Por José David Navalón Alcañiz, sin pseudónimos y sin esconderse.
Suelo poner títulos de películas que he visto a todos mis escritos. Este no va a ser el caso, me pongo por deberes como en el colegio verla. Pero me va bien el título.
Hace escasos días, en una de las salidas con mi partido en Hellín un ciudadano me hizo una pregunta bastante inusual: ¿Pero si os voto, a quien va a ser? La verdad, era un señor bastante informado sobre el sistema electoral. A continuación me dijo que a Rosa Díez la conocía, estaba informado sobre lo poco que salía en los periódicos de ella, pero no sabía quien se presentaba por Albacete. Casualmente tenía a mi lado a los candidatos del Congreso y el Senado, se los presenté. La conversación siguiente fue larga, demasiado para transcribirla. Se puede resumir en dos frases de este señor: “seguro que en el partido les deben algún favor” y “son enchufados de la sra. Díez”.
Nos quedamos todos un poco descolocados, pues los presentes sabíamos que esa no era la verdad. La respuesta, también larga, se puede resumir. “Somos ciudadanos normales, yo tengo una ferretería, y a la sra. Díez solamente la he visto una vez.” “favores no nos deben, al contrario, llevamos 3 años trabajando desinteresadamente para el partido, no tenemos ningún cargo ni cobramos, fíjese que la gasolina para venir hoy la he pagado yo, y esta mesa que tenemos puesta es mía”.Esto, me hizo reflexionar, no a continuación, sino hasta un par de días después. ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué beneficio voy a sacar, si es que esto tiene alguno? La respuesta me vino recordando mis principios en esta formación. No me sentía representado, al igual que este señor de Hellín, por ningún político. Los veía como personas lejanas, ausentes. Un tiempo después, en parte ha cambiado mi visión de la política (en parte). Me creía solo en mi idea, pero he conocido a muchas personas, veterinarios, maestros, empresarios, vendedoras, camioneros… de todo tipo. Personas con una ilusión en común: unir a CIUDADANOS de todo tipo.
Sirva este artículo para dar las gracias a todas esas personas que me han hecho recuperar la idea de que un cambio es posible. Tony, Raquel, Salva, José Vicente, Celia, Luís, Emi, Quique, José Ramón, Dámaso, José Ignacio, Antonio, Payo… la lista puede ser casi interminable (perdonadme los que no os nombro, estaría toda la noche escribiendo). Todos ellos y ellas comparten conmigo la misma ilusión, hemos empezado un camino, un proyecto, una ilusión. Al final, en vez de un artículo de crítica como los que suelo escribir, me ha salido un agradecimiento. Pero uno tiene su corazoncito, y al final sale a la luz.
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