El martes pasado se daba a conocer la memoria del sistema de bicicleta pública de Albacete, “Albacete Bici”, y era publicada hoy por diario El Día. La memoria recoge datos desde que volvió a ponerse en marcha el servicio en mayo de 2010, la fecha coincide con el iniciodel sistema almanseño que se empezó a funcionar en julio de ese mismo año.
Albacete tiene 10 estaciones de préstamo con más de 50 bicicletas en circulación, Almansa mantiene 25 bicis en sus tres estaciones. Sin embargo la utilización ha sido en nuestra ciudad mucho mayor. En 17 meses Albacete ha prestado 2.683 bicis mientras BiciAlmansa, en 16 ha prestado 3.742. Esto significa que en términos absolutos Almansa tuvo cerca de 1.100 usos más que Albacete.
En términos relativos los usuarios de ‘Albacete Bici’ apenas rebasan una utilización por usuario (2.157 personas registradas) mientras que ‘BiciAlmansa’ arroja un uso superior a los cuatro préstamos por tarjeta (hay 740 usuarios registrados).
Según El Día, que cita fuentes municipales, el coste del servicio para el municipio de Albacete es de 131.000 euros al año. No tenemos datos del mantenimiento en Almansa pero en todo caso al menos 10 veces inferior.
En su día el Ayuntamiento de Almansa decidió no usar el sistema implantado en Albacete (OnRoll) porque necesita que el usuario envíe un mensaje de móvil de 20 caracteres cada vez que quiere tomar o devolver una bici (dos SMS por uso). La retirada e la bici es por tanto costosa y complicada para los usuarios. Otra diferencia es la reacción de la población, mientras en Almansa los ciudadanos han mimado el sistema, en Albacete el vandalismo se ha convertido en la máxima preocupación, obligando además a retirar las bicicletas por la noche, mientras aquí permanecen ancladas todo el día. Almansa dispone además de un horario de utilización más amplio.
Los usuarios de Albacete y de Almansa comparten no obstante sus quejas por el escaso mantenimiento de las bicicletas. En Almansa, sobre todo desde el cambio de corporación, que ha dejado el sistema casi abandonado durante el verano, lo que ha retraído su utilización.
El uso de la bici pública, cuya implantación fue financiada al 100% por AGECAM e IDAE, ha tenido en Almansa la mejor respuesta de todas las poblaciones de Castilla-La Mancha. Sería bueno que el Ayuntamiento mimara un poco a los usuarios garantizando el buen funcionamiento del sistema y el estado mecánico de las bicis. Con un poco podríamos tener un sistema realmente útil, popular y eficiente.
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Me dice el “sexto” sentido el común, y el “séptimo” de la intuición, que lo de las bicis públicas va a ir languideciendo, se va a ir abandonando, quedándose en “agua de borrajas”. Entre las causas: ¿qué uso concreto tienen?, ¿qué solucionan apreciablemente?, las barbaridades por el hecho de dañar o dañar, lo incivil en su uso, el mantenimiento de unas máquinas tan sensibles a estropearse, etc.. Lo que si puede ir cuajando dando ejemplo del movimiento en bici, conseguir las condiciones para un cómodo uso, sería el uso de la bicicleta propia, ergonómica, cuidada por la cuenta que le tiene a cada uno o una, por la disposición a su antojo de tiempo de y lugares, etc.. ¡Lo mismo me equivoco!
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