CHOCHOS, PIJOS Y PESPUNTES. (20)

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MIS QUERIDOS, AMADOS Y RECORDADOS AMIGOS Y ADMIRADORES DE MI TALENTO POÉTICO. NO SÉ SI ME VA A DAR TIEMPO A COMPONER OTRO POEMA RIPIOSO, ERÓTICO Y SATÍRICO PORQUE ME ENCUENTRO EN CHOCHOLANDIA FOLLANDO A TODO GAS, DE TARDE, DE MAÑANA Y DE NOCHE PUES NO ME DEJAN LA ALCALDESA Y SUS CAMARERAS. HE TENIDO EL PIJO EN CABESTRILLO, CASI DESGUAZADO, ENVUELTO EN GASAS Y ALGODONES. YO MISMO ME HAGO CRUCES DE LAS BOLSAS SEMINALES QUE TENGO, QUE NO PARAN DE PRODUCIR SEMEN PARA ECHAR TANTO REMACHE. CREO QUE VOY A TENER QUE TOMAR LAS DE VILLADIEGO Y VENIRME PARA ESPAÑA A FIN DE RECUPERARME, TENGO TAL EMPACHO DE CHUMINO QUE ME VA A SER MUY DIFÍCIL QUE OLVIDE ESTE PAÍS. AQUÍ TAMBIÉN SE HA RECONOCIDO MI CONTRIBUCIÓN A LA POESÍA DE ALTOS VUELOS Y HE SIDO GALARDONADO CON LA CHAPA DE LA CABRA MONTESA; EL TÍTULO DE MARCHANTE MAYOR DE LA HERMANDAD DEL BORREGO CORNUDO Y EL DE PIJERO EMPALMADO DE LA COFRADÍA DE LA PÁJARA PINTA.

CHOCHOS, PIJOS Y PESPUNTES. (20)

Por el Marqués de la Bragueta.

Queridos y amados míos, insignes admiradores, los que me tiráis flores por mi gracia y señorío. Las reservas se me agotan, mi pijo es moco de pavo, ya no vale ni un ochavo y mis huevos se agarrotan. Llevo un año en Chocholandia follando sin descansar, por delante y por detrás, que me envidian en Jutlandia. Más de mil polvos seguidos en cuatro chochos peludos, calientes y cojonudos, entre orgasmos y alaridos. Pues lo puedo asegurar que se corren si las follo pues se preparan el bollo cuando ellas quieren follar. Quien me lo iba a decir cuando llegué a este País, que fue por el mes de abril, que llegaría a los mil. Porque ya no es para menos teniendo a cuatro mujeres que quieren tener placeres y te dan chochos y senos. Como aquí no se conocen ni el condón ni la pastilla metes toda la chorrilla para gozar y que gocen. Son maestras fornicando, lobas en cualquier postura, y jamás tienen hartura mientras se corren gritando. Si en España no me hartaba de follar y de dormir eso mismo lo hago aquí, pero lo bueno se acaba. El Galeno ya me ha dicho que en vez de tres eche uno, que pronto será ninguno y puedo verme en un nicho. Y me ha entrado desconsuelo porque un hombre como yo, que siempre fue un cimarrón, puedo verme por el suelo. La Alcaldesa no lo sabe, tampoco las camareras, y como ya tengo ojeras me iré antes que esto acabe. A mi España volveré y en mi mansión esperar a que el pijo se me cure con pomada y aguarrás

Pero dentro de la pena que invade mi corazón también tengo un alegrón que me quita la condena. Sabéis que estuve follando, casi siempre a bolo suelto, y en cada polvo revuelto con mi pijo disfrutando. Me follé a cuatro chuminos, con hermosas pelambreras, y sus tetas naranjeras y muslos como los pinos. Para un macho como yo que folla más que un cosaco cuando clavo mi retaco se me nubla la razón. Dormir, comer y follar ha sido mi norte y guía, no he desdeñado a una tía follando como un sultán. Quisiera que hubieran visto a la Edil espatarrada esperando ser follada después de hartarse de pisto. Lo mismo sus camareras, que a las tres me las tiraba cuando a la Edil le sangraba y se ponía antojeras. ¡Cuánto polvo clamoroso! ¡Cuánta lamida de coño! Se les deshacía el moño y mordían como un oso. Pero mira tú por donde por no tomar precauciones se le inflaron los balones y de Marqués pase a Conde. Con esto quiero decir que a las cuatro las preñé y cada una un bebé lo tuvieron que parir. Dos hembras y dos varones, rubios como la cerveza, de los que tuve certeza que los hizo mis cojones. Porque aunque soy muy moreno y las madres muy rubiajas, yo les estrené sus rajas y mi pijo hizo un pleno. Cuatro madres, cuatro hijos, y todos chocholandinos, salidos de los chuminos por follar a plazo fijo. No pude jamás pensarlo cuando de España salí que un día volvería de allí con el pijo para atarlo. Y encima con cuatro nenes que fueron reconocidos pues todos tenían mis genes.