De Almansa al Día (27 – 3 – 13). Agua corriente, no enfada a la gente.

Se conoce que los bienes primarios aúnan a las personas por el bien común, con independencia de su afiliación política.

Comunica llenando la pantalla la presentadora Ana Garrido, hoy vestida de azul refulgente, cual princesa, angulada desde los hombros en azul limpio de abalorios. Siempre suscita en su programa un atractivo su mera presencia cambiante lo que proporciona una sorpresa su aparición cada semana.

Desde ese azul mar donde flota una ristra de ¿colmillos amenazando confiado cuello? (extraño collar en un vestido de gala), anuncia que van a dialogar o discutir (¡quien sabe!) sobre la depuradora del agua dentro de su ciclo integral [como acostumbran a decir ambiciosamente para abarcar tanto].

 

Marca un hito (ni para bien ni para mal, …del color con que se mira) hoy la clásica vestimenta exultante e inhabitual  de Pascual Blanco, con chaqueta oscura, camisa blanca y corbata, como si fuese o viniese de una procesión en tal día. Con su acostumbrada vehemencia comunica en el televidenteoyente afán y dedicación en su cometido del que da unos datos y circunstancias para situarse en la tertulia.

 

Ramón Rodríguez, adustamente apañado en su atuendo, se presenta simplemente como ciudadano, y con naturalidad se desliza por el borde, sin sobrepasarlo para no caer en la discusión política; se alegra muchísimo de que esta cuestión de la depuradora, largamente deseada, vaya para adelante. Saca a relucir el hecho de que siendo los gobiernos (local, autonómico y estatal) del mismo signo, así hay más acceso, se agilice… y Herrero asiente yendo hasta que ve bien que el Alcalde ayude a la ciudad de Almansa [no se oyen matizaciones por parte de nadie. Esto de tirar los políticos para su pueblo, que se suele ver como tan natural, en una opinión estricta y de justeza sin querencias no debería ser así, sino tratar a todos considerando solo prioridades por necesidades sean del color que sean e independientemente de donde estén empadronados los mandatarios]    

 

María Ángeles Herrero se presenta esta vez sencilla en combinativos colores  sin rutilancias que no disminuyen su estilo ni un ápice en su rostro rematadísimo. Ha sido su noche de frases chocantes de fábula y refrán: Toma al toro por los cuernos… La patata caliente… La unión tiene la fuerza… Para hacer un traje siempre hay que hilvanar… No es más limpio quien más limpia, sino quien menos ensucia… Que el lobo viene por ahí…

En su posición basculaba según la ocasión hacia un lado u otro; siempre según su criterio de lo mejor para Almansa.

 

Si está Amaya habrá batalla, pero no estaba el horno para calenturas y Villanueva no se desmeneló apenas; solo un mechón delgado de su cabello reboloteaba por la ceja izquierda, más tarde un mechón más voluminoso se mostraba en rebeldía fuera de su melena. No deja pasar una y queriendo dejar huella, libera amarras conque todos tienen que decir algo, que por lo que le toca antes la depuradora no tenía los problemas de ahora, que cada uno en su sitio dejando en el aire que la declaración de interés general de la depuradora llegó  gobernando Zapatero; y soltado todo  el lastre que podía largar, al final su mechón se encuentra en su lugar  despejando el panorama y encajando con el resto de los contertulios la conveniencia básica de la depuradora; pero eso sí, estando al tanto ejerciendo la labor de oposición.

 

Es corriente recriminar al equipo de gobierno local falta de información, y no pasó esta vez sin que Villanueva y Herrero se lo echasen en cara en el tema que les ocupaba la tertulia.

 

Se echó de menos, por la afición, algunas explicaciones para conocimiento de la ciudadanía de la exacta ubicación de la depuradora, de las características de las aguas que recibe y sobre todo de las que tuviere después del proceso depurador y conocer con datos precisos, donde van a parar, donde se depositan y en qué se van a reutilizar [como queda el ¡ciclo integral!].

Todes coinciden en la necesidad de la depuradora y traslucen sus rostros en felicidad viéndola llegar metidos en malos tiempos para la lírica política;  pero ¡qué íbamos a hacer! sin los cantos de sirena y más cuando se acercan tanto que no pasan de largo y con tiempo se harán canciones grabadas.

 

Cordialmente

Antefaz