“8 millones de muertos,
civiles en su mayoría, lleva el Congo en menos de 20 años.
¿Hasta cuándo silenciaremos el genocidio más
grande de toda la humanidad?
Por
Luis Ángel Aguilar Montero*
No es la
primera vez que desde “LA TERCA IUTOPIA” denunciamos el sempiterno escándalo que
supone la terrible situación que vive el Congo, que ni es la que se cuenta (guerras tribales entre “Hutus” y
“Tutsis”, o la crisis humanitaria.), ni desde luego, son esas sus verdaderas causas
(luchas por el estaño ) . Si quieren situarse
previamente, para entender las claves de este genocidio, en el que ya han
muerto 8.000.000 de congoleñ@s en tan solo 18 años, sólo tienen que consultar en
este mismo blog estos dos artículos: Las verdades sobre lo que pasa en el Congo. http://luisangelaguilar.blogspot.com.es/2008/10/las-verdades-sobre-lo-que-pasa-en-el.html. ¿Y
la Comunidad Internacional, para donde mira?,
o En Ruanda están pasando cosas muy serias, y en el
Congo, más. http://luisangelaguilar.blogspot.com.es/2010/02/en-ruanda-estan-pasando-cosas-muy.html. La mayor cifra de muertos tras la II Guerra Mundial-
entre 7 y 9 millones- y el conflicto sigue siendo desconocido. ¿A quién le
interesa ocultarlo?
Hoy nuevamente, -aprovechando el
comunicado que UMOYA y la Federación de Comités de Solidaridad con África Negra
me pide que difunda y que adjunto más abajo íntegramente-, quiero llamar la
atención ante este descomunal escándalo internacional en el que desde la ONU (con
su misión llamada MONUSCO que cuenta con 17.000 soldados en la zona), hasta los
organismos internacionales responsables prefieren mirar hacia otro lado (sin
duda debido a la gran influencia de EEUU y Gran Bretaña, sobre todo, aunque
también de Bélgica, Francia y Holanda que siempre apoyaron el régimen genocida
de Paul Kagame, y que impiden que se sancione a las autoridades ruandesas y que
se les señale como verdaderas responsables del desastre). Y es que como bien
dicen desde UMOYA “lo que ocurre en el
Este del Congo es también responsabilidad de la comunidad internacional”.
-Comunicado
de Umoya-Federación de Comités de Solidaridad con África Negra-
¿Hasta
cuándo las riquezas naturales del Congo
seguirán
siendo motivo de maldición para su pueblo?
“Desde hace varios meses, una nueva rebelión “liberadora” siembra la desolación
entre los habitantes de la provincia congoleña del Kivu-Norte, cuya capital es
Goma. Se trata del Movimiento 23 de marzo (M23), creado por militares que ya
anteriormente habían participado en una rebelión (CNDP) y que en 2009, como
consecuencia de un acuerdo, se integraron en el ejército oficial congoleño.
Esta rebelión, según ellos, está motivada porque Kinshasa no ha cumplido lo
firmado.
El apoyo de Uganda y sobre todo Ruanda a estos rebeldes,
tanto a nivel de organización político–estratégica como en la misma formación
militar, está documentado por diversos informes concordantes entre ellos. El
más significativo, redactado por un grupo de expertos de la ONU, establecía que
Uganda y Ruanda estaban apoyando logísticamente con armas y municiones, y con
hombres, la pretendida rebelión “liberadora”. Según este informe, la cadena de
mando del M23 se remontaría hasta el ministro de Defensa ruandés, general James
Kabarebe.
Estas acusaciones, rechazadas airadamente por Ruanda, han
derivado en reuniones del Comité sancionador de la ONU y en la congelación por
parte de varios países de los fondos de ayuda a Ruanda.
Sin embargo, la llamada “comunidad internacional”, influida
por los padrinos del régimen genocida de Paul Kagame, -Gran Bretaña y EEUU-, no
termina de decidirse a condenar severamente a las autoridades ruandesas y evita
citarlas como máximas responsables del desastre. Solo algunos oficiales del
M23, como Bosco Ntaganda o el coronel Makenga, aparecen en la lista de perseguibles
y sancionables, cerrando los ojos ante la implicación ruandesa en la agresión y
en el expolio de la región, ahora en guerra abierta.
Los últimos acontecimientos revelan que se ha alcanzado un
punto de no retorno. Goma ha caído; el ejército congoleño, humillado, ha huido;
la comunidad internacional ha sido desafiada. La muerte, los saqueos, las violaciones,
el reclutamiento de niños soldados, la huida y desplazamiento de poblaciones,
vuelven a convertirse en realidad cotidiana. La ofensiva sobre Goma, programada
y ejecutada concienzudamente, puede extenderse hacia el norte (Beni–Butembo) y
hacia el sur (Bukavu).
Un portavoz de los rebeldes ha declarado: “El viaje para
liberar el Congo no ha hecho más que empezar (…) Vamos a Bukavu y luego a
Kinshasa, ¿estáis preparados para uniros a nosotros?”
No pocos congoleños expatriados acusan al presidente Kabila
de mantener conscientemente la debilidad de las Fuerzas Armadas Congoleñas para
facilitar y hasta justificar la progresiva anexión del este del Congo a Ruanda.
Se apoyan en que mientras Goma caía en manos de los rebeldes del M23, el presidente
Kabila volaba a Kampala para reunirse con el presidente ruandés Kagame,
convocados por el ugandés Museveni, revestido repentinamente de
mediador.
Entre tanto, la misión de la ONU, la MONUSCO, tiene
desplegados unos 17.000 soldados en el Congo, de los que 7.000 se encuentran en
el convulso este y, a pesar de disponer de abundantes medios, ha sido incapaz
de cumplir su misión de proteger a la población civil y frenar a los rebeldes.
Laurent Fabius, ministro francés de exteriores se ha preguntado si la MONUSCO
no ha fracasado en su misión “ya que es absurdo que los cascos azules no se
hayan batido para impedir que unos centenares de rebeldes se hagan con el
control de Goma”.
No cabe la menor duda de que lo que ocurre en el Este del
Congo es también responsabilidad de la comunidad internacional. La captura de
Goma por el M23 es una afrenta sin precedentes para el estado de derecho
internacional y para la misión de paz más grande y más cara de las Naciones
Unidas e intensifica una crisis humanitaria que ya era alarmante.
¿Hasta cuándo? ¿Hasta cuándo las riquezas naturales del
Congo seguirán siendo motivo de maldición para su pueblo? ¿Hasta cuándo las llamadas grandes potencias callarán el genocidio más
grande de África y quizás de la humanidad? ¿Hasta cuándo los congoleños
deberán derramar su sangre por haber nacido en esta zona del planeta? ¿No son
suficientes los casi 8 millones de víctimas, la mayoría civiles, que se han
producido desde 1994 en las interminables guerras del Congo?
Madrid, 26 de noviembre de 2012
1.
Las verdades sobre lo que pasa en el Congo.
(31/10/2008) http://luisangelaguilar.blogspot.com.es/2008/10/las-verdades-sobre-lo-que-pasa-en-el.html.
¿Y la
Comunidad Internacional, para donde mira? http://www.rebelion.org/noticias/2008/11/75387.pdf
2.
En Ruanda están pasando cosas muy serias, y en el
Congo, más. (11/02/2010). http://luisangelaguilar.blogspot.com.es/2010/02/en-ruanda-estan-pasando-cosas-muy.html.
La
mayor cifra de muertos tras la II Guerra Mundial- entre 7 y 9 millones- y el
conflicto sigue siendo desconocido. ¿A quien le interesa ocultarlo? http://www.rebelion.org/noticia.php?id=100384
Y para ampliar la
información
y/o colaborar con Umoya y la Federación de Comités de Solidaridad con África
Negra:
1. http://www.umoya.es
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