,

que vagan buscando, para encontrar nada

Luces, músicas y cantos estallan

desde el artificio superficial,

reina el plástico vanal,

y los sentimientos callan.

La verdadera Navidad, si es que cala , cala muy dentro

aviva sentidos pensamientos,

aquella que no volverá

las que se fueron con el tiempo

dejando miserias, riñas, goces, risas…ya sin rima

Y mientras tanto:

Qué hace ese viejo babazorro

"ladrando", au, au… como arcadas,

con esa ridícula borla en la punta del gorro

y colgado en las fachadas,

trepa subiendo balcones,

arrastrando por los muros

sus cutres pantalones

Este Papá Noel se va extendiendo como el inglés

y todo el mundo,

hasta facundo,

se va poniendo a sus pies.

Donde vas a comparar la prestancia de los reyes,

es que da sonrojo,

no les llega el blanquirojo

a los pinreles.

Acaba a destiempo el norteño

con la ilusión de los pequeños

(con la simpleza de que así pueden jugar en vacaciones)

(es mercadeo furibundo)

hasta el punto de cambiar las tradiciones.

Es incomparable con la bendita ilusión,        

de lo esperable, de lo que traerán los de oriente

con el relente de la noche, en el balcón.

Hay una Navidad externa

de afectos imprevistos, de saludos inesperados

vistos y no vistos, un tanto exagerados;

de voraces comilonas e insolidario derroche

de alcohol descontrolado en el jolgorio de la noche

Hay otra Navidad interna

sin luces, sin músicas ni canciones

de recuerdos y nostalgias, de padres y de nietos

del tiempo perdido, de temores, de soledad eterna,

de frio detrás de la ventana y hojas que bambolean los vientos

que se las lleva en arrugas implacables

de impotencia desesperada

que queda en nada.

Solo queda la fe que el ánimo mueva

y haga de puente entre la una y la otra.

Si dentro del barco que nos lleva

en un costado sursum corda,

¡quien pudiera ganar la alegría!

tirando las tristezas por la borda.

Paz, siempre paz

Antefaz