SER POLICÍA VERGUENZA ME DARÍA

Por Leandro García Lozano

Fue la frase más pronunciada junto con esta otra, MADERO APRENDE DEL BOMBERO. Ayer durante la desproporcionada carga policial al finalizar la manifestación contra el golpe de estado financiero, como ya va siendo habitual. Golpe de estado que poco se diferencia del que ocurrió hace 32 años; en ambos casos se busca el recorte de derechos, antes y ahora.

Sigo preguntándome que pasa por la cabeza de quien no solo es funcionario, ademas tiene encomendada la tarea de garantizar que la seguridad de los hombres y mujeres, niños y ancianos de este país sea una realidad. Quisiera saber porqué siempre que hay una manifestación salen dando palos; palos a esos hombres y mujeres, niños y ancianos a los que tienen que proteger. No quisiera pensar que esos incontrolables que inician siempre la camorra no fueran desconocidos para ellos.

Pero parece que lo que realmente hacen es hacer, valga la redundancia, caso omiso de sus verdaderas responsabilidades y funciones que la sociedad en su conjunto les encomienda. Lo que hacen es defender a los políticos de turno, a los propietarios de esas corporaciones financieras y manipuladores de los mercados, de las leyes e incluso de las constituciones, a los corruptos y ladrones de guante blanco. Lo que hacen realmente es, al cumplir las órdenes inmorales de sus mandos directos, agredir a quienes tienen que defender. Los guardias civiles que entraron en el congreso, los soldados que salieron a la calle en Valencia y que tomaron las instalaciones de RNE y TVE, los policías militares que se sumaron a los golpistas en el Congreso, ellos, todos ellos, también cumplían ordenes; pero la diferencia es clara, todos eran militares y tenían la consigna de la obediencia debida so pena de consejo de guerra. Pero la Policía Nacional es un cuerpo moderno, civil, con derechos como cualquier otro colectivo laboral, con sindicatos, y yo creía que con capacidad de valorar, de decidir, de pensar en resumen. Que equivocado estoy; piensan solo en que quien manda tiene razón, incluso cuando dan ordenes inmorales, injustas e inconstitucionales; lo que no saben es que desde que se celebraron los juicios del 23F en los que salieron de rositas casi todos, la obediencia debida que a tantos militares exculpo de sus actuaciones, ya no es un eximente, y si no lo es será por algo. Será porque los miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado deben tener cabeza para poder saber interpretar si lo que les mandan es o no obedecible; esa es la garantía que tenemos los ciudadanos para que no se repta otro 23F ya que, manden unos mandos lo que manden, los que deben obedecer son capaces de comprender, valorar y juzgar si es o no razonable y acorde con la misión que la sociedad les tiene encomendada.

La realidad es que solo saben cumplir las órdenes sean cuales sean y eso me da miedo. Me da miedo porque igual que agreden con desproporcionalidad manifiesta a niños y ancianos,mujeres y hombres, pueden hacer cualquier cosa que les ordenen, incluso si va en contra de la soberanía popular. La realidad está ahí, un poder económico fascista, una clase política gobernante fascistoide y una policía que vulnera sistemáticamente los derechos de los ciudadanos; ocultan su identificación de forma premeditada y cobarde, agreden a los ojos y oídos de la sociedad (los medios de comunicación), allanando lugares públicos y privados.

Termino demostrando mi tesis con el siguiente razonamiento. Cuando gobernaba el PSOE, claro es que no son santos de mi devoción, las actuaciones eran también contundentes e injustas, pero menos, mucho menos. Como solo se dedicaban a obedecer cargaban pero con menos nivel de contundencia porque así es como lo mandaba el político de turno. Ellos, obedientes, así lo hacían; cargaban pero menos, como les habían mandado. Parece que ni ponen ni quitan reyes pero sirven a su señor. Yo creía que teníamos a una policía moderna, europea, cabal y prudente y serena y no es así; tenemos una policía defensora solo del poder del momento y cómplice de los desmanes que hacen. Son como los grises de Franco, pero con uniforme en negro, cómplices necesarios para la comisión del peor delito que se puede dar, usar la fuerza para que se perpetúe la inmoralidad , la injusticia, la ignominia; para callar la voz de los ciudadanos y reprimir los derechos sacrosantos en una democracia como son los de reunión, manifestación y expresión.

La crisis no es tal crisis, es la dictadura de los mercados mantenida con la complicidad de quienes saben como y cuando hay que aplicar la violencia legal; dictadura tal cual, a la antigua usanza, con abusos, corrupción, injusticias, represión, etc., un largo etc..

A vosotros los políticos os digo que no sigáis apagando fuegos con gasolina, que es lo que estáis haciendo. No me gustaría que, al final, pase aquí en la España del siglo XXI, con la clase política,  lo que pasó en Francia en el siglo XVIII con la aristocracia. Y a vosotros los policías, recordaros que sois también ciudadanos, sois de los nuestros; defendernos de esos corruptos, egoístas y represores. No seáis su brazo de hierro, total para lo que os pagan con nuestro dinero.